El sueño de una casa en un lugar relajado , ya sea para vivir de manera permanente o para utilizarla los fines de semana, se ha convertido para muchos en una verdadera pesadilla.
Los lugares más castigados siguen siendo San José del Rincón, Colastiné y Sauce Viejo.
El sueño de una casa en un lugar relajado , ya sea para vivir de manera permanente o para utilizarla los fines de semana, se ha convertido para muchos en una verdadera pesadilla.
En este sentido los "amigos de lo ajeno" han focalizado su accionar en viviendas ubicadas a lo largo de la zona de la costa, ya sea en San José del Rincón, Colastiné, Arroyo Leyes, como así también en el distrito de Sauce Viejo.
Lo que hace un tiempo comenzó como simples hechos de raterías (robo de alguna manguera u otro elemento menor) se transformó en un vendaval delictivo que arrasa con todo lo que encuentra a su paso.
Vendaval que arrasa pero con criterio selectivo.
Bombas de agua y filtros de pileta se han convertido en el nuevo "tesoro" para los ladrones, como ya consignó El Litoral, en su edición del 14 de enero.
En los últimos días se supo de varios hechos con estas características.
* Uno de ellos ocurrió en Colastiné, en una vivienda ubicada en calle Algarrobos al 5700.
Allí delincuentes cortaron un tejido perimetral y violentaron candados de una habitación desde donde sustrajeron una máquina de cortar césped; una bomba de agua; soldadora; lijadora y hasta 15 sillones playeros.
* En tanto en San José del Rincón se supo de otro siniestro en una casa en la zona de Dorrego 1800. Desde dicho lugar los rufianes se llevaron dos bombas de agua.
*La escuela de San José del Rincón también fue blanco de la delincuencia. Tras violentar la puerta de entrada los intrusos se llevaron un equipo completo de computación; ventilador industrial, dos guitarras y gran cantidad de electrodomésticos.
* Otro que no la pasó nada bien es un vecino que tiene su casa en Sauce Viejo, más precisamente en la zona de calles Petunia y Aromos.
El propietario se había ausentado un día y al regresar se encontró con un desastre.
Autores anónimos habían violentado aberturas y sustrajeron dos bombas centrífugas monofásicas; un televisor; una cafetera, equipos de música; vajillas y hasta alimentos.