La muerte de una estudiante de Rosario, en las alturas del cerro Champaquí, no configura ningún delito. Y la causa judicial que investigó el caso terminará en el archivo. Esa es la decisión del fiscal de los tribunales de Río Tercero, Alejandro Carballo, tras investigar ese caso, ocurrido hace dos meses en la montaña más alta de Córdoba.
El 18 de agosto pasado, un viaje de un grupo escolar se enlutó con el fallecimiento de una adolescente, en pleno ascenso al cerro de 2.790 metros. La delegación era de la escuela María Madre de la Civilización del Amor, de la ciudad de Rosario. Sofía Fernández tenía 17 años.
El fiscal determinó que no hubo delito por todas las acciones que se realizaron para socorrer a la adolescente y por las patologías previas que padecía, y que la misma familia había confirmado.
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Se confirmó tras la autopsia que Sofía tenía hipertiroidismo, patología que habría desencadenado en un paro cardíaco.
Destacó, por ejemplo, que los alumnos no sólo fueron acompañados por docentes sino además por un paramédico y un guía, contratados para ese viaje. La escuela rosarina repite esa excursión cada año con sus alumnos, desde hace décadas.
En esa línea, marcó que incluso el grupo contaba con un equipo desfibrilador para atender emergencias médicas. El fiscal recordó que lo primero que hizo el equipo cuando la alumna tuvo síntomas fue llevarla a uno de los refugios de montaña y llamar al helicóptero de la Provincia. Pero confirmó que después de tres intentos de aterrizaje, por las condiciones climáticas de muy fuerte viento en el lugar, no se pudo lograr.
En ese marco decidieron bajarla, incluso de noche, en camilla. En ese trayecto falleció, ante los diversos intentos de reanimación del paramédico y otros asistentes.
Mirá tambiénHabló el padre de la joven rosarina que falleció en el Cerro ChampaquíA criterio de Carballo fue fundamental que todos los alumnos tenían un certificado médico de apto físico, incluyendo a la alumna que perdió la vida. Es decir, había un aval respecto a si cumplían con las exigencias físicas de esfuerzo y condiciones de salud para esa excursión que, en su variante más tradicional, demanda tres días de caminata desde Villa Alpina, en el valle de Calamuchita.
El fiscal señaló además que el padre de la víctima le comentó que su hija tenía enfermedades preexistentes y que estaba en tratamiento. Pero le recalcó que su médico de cabecera le había extendido un certificado que la autorizaba a realizar la travesía serrana.
Se supo que la familia no hizo ningún reproche respecto a la atención médica ni a la investigación judicial. Es más: agradeció la tarea desarrollada para contener la grave situación y al grupo escolar.
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