La noche del 23 de mayo del año pasado Francisco Lascurain manejaba su automóvil Toyota Ethios a gran velocidad por las calles de la ciudad. Los peritos determinaron que iba a entre 85 y 105 Km/h. Eran las 20 aproximadamente y circulaba por calle Ángel Casanello 2200, en la cuadra del Club Unión y Progreso. Adelante suyo marchaban en su Chevrolet Corsa Walter Sueldo y su esposa Gisela. En el asiento de atrás estaba sentado Francisco, su hijo de 11 años. Frenaron para pasar el “lomo de burro” y en ese instante el otro vehículo los embistió desde atrás con gran violencia. La peor parte le tocó al pequeño, que sufrió gravísimas lesiones y murió poco después. Todo ello fue probado y reconocido por las partes durante la investigación del caso.
En los últimos días se conocieron resultados de peritajes sobre el estado de salud mental del imputado, que apuntan a una “grave patología”. Este martes, en una audiencia desarrollada en los tribunales locales, el juez Pablo Busaniche recibió al fiscal Daniel Defilippi; al representante de la querella, el doctor Leandro Corti y abogado defensor, Sebastián Oroño.
Las partes le presentaron al magistrado un escrito conjunto en el que solicitaron el sobreseimiento de Lascurain por “inimputabilidad”, a la vez que sugirieron la imposición de medidas de seguridad para el responsable de la muerte del niño.
“La Junta Especial de Salud Mental determinó la incapacidad del imputado para entender la criminalidad de lo que hizo”, explicó el funcionario del Ministerio Público Fiscal. “Este hombre no comprendía lo que hacía”, reafirmó.
Lascurain padece una grave afección mental. Los profesionales de la junta y los peritos de parte, psicólogos y psiquiatras, coincidieron que está afectado por esquizofrenia paranoide, con brotes psicóticos, por lo que “necesita tratamiento permanente y de por vida”, expresó Defilippi.
El documento entregado al juez también solicita la imposición de medidas de seguridad para el imputado. “La patología de Lazcurain representa un peligro para él y para toda la sociedad”, manifestó el fiscal en sus fundamentos.
En consecuencia, las partes pidieron la internación del imputado en el Hospital Mira y López, en el sector dispuesto para pacientes judicializados. También recomendaron la custodia policial permanente y la colocación de una tobillera electrónica para poder monitorear los movimientos del acusado.
El juez Busaniche se tomará los cinco días del plazo legal para decidir si acepta o no la propuesta.
Luego de la audiencia, el doctor Corti aclaró que con la decisión del juez se cerraría la cuestión penal, pero que ello no implica que no se puedan plantear las acciones correspondientes en el ámbito de la responsabilidad civil, porque no quedaron dudas de que se trató de una “acción que es típica y antijurídica”.
También Walter Sueldo, padre de Francisco, se dirigió a los medios. “Nosotros esperábamos otra cosa. Esto nos da fuerza para luchar, para no quedarnos. Hay que buscar leyes para que estos tipos no queden impunes. Hay normas y médicos que avalan la locura. Este tipo es buen actor”, se quejó.
Además hizo referencia a la falta de controles a la hora de entregar la licencia de conducir. “No te piden análisis psiquiátricos, no te piden nada. Tampoco constatan si tomás medicamentos. Sólo basta con poner una cruz en el papel y listo. Es algo en lo que tienen que trabajar los funcionarios, los diputados y los senadores, para que esto no vuelva a ocurrir”.
Walter se quebró ante la pregunta de una periodista sobre “cómo sigue su vida”.
“La vida es una palabra fuerte. Nos la destruyeron. Hace nueve meses que no dormimos, siempre esperando que él aparezca. Nosotros perdimos el sol, se nos hizo la noche todos los días, pero tenemos el apoyo de la gente. Seguimos porque nos da fuerza nuestro ángel. Justicia no va a haber nunca, porque perdimos nuestro ángel”, se lamentó el papá y rompió en llanto al abrazarse con su esposa.