Martes 12.11.2019
/Última actualización 17:37
Restos de pólvora se alojaron en su cara, le ardían los ojos y pudo sentir el sabor que dejó aquella bala que podría haberle significado la muerte. Pero eso no detuvo al taxista que, tras ser asaltado, atrapó a uno de los dos delincuentes que atentaron contra su vida. Gonzalo Rodrigo Puente quedó en prisión preventiva el pasado jueves. La medida fue acordada por el fiscal de Homicidios, Martín Torres, y el abogado particular Sebastián Oroño. El juez José Luis García Troiano resolvió hacer lugar al acuerdo, al que se arribó con el fin de recolectar nuevas evidencias que contribuyan a determinar el grado de responsabilidad de Puente, imputado por “homicidio agravado por criminis causa” en grado de tentativa.
Resta identificar al segundo delincuente, que habría sido el que disparó contra el conductor en cuatro oportunidades, con un revólver calibre 22. El arma fue desechada durante la fuga, y levantada por los peritos que, junto al personal de la comisaría 5a. y del Comando Radioeléctrico, se presentaron rápidamente en el barrio Villa María Selva. El fiscal destacó su “extraordinaria labor, porque al otro día ya teníamos todos los informes periciales”.
La noche del domingo 3 de noviembre, un taxista tomó pasaje en avenida General Paz y calle Huergo y, guiado por dos jóvenes que iban sentados en la parte de atrás, emprendió camino hacia el oeste, entrando al barrio Villa María Selva. Cuando el chofer tomó por calle Belgrano, prontos a arribar a la intersección con Hernandarias, los pasajeros le exigieron que detuviera el vehículo, con la clara intención de asaltarlo. No le dieron tiempo de reaccionar, ya que uno de ellos comenzó a golpearlo fuertemente en la cabeza con un elemento contundente.
Fue en ese momento que uno de los delincuentes, aún no identificado, desenfundó un arma de fuego y comenzó a amedrentar al chofer. Mientras tanto, el automóvil continuaba en movimiento, y se produjo un forcejeo en el que el taxista procuraba detener la marcha y los ladrones intentaban quitarle la llave de encendido. En el medio del revuelo, alguien traccionó el freno de mano y el vehículo frenó repentinamente, por lo que se golpearon. Fue en esas circunstancias que ocurrió el primer disparo, que impactó en el hombro de la víctima. Ya herido, el chofer logró desviar un segundo balazo y el proyectil pasó frente a su rostro, dejando tras su paso el sabor característico de la pólvora: “picante”.
Luego se bajaron del auto. Los delincuentes emprendieron la fuga pero, a los pocos metros, al darse cuenta de que habían olvidado el botín, regresaron en busca de una billetera -con aproximadamente $ 2.000- y un celular. Uno de los asaltantes disparó dos veces más contra el taxista quien, cuando vio a sus agresores correr con dirección al este, pegó la vuelta por Hernandarias y comenzó a perseguirlos en su auto.
Gonzalo Puente iba un poco rezagado, por lo que el taxista logró alcanzarlo y, luego de bajarse del auto, reducirlo con la ayuda de un joven que trabaja de delivery y que no dudó en socorrerlo. Con uno de los ladrones reducido, el taxista intentó detener al otro sujeto, pero se dio por vencido al perderlo de vista.
Personal del Comando Radioeléctrico y de la Comisaría 5a. arribó al lugar inmediatamente y se hizo cargo de la situación. Los peritos llegaron minutos más tarde, y avisados por un vecino de Hernandarias al 1900 que vio el arma debajo de su camioneta, pudieron levantar el revólver calibre 22 que había sido arrojado en la fuga.
Se logró recuperar el teléfono celular de la empresa de Radiotaxi para la que trabaja la víctima, pero no corrió la misma suerte su celular particular, ni la billetera. Ahora, resta avanzar en la investigación, encontrar al delincuente que logró escapar y dar cuenta del grado de participación que le corresponde a cada uno de los sujetos.