A una semana del copamiento a la subcomisaría 20 de Arroyo Leyes, dos hombres fueron imputados como parte de la banda que maniató y robó a dos policías, para luego hacer lo mismo en una vivienda vecina a la sede policial.
Los hombres fueron señalados como parte del grupo, de al menos 8 personas en total, que ingresó a la comisaría y luego asaltó una vivienda aledaña la madrugada del jueves 17 de noviembre.
A una semana del copamiento a la subcomisaría 20 de Arroyo Leyes, dos hombres fueron imputados como parte de la banda que maniató y robó a dos policías, para luego hacer lo mismo en una vivienda vecina a la sede policial.
Se trata de Luis Alberto L., un electricista de 44 años, y su sobrino Matías Exequiel L., de 23, detenidos el pasado lunes por la mañana en el marco de dos allanamientos. Este miércoles, los fiscales Rosana Peresín y Manuel Cecchini les atribuyeron una serie de delitos, cometidos entre las 0.30 y la 1.10 del jueves 17 de noviembre.
Según se dejó entrever durante la audiencia presidida por el juez José Luis García Troiano, al menos 8 delincuentes arribaron esa madrugada a la subcomisaría, y tras agredir y maniatar a los policías, dos de ellos se quedaron custodiándolos mientras el resto de la banda asaltaba un domicilio particular ubicado a 70 metros de allí.
Según la atribución delictiva, esa madrugada tío y sobrino, junto a otras 6 personas aún no identificadas, ingresaron a la subcomisaría ubicada en el Km. 14 de la RP1 "con armas aptas para efectuar disparos y, mediante el uso de violencia, redujeron a un subinspector y a una suboficial que en ese momento estaban cumpliendo tareas como personal policial".
Tras maniatar a los uniformados, les sustrajeron sus armas reglamentarias, el cargador de una de ellas y "también se apoderaron de un chaleco balístico, una escopeta, las llaves de la dependencia y sus celulares personales", detalló la fiscalía. Luis Alberto L. y al menos una persona más permanecieron en la dependencia, privando a los allí presentes de su libertad.
Mientras, el resto de la banda se fue a bordo de un móvil policial, una camioneta Volkswagen Amarok, trasladándose aproximadamente 70 metros hasta una finca lindera. Allí descendieron Matías Exequiel L. y los otros cinco delincuentes, algunos vestidos de policía, y tras ingresar al domicilio "golpearon de forma violenta a los dueños, al mismo tiempo que les exigieron la entrega de dinero".
Lograron apoderarse del Peugeot 207 de la familia, $ 6.000 y diversos elementos personales. Una vez que finalizaron el robo, cerca de la 1.10, volvieron a la dependencia policial, donde se reagruparon y "se dieron a la fuga en el móvil policial, en el 207 y en un automóvil con el cual habían llegado al lugar donde cometieron los ilícitos".
Tras realizar la descripción de los hechos atribuidos, los fiscales los calificaron como "robo agravado por el uso de arma de fuego y por haber sido cometido en un lugar poblado y en banda (dos hechos)", y "privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometido con violencia". Los tres delitos fueron imputados a tío y sobrino en calidad de coautores.
Tras enterarse de las acusaciones en su contra, ambos decidieron declarar y, entre lágrimas, reprocharon el accionar policial durante los allanamientos a sus viviendas. Además, se desligaron del suceso. La fiscalía solicitó audiencia para tratar la prisión preventiva, la cual se realizará el viernes por la tarde a pedido del abogado defensor Gabriel Luna.