El abogado que representó a la querella en el juicio contra Juan Alfredo Dabove, profesor de música condenado el pasado viernes en los tribunales de Venado Tuerto a 11 años de prisión por abuso sexual con acceso carnal doblemente agravado por el vínculo y por ser encargado de la guarda de su hijo menor de edad, Ignacio Blanc Codina mostró conformidad por la pena establecida por unanimidad por el tribunal integrado por los jueces Silvina Marinucci (presidenta), Benjamín Révori y Leandro Martín. “Las pruebas presentadas fueron contundentes”, exclamó.
“Estamos totalmente conformes con el fallo, ya que fue condenado por unanimidad por el tribunal, dato que no es menor, porque si tres jueces se ponen de acuerdo y resuelven de manera unánime, significa que no hubo la más mínima duda de que el hecho penal existió y que el acusado es el responsable”, explicó el abogado, recordando que el fiscal de la causa Damián Casullo había solicitado un máximo de 10 años de pena y la querella había pedido 14 años de prisión, por ello “esta sentencia de 11 años nos deja muy conformes”, enfatizó.
Seguidamente, el letrado señaló: “Estamos hablando de un hecho aberrante, como todo acto de abuso sexual, pero al ser cometido por el padre a una criatura de entre 4 y 5 años, cuando debía estar protegiéndola y no lo contrario, abusando sexualmente de él, hay un plus de aberración como también de atipicidad. En este marco, los jueces tuvieron en cuenta una prueba dirimente que está vinculada con lo que el menor sostuvo en un trayecto de entre dos años y dos años y medio aproximadamente, que duraron las pericias, ante cinco psicólogos distintos; una misma versión, los mismos hechos y con un hilo conductor de una historia que repetía constantemente, llevando a los profesionales a establecer que, sin ninguna duda, el daño que se había provocado era imposible de desacreditar”.
Para el abogado, el intento del acusado de sostener que las versiones habían sido manipuladas por la propia madre, quedó desestimada frente a las pericias realizadas, ya que en ningún momento hubo incongruencias o diferencias en lo expresado por el niño. “No podría haber engañado a cinco profesionales distintos”, enfatizó.
El abogado de la querella, Ignacio Blanc Codina.
Informes médicos
Al ser consultado por los informes médicos, Blanc Codina detalló que “el médico forense acredita que, a su entender, no había una lesión en zona anal que tenga un correlato con lo que el menor estaba diciendo; sin embargo, el día anterior, el mismo niño había sido revisado por primera vez por su pediatra de confianza que, efectivamente manifestó que no le quedaba ninguna duda de que, lo que el menor había dicho, había sucedido”, añadiendo que se trata de un médico pediatra de gran trayectoria y experiencia, no sólo en el ámbito privado sino también en el público, ya que brinda servicios en el Hospital Dr. Gutiérrez.
Prisión preventiva
El abogado de la querella destacó la decisión de los jueces de dictar la prisión preventiva para el acusado que, el mismo viernes, tras conocerse la sentencia, fue inmediatamente trasladado a la Alcaidía de Melincué. “Fue algo novedoso, porque lo que veníamos viendo era que había fallos que solicitaban la prisión preventiva, pero que no la materializaban hasta que la resolución no esté firme. Sin embargo, el tribunal, de manera unánime fue contundente y dispuso que se materializara la prisión preventiva de manera inmediata, cuando el acusado había llegado en libertad al juicio”, indicó.
Cabe resaltar que la decisión del cumplimiento inmediato de la prisión preventiva se dio por varios aspectos, como la acreditación de reiteradas violaciones del imputado a condiciones que se le habían impuesto durante el proceso, considerándose que, en esta instancia, con una condena de 11 años el riesgo de incumplimientos y hasta de fuga era mayor; o el pedido de la mamá del menor en el mismo juicio que, a raíz de lo que se le preguntaba terminó aportando información puntual sobre lugar de residencia, colegios, horarios y demás, requiriendo de protección necesaria para retomar la normalidad en su vida.
La continuidad
El Dr. Blanc Codina no descartó la posibilidad de una continuidad en el proceso judicial, porque “esta causa se inicia por partida doble: el abuso sexual contra el niño, que luego avanzó y se llegó a juicio, y por un abuso sexual cometido contra otra menor de edad, su hija. Por una cuestión estratégica, se decidió ir a juicio por el caso del varón atento que los elementos probatorios eran más fuertes, pero, además, de esa manera, la niña terminó siendo, lamentablemente, testigo presencial de lo que había pasado con su hermano”. Y exclamó: “No se descarta la posibilidad, en un futuro, de evaluar si se va a avanzar en un nuevo juicio por la situación de la niña. Es un tema que aún es muy pronto para evaluarlo”.
Por último, resaltó que, seguramente, desde la defensa del imputado, a cargo de Silvia Couselo, se avanzará en la apelación, tanto de la sentencia como de la prisión preventiva, marcando la diferencia con lo establecido por los jueces de primera instancia.
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