El sacerdote venezolano, Luodovis Enrique Navarro León, quien hasta hace poco tiempo había estado a cargo de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, rompió el silencio tras su repentina desaparición. El párroco había sido acusado de haberse fugado con dinero de un vecino.
Tras varios días de desconcierto e incertidumbre, Luodovis apareció en las últimas horas con un video filmado en Venezuela en el que se defendió de la acusación: explicó que ese dinero se lo habían obsequiado y cuestionó al obispo de Chascomús, Carlos Malfa, por tratarlo de “malandra”.
En primer lugar, el religioso contó que se siente “bien de salud, emocional y espiritual”, ofreció disculpas por su repentina partida al pueblo de Maipú, ciudad ubicada 135 kilómetros al Norte de Mar del Plata, y dijo que le dio “tristeza” no poder continuar con el trabajo en la iglesia. Había asumido en agosto de 2021.
Luego, aseguró que fue víctima de maltratos. Según sus palabras, uno habría ocurrido “en una estancia donde había comuniones” y tuvo que, previo a ello, “evaluar a los niños para ver si estaban preparados”. Ante eso, “unos señores” lo agredieron verbalmente. “Me llamaron venezolano muerto de hambre, maldito venezolano, regresa a tu país”, relató el sacerdote.
Siempre en base a los dichos del cura, otro episodio sucedió con una maestra catequista: “Había una actividad para las 19, que era un Vía Crucis, y había que estar en la iglesia a las 18. Por llegar cinco minutos antes, una maestra, cuyo nombre no quiero decir, me faltó el respeto, me humilló, llegando al límite de querer darme una cachetada. Incluso, me deseó la muerte”.
Luodovis dijo que, cuando le comunicó ambas situaciones al obispo y le pidió apoyo, no recibió respuesta. Tras ello, advirtió que en esa iglesia “hay un grupo reducido que insiste en no permitir el ingreso a aquellas personas que usan piercing, que se tatúan, que no reúnen las condiciones para estar en la parroquia”. Y luego, se refirió a la acusación por estafa dada a conocer a la comunidad por Malfa.
Antes de la aparición del religioso, el titular de la diócesis de Chascomús contó que había sido informado sobre “una situación económica creada” entre Luodovis y “una respetable persona de la comunidad” de Maipú. “Si bien la situación no involucraba ni a la comunidad parroquial ni al Obispado, juzgué necesario intervenir en una especie de mediación para escuchar a las partes y buscar una justa solución”, relató a través de un comunicado. En ese sentido, informó que había presentado “una propuesta satisfactoria para las partes”, que quedó plasmada, incluso, en un acta, pero “lamentablemente, el sacerdote incumplió el acuerdo”, y luego no se supo más de él.
“Este es el hecho objetivo: el padre Luodovis junto con sus familiares, abandonó la parroquia el 7 de junio sin anuncio previo”, escribió el obispo.
Luodovis, en cambio, dijo que el dinero que, supuestamente, se había llevado, en realidad lo había recibido como un regalo de parte del vecino señalado como damnificado: “Esta persona, a la que no voy a nombrar, me lo regaló; así como otras cosas que me obsequiaron. Como era de corazón, no se firmó ningún acuerdo”.
“No me queda duda de que Malfa, con este grupo reducido de personas, distorsionaron la verdad diciendo que fue un préstamo y no un regalo, tratándome de malandra”, concluyó el párroco.
Y finalizó: “Todo este problema comienza cuando quise disolver a ese grupo de poder económico que, pasando por encima del sacerdote, quería hacer lo que se le dé la gana en la iglesia”.