Quedó en prisión preventiva un hombre de 22 años que es investigado por haberle robado $800.000 pesos al comprador de una moto con el que se encontró en el norte de la ciudad de Santa Fe para concretar la operación comercial.
Uno de los miembros de la banda fue imputado y quedó tras las rejas. Además, se lo investiga por homicidio.
Quedó en prisión preventiva un hombre de 22 años que es investigado por haberle robado $800.000 pesos al comprador de una moto con el que se encontró en el norte de la ciudad de Santa Fe para concretar la operación comercial.
La medida cautelar fue ordenada por el juez de la Investigación Penal Preparatoria (IPP), Pablo Busaniche, en una audiencia que se desarrolló ayer en los tribunales de la capital provincial.
El fiscal Estanislao Giavedoni solicitó la privación de la libertad para el imputado, Marco Alejandro Quinteros, quien además es investigado en otro legajo por haber participado en un homicidio.
El funcionario del MPA valoró que "aunque la defensa propuso alternativas y una caución real por 1.000.000 de pesos, el magistrado consideró que no era suficiente para mitigar los riesgos procesales e hizo lugar a nuestro pedido".
Giavedoni aseguró que "el hombre de 22 años y un coautor -quien también transita la investigación en prisión preventiva-, cometieron el delito a partir de un plan previo".
"Por redes sociales, ofrecieron a la venta una moto que un ciudadano de la localidad de Gálvez (departamento San Jerónimo) demostró interés en adquirir, por lo que lo citaron para el lunes 10 de abril de este año en inmediaciones de Carranza al 9.500".
El fiscal expuso que "el comprador fue al lugar a la hora acordada", y detalló que "llegó en auto, acompañado por dos mujeres. Los imputados sorprendieron a las víctimas y les mostraron armas de fuego de puño que llevaban consigo".
"Los atacantes rompieron una ventanilla del vehículo y apuntaron un arma hacia la cabeza del conductor, al que luego golpearon con la culata", destacó, "durante la situación violenta, les exigieron la entrega del dinero que tenían destinado al pago de la motocicleta y les dijeron que de lo contrario los iban a matar a los tres".
"Como resultado de la intimidación, los investigados se apropiaron ilegítimamente de un bolso con 800.000 pesos y le arrebataron un teléfono celular a una de las mujeres", concluyó el fiscal.
Tras la audiencia de prisión preventiva Giavedoni indicó que "el juez fundamentó su decisión en que está probada la materialidad del hecho ilícito -lo cual no fue controvertido-, y en particular, la probable autoría del imputado".
"El magistrado consideró de suma importancia la declaración de una testigo que está en una situación de vulnerabilidad en relación al caso", y añadió que "a su vez, sostuvo que el análisis de comunicaciones telefónicas y otros indicios recabados validan ese testimonio", destacó
Durante el desarrollo de la audiencia, el fiscal hizo referencia a la información brindada por la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación (DAJuDeCO) sobre el entrecruzamiento de llamadas telefónicas; aportes de titularidades de líneas telefónicas, y registro de comunicaciones y estudio de sectorización de llamadas.
En relación a esto último, explicó que "el dispositivo móvil del imputado estaba en la zona en la que tuvo lugar el hecho delictivo, al momento en el que ocurrió".
Asimismo, se discutió sobre la calificación legal seleccionada por el MPA. Giavedoni subrayó que "el juez consideró pertinente la figura de robo calificado (por el uso de arma no habida) y ponderó la circunstancia que rodea el caso".
Según explicó, "el atacante estaría relacionado a una organización criminal que está siendo investigada por venderles motos a personas que no son de la capital provincial y sustraerles el dinero que traían para pagar".
"Por último, el magistrado manifestó que estaban latentes tanto el riesgo de entorpecimiento probatorio como el peligro de fuga", añadió el fiscal.
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