El 15 de diciembre pasado, Jésica Anahí Fosatti tomó la peor decisión de su vida cuando, a puntazos, terminó con la vida de su hijo recién nacido en el ámbito de su domicilio particular de Vera.
Jésica Fosatti fue imputada por el homicidio doblemente calificado. El feto presentaba 25 heridas cortopunzantes. La joven madre no quedó detenida.
El 15 de diciembre pasado, Jésica Anahí Fosatti tomó la peor decisión de su vida cuando, a puntazos, terminó con la vida de su hijo recién nacido en el ámbito de su domicilio particular de Vera.
Aquel domingo, la joven de 24 años ingresó a la clínica San José en estado casi agonizante después de un parto prematuro, que podría haber sido inducido, y fue atendida por los médicos de guardia del centro de salud privado de la ciudad. Los galenos cayeron enseguida en la cuenta que algo en el relato de Fosatti no cerraba y requirieron a los familiares que les acercaran el feto para corroborar si se trataba de un aborto espontáneo, o no.
Con el cuerpo en su poder, los profesionales cayeron en la cuenta que presentaba varias heridas y que había nacido con vida. Con esa certeza dieron aviso a la policía y tomó intervención el fiscal de turno Dr. Alejandro Rodríguez, que ordenó la autopsia.
En las primeras horas de lunes 16, la conmoción se apoderó de la comunidad verense tras conocerse la horrenda noticia del suceso. Pero, de ahí en más transcurrieron dos semanas hasta que la principal sospechosa pudo ser imputada, esto debido que primeramente el fiscal debió requerir informes sobre el estado de salud mental de Fosatti para determinar si estaba en condiciones de afrontar un proceso penal en su contra.
Finalmente, con un informe de evaluación psicológica de dos psicólogas y dos informes de Área de Salud mental del Ministerio de Salud de la Provincia de Santa Fe, el fiscal Rodríguez avanzó con la atribución de los cargos el 30 de diciembre, el último día judicial hábil del año fenecido.
En la audiencia presidida por el juez Sergio Olivera realizada en los Tribunales de Vera, el representante del MPA encartó a la mujer estudiante de la carrera de Enfermería por “haber dado muerte a su hijo varón, nacido con vida entre 37 y 42 semanas de gestación, con 2,5 kilos de peso”, y encuadró la conducta reprochada en el tipo penal de homicidio agravado por el vínculo y por alevosía, que prevé pena de prisión perpetua.
En su acusación, el funcionario del ministerio fiscal reconstruyó que “el deceso del bebé se produjo en su domicilio, donde vive con su abuela, en la ciudad de Vera el 15 de diciembre de 2024”, y detalló que el cuerpo del bebé exhibía 25 lesiones en la región cefálica, cuello, tórax y ambas piernas.
Para el fiscal, de todo ello “se deduce que el ataque que le propinó a su hijo se produjo inmediatamente de nacido, cortando el cordón umbilical sin cerrarlo”, con ataques con elemento punzocortante que ingresaron violentamente a la humanidad del bebé, que por su condición de tal “no pudo defenderse de su ataque, provocando dos de esas heridas punzocortantes, el deceso por shock hipovolémico”.
Más adelante, hizo constar que la presente investigación se inició el domingo 15 de diciembre, a raíz de que a las 22.45 personal del Comando Radioeléctrico de Vera recibió un llamado telefónico por parte del médico Jorge Farah, dando a conocer que "en la clínica San Roque de Vera había ingresado una mujer mayor de edad de apellido Fossati, quien tuvo un parto en su domicilio y que el bebé se encontraba sin vida".
El médico del lugar, Darío Zunini, manifestó que la paciente ingresó con un cuadro clínico de ginecología, y que le realizó reanimación ante la situación de salud, refirió el fiscal.
Luego, relató que ante la negativa de la mujer a que se registre su domicilio decidió allanar el lugar, donde se secuestró un teléfono móvil, la placenta correspondiente al parto, elementos punzocortantes y rastros y huellas de máculas sanguinolentas.
A pesar de lo estremecedor del caso, en la audiencia de medida cautelar Jésica Fosatti quedó en libertad con restricciones. Estuvo asistida por los abogados Sixto González y Agustín Bergel, quienes sostuvieron "pedimos que se respete la perspectiva de género al ser una persona vulnerable, que pudo ser coaccionada a llevar adelante tan aberrante hecho o cuyo embarazo pudo ser fruto de un abuso sexual”. Adelantaron asimismo que “pediremos además una pericia psiquiátrico para ver si se trató de una psicosis puerperal”.
“Hay todavía mucho que investigar, hay que abrir los teléfonos, hay que ver si esta chica no fue instigada más que nada, porque el hecho lo cometió ella, no cabe duda. Hay muchas situaciones a tener en cuenta, por ahí se habla muy rápido, la gente comenta todo muy rápido, un poco más hay que fusilarla, pero hay que estar en la cabeza de ella”, explicaron sus apoderados legales.
El Dr. Darío Zunini fue el médico de guardia que recibió a la paciente en un estado con riesgo de muerte: “A las 20 me llama la enfermera por una urgencia de una chica que había entrado con una ginecorragia, concurro a la guardia y me encuentro con una persona de 24 años con pésimo estado general, una hipotensión severa por la pérdida de sangre, con baja presión y que neurológicamente no respondía a los estímulos”, describió.
El galeno agregó que “hicimos las maniobras de reanimación y para frenar la hemorragia, responde satisfactoriamente, a la hora ya podía hablar y contó los hechos, era una hemorragia por un aborto de un embarazo de 16 semanas, pero no nos cerraba el cuadro clínico porque un embarazo de no podía generar una hemorragia tan profusa”.
Ante esa duda, el facultativo decidió comunicarse con los familiares y pedirles que le acercaran el embrión para estar seguro de que no quedaban restos en el útero de mujer luego del aborto sucedido en el domicilio donde vive. “A la hora la familia me traen el embrión, pero era un feto que pesada 2,800 kilos, lo examino y me encuentro con la terrible novedad de la lesiones punzocortantes, laceraciones en el abdomen, el tórax, el cuello”.
“Dimos aviso a la policía, la paciente evolucionó bien, se encuentra fuera de peligro. Había comenzado a las 6 de mañana con el trabajo de parto y eran las 20, habían pasado 14 horas hasta que llegó a la consulta. Los familiares refirieron que no estaba al tanto del embarazo, que ella hacía un vida totalmente independiente, vive sol.”, recordó.
El Dr. Zunini, que estuvo acompañado por el ginecólogo Dr. Jorge Farah y el equipo de la Clínica San Roque dijo que “el caso fue muy traumático para mis compañeras, que debo destacar que trabajaron con mucho profesionalismo”.
Dejanos tu comentario
Los comentarios realizados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellos pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Evitar comentarios ofensivos o que no respondan al tema abordado en la información.