José Ramón Franco (49) es un esforzado trabajador y padre de familia (tiene dos hijos, uno de ellos discapacitado) que se gana la vida como cadete de una conocida farmacia de barrio Guadalupe.
Entregaba un pedido cuando fue sorprendido por delincuentes. Debió pagar 30 mil pesos para recuperar el rodado. Igual quedó imposibilitado de trabajar porque perdió toda su documentación.
José Ramón Franco (49) es un esforzado trabajador y padre de familia (tiene dos hijos, uno de ellos discapacitado) que se gana la vida como cadete de una conocida farmacia de barrio Guadalupe.
La tarde del lunes, mientras entregaba un pedido a domicilio, fue sorprendido por un grupo de malvivientes que, en una muy rápida y certera maniobra, le sustrajo su motocicleta.
Los rufianes eran cuatro muchachos que se movilizaban en dos motocicletas. Uno de los que viajaba como acompañante se arrojó del rodado y en cuestión de segundos se apoderó de la moto del cadete y escapó con ella a toda velocidad.
El preocupante suceso ocurrió a las 18, frente a un domicilio ubicado en Defensa y Alberti.
A partir de entonces José ingresó en una suerte de laberinto que lo puso al borde del colapso emocional.
"Mi esposa publicó lo sucedido en facebook para ver si de alguna manera podíamos recuperar la moto. Lo que pasó después es que comenzaron a comunicarse distintas personas que me dejaban todo tipo de mensajes", comentó hoy José en diálogo con El Litoral.
"Una de estas personas me dijo que sabía donde estaba la moto y que podía intentar hablar con los malvivientes. Al cabo de varios idas y vueltas finalmente este 'negociador' se despachó con la resolución del caso: Había que entregar 30 mil pesos en efectivo para recuperar el rodado".
"Yo acepté porque estoy desesperado. La moto es mi herramienta de trabajo. Si no puedo trabajar no puedo mantener a mi familia. Así que me comuniqué con esta persona y le dije que aceptaba el "trato". Antes le pedí que me manden una foto de la moto para ver si era cierto", agregó.
Ya el martes entregué la plata con mucho miedo. Pensaba que perdía todo... la moto y la plata. Me hicieron ir hasta bulevar y Vélez Sarsfield. Luego tuve que ir hasta calle Gorriti, cerca de la vía donde me dieron la moto. Estaba como medio desarmada. Le habían sacado las patentes; los bulones donde van las cachas; los espejos. Para mí que la estaban preparando para venderla por partes, como hacen estos tipos que venden los repuestos", conjeturó.
Pero si bien José logró recuperar su moto, los problemas siguieron.
"Lo que pasa es que estos tipos también se llevaron una mochila donde tenía toda mi documentación personal y la de mi hija. Ahora sigo sin poder trabajar porque no tengo ningún carnet para circular. Estoy haciendo los trámites para ver si al menos me dan un permiso provisorio."
Lo ocurrido está teniendo un fuerte impacto en el ánimo de José. "La verdad es que todo esto te deja un sabor muy amargo. Desde chico lo único que hago es trabajar, conozco la calle, pero la situación está tremenda. Incluso durante el robo me di cuenta que puse en riesgo mi vida y la de mi familia, porque yo salí corriendo detrás de los ladrones.
Muchas personas me dijeron que lo que hice fue una locura, porque me expuse a que uno de los delincuentes me pegue un tiro. Pero bueno, son reacciones que uno no piensa. Yo lo que ví en ese momento es que me llevaban mi herramienta de trabajo", cerró.
Por último se hace saber que si alguien encuentra la documentación a nombre de José Franco, puede comunicarse a los números: 3426140409 ó 3425140550.