Desde 2005, cada 29 de enero, se celebra el Día Mundial del Rompecabezas o Puzzle Day, en inglés. Para conmemorar a uno de los pasatiempos más populares del mundo.
Este juego de ingenio y motricidad tiene su día de conmemoración. Conocé su origen y los beneficios que trae para la salud.
Desde 2005, cada 29 de enero, se celebra el Día Mundial del Rompecabezas o Puzzle Day, en inglés. Para conmemorar a uno de los pasatiempos más populares del mundo.
Una de las historias de origen que existe detrás de esta celebración es que fue una creación de las empresas de juguetes de Estados Unidos para aumentar las ventas.
Se cree que fue el geógrafo inglés John Spilsbury quien inventó el primer puzzle de la historia, alrededor del 1766. Tomó un mapa y recortó las figuras de cada país de acuerdo a sus fronteras.
Su idea era que los niños pudieran aprender geografía al armar la imagen con cada una de sus piezas y así dio origen, accidentalmente, al rompecabezas.
En 1820, los puzzles comenzaron a comercializarse como juegos para todas la edades. Y se convirtieron rápidamente en uno de los entretenimientos favoritos de la alta sociedad, aunque la época dorada de este juego se vivió entre los años 20 y 30.
"La realización de rompecabezas estimula el funcionamiento cognitivo, pone a nuestro cerebro en una situación nueva de desafío que debe resolver", aseguró el neurocientífico Ricardo Allegri, jefe del Departamento de Neurología Cognitiva de Fleni.
Ya sean de plástico, cartón, madera, metal o tela, los rompecabezas o "puzzles" ponen en juego "diversas funciones cognitivas como la percepción, el reconocimiento, el sistema semántico, la atención, la planificación general del movimiento, la elección de los actos simples motores para la acción y la motivación", enumeró Allegri.
Estos estímulos también actúan al nivel de la "motivación" e incluso se evidenciaron cambios en "en las redes de reposo" -fluctuaciones en la actividad cerebral- de quienes arman un rompecabezas.
La neurociencia cognitiva, encargada de estudiar estos fenómenos, utiliza este tipo de juegos de mesa con el propósito de estimular o rehabilitar funciones cognitivas en enfermedades neurológicas.
"El ejemplo son los múltiples trabajos que usan rompecabezas en los programas de tratamiento en pacientes con deterioro cognitivo leve para enlentecer su evolución hacia la demencia", indicó Allegri.
Si bien su recomendación se extiende a todas las edades, el especialista destacó que "en pacientes de la tercera edad, que dejaron sus actividades laborales, se utiliza como una forma más de mantenerlos activos", junto a otras estrategias.
Por su parte, la médica psiquiatra y psicoanalista infanto-juvenil Liliana Moneta destacó el rol del armado de rompecabezas en el trabajo psicoterapéutico en edades tempranas, tanto para la evaluación de "aspectos cognitivos" como "psicológicos", incluso en niños con desorden de déficit de atención.
"El rompecabezas es muy bueno para lo que es la coordinación motora del niño, como así también la parte visomotora", aseguró Moneta, también presidenta de la Asociación Argentina de Salud Mental (AASM) y agregó que "los beneficios están relacionados con el desarrollo de las capacidades potenciales que tienen los niños en edades tempranas".
"Ayuda a la concentración esto de armar el rompecabezas y ver las piezas, los bordes de la piezas, los colores que son adecuados, concordantes. El chico se concentra y desarrolla fundamentalmente los componentes visual, espacial y manual", remarcó.
Si bien la especialista indicó que los tradicionales rompecabezas pueden ser utilizados a partir de los cinco o seis años, también los hay para bebés, que incluyen diferentes formas, colores y texturas.
"No solamente hay una relación con las cuestiones de las texturas, sino también con lo visual en donde, por ejemplo, un círculo o un cono no entra dentro de un círculo, y así sucesivamente", puntualizó Moneta.
Asimismo, se refirió a su uso como herramienta en el psicoanálisis, por ejemplo en casos de pacientes con "aspectos de personalidad disociados, quienes través del armado de rompecabezas y de las verbalizaciones que se van realizando a medida que se va armando el rompecabezas, puede ser como unificados".
Entre los aficionados a este juego, que se puede encontrar en modelos de dos hasta miles de piezas, se encuentra Iván Dubner, quien desarrolló su propio emprendimiento para fabricar y comercializar rompecabezas, llamado Zeppelin Puzzles.
Dubner, quien vive de Santa Fe, contó que los juegos de mesa como los puzzles tuvieron "un pico a nivel mundial durante la pandemia" debido al aislamiento, y que si bien bajó el número de compradores, "mucha gente quedó enganchada".
Por este motivo, desde 2023 organiza torneos de rompecabezas -de las que ya fueron sedes provincias como Buenos Aires, Santa Fe y Mendoza- , en los que participan personas de todas las edades, incluidos niños y niñas en categorías no competitivas.
"Suele ser una actividad cultural inédita y bastante original", sostuvo y enumeró que el armado de rompecabezas implica "muchas cosa positivas, desde cuestiones blandas como desarrollar la paciencia, la perseverancia, el orden, la estrategia para las dividir piezas antes del armado, cosas que ayudan después para otro tipo de actividades".
A nivel mental -añadió- "se desarrollan una serie de cuestiones que llevan al cerebro a estar tan focalizado que muchos lo comparan con la meditación, lo que baja el estrés".
"Nos piden rompecabezas para armar parejas en conjunto, abuelos o abuelas que quieren armar con sus nietos, hijas e hijos con sus padres. Como regalo es un elemento social muy importante que va en contramano con la inmediatez de las redes sociales", concluyó Dubner.
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