En el invierno las bajas temperaturas, hace que muchas personas experimenten la incómoda sensación de tener los pies fríos. En la mayoría de los casos, esta sensación es temporal y desaparece al entrar en calor. Sin embargo, en algunas personas, los pies fríos pueden ser un síntoma de la enfermedad de Raynaud, una afección que merece una atención especial.
La reumatóloga Gabriela Bortolotto (Mat. 03216) explicó a El Litoral que “la enfermedad de Raynaud es una afección en la que el cuerpo reacciona de forma exagerada a determinadas situaciones.
Afecta principalmente las partes más externas y alejadas del cuerpo, como son la punta de los dedos de las manos, los pies, las orejas y la punta de la nariz. Cuando se produce un ataque, los vasos sanguíneos en estas áreas se contraen excesivamente, lo cual reduce el flujo de sangre y provoca síntomas como frío, dolor, entumecimiento y cambios en la coloración de la piel”.
Los síntomas clave incluyen dedos de las manos y de los pies fríos, cambios en el color de la piel, que puede volverse pálida por la falta de irrigación
La profesional detalló que la enfermedad de Raynaud se presenta en dos formas principales:
Primaria, es la forma más común y no está asociada con otras enfermedades. Puede ser tan leve que muchas personas no requieren tratamiento, y a menudo los episodios desaparecen por sí solos.
En contraste, la forma secundaria está relacionada con otras condiciones médicas, como el lupus, la artritis reumatoidea, la esclerosis sistémica y enfermedades hematológicas. Esta forma puede ser más grave y, si no se trata adecuadamente, puede causar un daño permanente en los órganos internos.
Raynaud es una afección en la que el cuerpo reacciona de forma exagerada a determinadas situaciones.
Causas y factores de riesgo
Bortolotto comentó que “la causa principal es el vasoespasmo, la constricción donde las arterias más pequeñas se contraen de manera exagerada y limitan el flujo de sangre a las extremidades”. Además, la entrevistada sostuvo que los factores de riesgo incluyen antecedentes familiares, género (es mucho más frecuente en mujeres que en varones), y la existencia de una enfermedad subyacente como la aterosclerosis, trastornos autoinmunes (como el lupus, la esclerodermia, la artritis reumatoidea) o trastornos hematológicos.
Factores desencadenantes
Entre los factores desencadenantes, la reumatóloga señaló la exposición al frío, el estrés, la ansiedad, el uso de ciertos medicamentos, el fumar y tener una ocupación que implique un movimiento o una vibración repetitiva con las manos. Estos factores pueden desencadenar los episodios de vasoespasmo que caracterizan la enfermedad de Raynaud.
La profesional explicó que “los síntomas clave incluyen dedos de las manos y de los pies fríos, cambios en el color de la piel, que puede volverse pálida por la falta de irrigación, luego azulada, y finalmente, cuando se restablece el flujo sanguíneo, adquiere un color rojo brillante. Otros síntomas pueden ser el entumecimiento de la zona afectada, el hormigueo, y a veces un dolor muy punzante. Algunos pacientes refieren que sienten los dedos como si estuvieran envueltos en algodón o como si tuvieran pequeñas agujas que los están pinchando”.
Bortolotto sostuvo que “el diagnóstico de la enfermedad de Raynaud generalmente se basa en una combinación de historia clínica, examen físico y algunas pruebas complementarias. En cuanto a la historia clínica, el médico va a preguntar sobre los síntomas, desde cuándo ocurren, si hay antecedentes familiares y si hubo un factor desencadenante como el frío, el tabaco o el estrés.
En el examen físico, se evaluará el área afectada y se buscará en el resto del cuerpo algún indicio de otra enfermedad. Entre las pruebas adicionales, pueden incluirse análisis de sangre para detectar alguna alteración y una prueba denominada capilaroscopia, mediante la cual se examinan los capilares en el borde de las uñas con un microscopio. Este método no invasivo permite observar patrones clásicos de diferentes enfermedades, ayudando a diferenciar entre las posibles afecciones y evaluar la gravedad del cuadro. Además, este estudio guía el tratamiento y previene complicaciones”.
En cuanto a los tratamientos disponibles para la enfermedad, Bortolotto indicó que “en primer lugar, se enfoca en el autocuidado y la prevención. Usar siempre ropa abrigada para proteger todo el cuerpo, especialmente las extremidades. Es recomendable utilizar medias gruesas y guantes, incluso cuando se va a introducir la mano en la heladera. También existen pequeños calentadores a pila que se pueden colocar en los bolsillos. Es fundamental evitar el tabaco, el estrés y ciertos medicamentos que pueden empeorar los síntomas”.
La reumatóloga añadió que además, “hay medicamentos que ayudan a dilatar los vasos sanguíneos para mejorar la circulación. Si hay una enfermedad subyacente, es muy importante tratarla, ya que puede desencadenar o agravar la enfermedad de Raynaud”.
Por último, la profesional ofreció recomendaciones para que los pacientes manejen los síntomas de la enfermedad en su vida diaria: “Siempre evitar el frío, el estrés y el tabaco. Adoptar una dieta rica en antioxidantes, ácidos grasos omega 3 y magnesio, mantenerse bien hidratado, y limitar la cafeína y el alcohol, ya que pueden empeorar el cuadro. Es crucial consultar con un profesional de salud para un enfoque más personalizado”.
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