Las várices, también conocidas como venas varicosas, son un problema común que afecta a una gran parte de la población, especialmente a las mujeres. Se trata de venas dilatadas y retorcidas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque son más frecuentes en las extremidades inferiores.
Más allá de ser un problema estético, las várices pueden causar molestias y complicaciones si no se tratan adecuadamente. Es importante aclarar que el control médico es fundamental para prevenir complicaciones.
A continuación, exploraremos formas naturales de reducirlas y aliviar sus síntomas.
Se trata de venas dilatadas y retorcidas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, aunque son más frecuentes en las extremidades inferiores.
Qué son las várices y por qué se forman
Las várices se forman cuando las válvulas unidireccionales de las venas, que ayudan a regular el flujo sanguíneo, se debilitan o dañan. Este debilitamiento impide que la sangre regrese eficazmente al corazón, lo que provoca que se acumule en las venas, dilatándolas y dándoles un aspecto retorcido y abultado. Las várices suelen tener un color rojizo o morado que se nota a simple vista en la piel.
El portal mejorconsalud.as explicó que existen diferentes tipos y grados de várices, clasificados según su desarrollo y síntomas:
Varices de Grado 1
Estas várices son finas y de color violáceo, a veces con forma estrellada, conocidas como arañas vasculares. Generalmente, son un problema estético, aunque pueden causar sensación de pesadez y cansancio en las piernas.
Varices de Grado 2
En este grado, las venas se vuelven más visibles y aparecen síntomas recurrentes como pesadez, cansancio, dolor, calambres, hormigueos, sensación de calor, picores y escozores.
Varices de Grado 3
Las venas están más dilatadas y los síntomas se agravan progresivamente. Pueden aparecer hinchazón, edemas y cambios en la coloración de la piel.
Varices de Grado 4
Son las más delicadas y suelen surgir en zonas con eczemas o úlceras, lo que las hace difíciles de tratar y propensas a infecciones.
Las várices pueden causar molestias y complicaciones si no se tratan adecuadamente.
Importancia del control médico
Aunque existen remedios naturales que pueden ayudar a aliviar los síntomas de las várices, es crucial acudir al médico para recibir un diagnóstico adecuado y determinar el tratamiento más apropiado. El control médico es fundamental para prevenir complicaciones como coágulos de sangre y úlceras.
Remedios naturales para aliviar las várices
Gracias a las propiedades de ciertos ingredientes naturales, es posible encontrar alivio para los síntomas de las várices. Entre los remedios más efectivos se encuentran el vinagre de manzana, el aloe vera y la zanahoria.
Vinagre de Manzana
El vinagre de manzana es conocido por sus propiedades antiinflamatorias y su capacidad para estimular la circulación sanguínea. Las compresas de vinagre de manzana son muy efectivas para aliviar los síntomas de las várices. Para utilizarlas, simplemente empapa una compresa en vinagre y colócala sobre la zona afectada durante 20 minutos.
Aloe Vera
El aloe vera es una planta con numerosas propiedades beneficiosas para la piel, incluyendo efectos calmantes y antiinflamatorios. Aplicar gel de aloe vera directamente sobre las várices puede ayudar a reducir la inflamación y aliviar el malestar.
Zanahoria
La zanahoria es rica en betacarotenos y antioxidantes, que pueden ser de gran ayuda para mejorar el aspecto de las várices y reducir los síntomas asociados. A continuación, te mostramos cómo preparar una crema casera utilizando estos ingredientes.
Pela la zanahoria y rállala finamente. Luego, licúala hasta obtener una pasta homogénea.
Retira las espinas de la hoja de aloe vera, córtala transversalmente y, con una cuchara, extrae el gel interior. Añade el gel a la pasta de zanahoria.
Agrega el vinagre de manzana poco a poco hasta obtener una pasta suave y cremosa. La mezcla no debe quedar demasiado líquida para facilitar su aplicación.
Aplicación:
Aplica la crema casera sobre las várices, masajeando en sentido ascendente, desde los tobillos hacia las pantorrillas. Esto ayuda a estimular el flujo sanguíneo.
Deja que la crema actúe durante al menos 30 minutos.
Enjuaga con agua fría o tibia.
Hábitos Saludables para Prevenir y Aliviar las Várices
Además de los remedios naturales, adoptar ciertos hábitos saludables puede contribuir significativamente a la prevención y alivio de las várices.
Realizar actividades físicas como caminar, nadar o montar en bicicleta mejora la circulación sanguínea y fortalece las venas. Es recomendable dedicar al menos 30 minutos al día a alguna actividad física.
Elevación de las piernas
Elevar las piernas por encima del nivel del corazón durante 15-20 minutos varias veces al día ayuda a reducir la hinchazón y mejorar el flujo sanguíneo. Este hábito es especialmente beneficioso después de largos periodos de estar sentado o de pie.
Dieta equilibrada
Mantener una dieta equilibrada rica en fibra y baja en sodio puede ayudar a prevenir la retención de líquidos y la hinchazón. Consumir alimentos ricos en antioxidantes, como frutas y verduras, también puede mejorar la salud venosa.
Evitar el uso de ropa ajustada
La ropa ajustada puede dificultar la circulación sanguínea. Optar por prendas holgadas y cómodas permite que la sangre fluya con mayor facilidad.
Uso de medias de compresión
Las medias de compresión pueden ser útiles para mejorar la circulación sanguínea y reducir los síntomas de las várices. Consulta con un médico para determinar el tipo y nivel de compresión adecuado para ti.