La prolongada e interminable disputa de poder de los dos sectores antagónicos en la llamada "Barra Brava" de Colón lo empieza a acorralar al popular club del Barrio Centenario al borde del abismo. "En cualquier momento, estos delincuentes, de un lado y del otro, nos van a suspender un partido", fue el comentario más escuchado de los hinchas y socios genuinos, los que pagan la entrada o la cuota; los que de verdad quieren a Colón como un sentimiento.
"Si el martes, contra Peñarol y con las exigencias de la Conmebol, se llega a vivir lo que pasó anoche contra Aldosivi, será el club el que pague las consecuencias", fue otra de las frases que sonaron en el Cementerio de los Elefantes. Hay que recordar que este martes, desde las 19.15, el Colón de Julio César Falcioni recibirá al amarillo y negro, el más grande de Uruguay, por la Copa Libertadores de América. La cancha no tendrá lugar ni para un alfiler: 38.000 sabaleros y 2.000 visitantes que llegarán desde Montevideo.
Esta semana, pensando en Colón-Peñarol, se sucedieron las reuniones de todo tipo: Colón-Gobierno; Colón-UTEDyC; Colón-Policía; Colón-Municipalidad. Sin embargo, anoche antes, durante y después del partido con Aldosivi de Mar del Plata, hubo corridas, agresiones, amenazas y la promesa (con cánticos de una cabecera a la otra) de "esto no termina acá, la seguimos el martes".
En los códigos de tribuna, el sector que se hace llamar "Los de Siempre", se considera la "Barra Oficial", ubicándose en el espacio histórico detrás del arco norte, que da espaldas a J.J.Paso. De un tiempo a esta parte, cobró protagonismo la llamada "Barra Disidente", que se hace llamar "La Negrada" y se ubica de espaldas al arco que da al FONAVI.
Las amenazas, en redes sociales, vienen desde hace meses. Sin ir más lejos, cuando Colón jugó frente a River en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero, hubo un primer quiebre: "Los de Siempre" ingresaron a la cancha; "La Negrada" ni siquiera pudo pasar el límite con la provincia norteña y se volvieron, en los mismos micros, escoltados por la Policía. Un hecho similar se vivió por Copa Argentina, entran uno y mandan "de vuelta" a los otros.
Tenés que leerMiedo y bronca: qué pasó en la platea Este de ColónEl segundo capítulo grave, luego de entrar un grupo y no el otro, fue contundente: ataque a balazos a la sede sabalero y la leyenda: "Entramos todos o se pudre todo". Los balazos se replicaron, al menos, una vez más en la sede sabalera.
Este jueves por la noche, antes, durante y después de Aldosivi, las dos facciones de la barra brava sabalera ("Los de Siempre" en la norte y "La Negrada" en la sur) eligieron como round de disputa la Platea Este, un lugar repleto de socios e hinchas "comunes", además de varios grupos familiares, con niños.
"Los del FONAVI usaron una plataforma donde estaban los parlantes gigantes, la usaron de trampolín y se pasaron a la Este. Hubo un pibito que se cruzó todo y quemó una bandera del otro lado. Casi no había policías y los poquitos que estaban, miraban para otro lado. Fue un caos: se corrían con chuzas, facas y algunos hasta vieron armas; todo ésto con el partido en disputa. Fue gravísimo, nunca visto así, en el medio de la cancha y a la vista de todo el mundo. Hubo gente, fundamentalmente padres de familia con sus hijos, que aseguraron que no vuelve más", fue uno de los tantos mensajes recibidos por El Litoral esta mañana.
"Les pido ni papelitos ni bengalas ni nada. Les encargamos encarecidamente a los socios porque no se puede demorar un minuto el inicio de un partido en Conmebol. Les pido a los socios que, entre todos, cuidemos al club", había sido el mensaje del presidente José Néstor Vignatti en su rueda de prensa del día martes, donde justamente hacía foco en el comportamiento de la gente.
En las últimas horas, por ejemplo, se pudo ver una excelente relación de los dirigentes de Colón con los referentes policiales, recorriendo cada rincón del Cementerio de los Elefantes y no dejando ningún detalle librado al azar para este martes a las 19.15.
Lo que ocurre es que en este marco de diálogo, lo de anoche claramente fue un doloroso paso atrás en todo sentido para Colón. Porque el club y su gente de verdad (el socio que paga la cuota o el hincha que compra la entrada) quedaron al borde de lo peor. Colón, sin dudas, está atrapado en la interminable interna de dos facciones que pelean desde cada una de las cabeceras ("Los de Siempre" en la norte y "La Negrada" en la sur) quién se queda con el poder total para controlar el estadio.
Al cierre de esta edición, más allá de la bronca que manifestaron hinchas y socios sabaleros en sus redes sociales, el Club Atlético Colón no había emitido ningún comunicado al respecto. Del mismo modo, con tantas filmaciones y fotos de celulares viralizadas en la Platea Este, tampoco había trascendido que algunos de los violentos hubiera sido identificado y/o demorado. Lamentable.