Renunció Sebastián Méndez: una bomba que a Unión le explotó en las manos
Algunos dirigentes se enteraron antes del partido, el equipo brilló en la cancha y ganó 3 a 0, en la conferencia no dijo nada pero hoy se lo comunicó a los jugadores. Hay mucho enojo en Unión, con él y con la actitud de Vélez.
Renunció Sebastián Méndez: una bomba que a Unión le explotó en las manos
La sorpresa fue mayúscula y para todo el mundo Unión resulta inexplicable. Sebastián Méndez dejó de ser el entrenador rojiblanco. A los dirigentes les comunicó (no él sino por medio de su representación) la decisión antes del partido y este domingo se despidió de los jugadores. Se va luego de esta racha de seis encuentros sin perder (4 triunfos y 2 empates) y después de haber protagonizado el mejor partido, con una actuación estupenda.
El comunicado de la comisión directiva de Unión no se hizo esperar: “El Club Atlético Unión comunica que Sebastián Méndez renunció de manera unilateral e indeclinable a su cargo de entrenador para tomar la dirección técnica del club Vèlez Sársfield.
La decisión intempestiva de Sebastián Méndez nos genera una gran decepción al igual que el accionar de Vélez Sarsfield contactando a un entrenador que está en plena competencia y que tiene contrato vigente con otro club de la misma liga y torneo.
Ante esta situación y habiendo agotado todas las posibilidades de convencer a Sebastián Méndez se iniciaron gestiones para la contratación de otro cuerpo técnico que asumirá en los próximos días”.
La actitud desleal de Vélez cayó muy mal en la dirigencia de Unión. De acuerdo a lo que investigó El Litoral, un par de dirigentes sabían de la decisión de Méndez antes del partido, pero esperaban que él se los comunique. La información que manejaban los directivos en la cancha, llegaba desde la representación del entrenador.
Incluso, llamó la atención que, en la conferencia luego del partido, haya cambiado su pensamiento con relación a la posible salida de jugadores. “Yo no soy quién para cortarle la carrera a un jugador”, señaló, cuando se le preguntó por alguno de ellos, especialmente por Machuca.
Hay un detalle que no puede pasar desapercibido: el miércoles, en la reunión del oficialismo con los sectores opositores, se había llegado al CONSENSO ABSOLUTO DE QUE NO SE VENDA MÁS A NADIE, luego de lo que fueron las salidas de Esquivel y de Mele, titulares con el Gallego.
“Me fui de la cancha devastado y esperando que no sea cierto todo lo que nos habían dicho”, confió a El Litoral un alto directivo tatengue. El domingo se consumó todo: los jugadores habían sido citados en Casasol y Méndez se despidió de ellos. Se dice que había algunos que sabían, antes del partido, de la decisión del entrenador. Sea o no cierto, hay otro detalle que no es menor: la enorme actuación del equipo, la mejor desde la llegada del entrenador.
Méndez había reclamado a la dirigencia, en forma pública, que no se venda a ningún otro jugador. Y todos eran conscientes de que había (hay) que reforzar el equipo. “Pidió cuatro que vengan a ponerse la camiseta y alguno más para completar el plantel”, fue lo que le dijeron a El Litoral. O sea que se había hablado ya de refuerzos y posiblemente hasta de nombres (por algo surgieron algunos, como el caso de Bou).
La actitud de Méndez fue muy desconsiderada. Y ni hablar la de Vélez. Los técnicos hablan de proyectos y muchas veces los dirigentes no los sostienen ni defienden como debe ser, pero también existen estos comportamientos que pueden llegar a dañar seriamente la relación entre las instituciones. Y sorprende que venga de Vélez, aunque ya uno esté “curado de espanto” con las cosas que pasan en el ambiente del fútbol.
A propósito, Vélez recibirá a Unión en menos de un mes (fin de semana del 23 de julio), por la penúltima fecha del campeonato, en Liniers. Y es un deudor de Unión, ya que no le ha pagado al club de la avenida los 600 mil dólares que le adeuda por el pase de Mauro Pittón.