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Ni Spahn ni Rubiola -representante del jugador- hablan del tema Soldano por ningún lado. Así las cosas, el que está feliz es Madelón: tiene al “9” por ahora.
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El secretario deportivo del Club Atlético Unión, Martín Zuccarelli, confirmó a El Litoral que “no recibió ninguna comunicación de los dirigentes tatengues en sentido contrario”, por lo que el delantero y goleador Franco Soldano está “totalmente disponible” para que Leonardo Carol Madelón lo pueda usar en el partido del próximo lunes a las 17.45 contra San Martín en Tucumán.
Si bien se habla de un avance cada vez más importante del Olimpiakos de Grecia y de varios clubes preguntando condiciones contractuales del atacante tatengue, nada está definido en el futuro de Soldano. Hoy es jugador de Unión, el club tiene el 75 por ciento de la ficha y su contrato está vigente hasta julio del año que viene.
Habló Madelón
En el programa radial oficial (“La vida color de Unión”) de la entidad rojiblanca fue invitado Leo Madelón, el entrenador tatengue, quien dejó frases interesantes:
— “Spahn vino con su gente a uno de los entrenamientos. No está todo mal, pero la comunicación es un gran problema, lo tengo yo con mis colaboradores, los gobiernos lo tienen. Es un gran problema y comunicarse es gratis; si no te comunicas el otro piensa que no lo querés ayudar y eso genera distancia. Yo no tengo problemas con los dirigentes, puedo tener discusiones o exigencias como las tienen ellos conmigo”.
— “Para que vean como es la tecnología. Una vez tuvimos varios días de lluvia y no podíamos entrenar. Armaron un video y preparamos la pelota parada así y salió bien. Es impresionante. La tecnología sirve y el ojo del entrenador también, hay que mezclarlo. Nosotros le ganamos a Independiente y no teníamos un drone. El secreto es el liderazgo”.
— “Yo acá tengo una calidad de vida muy buena, eso me lo da los resultados. Con el cuerpo técnico tenemos que buscar seguir, pero de a poco para buscar algo grande. Me quedaron dos cosas pendientes del torneo pasado. Ganar en la bombonera y en Tucumán. La segunda es hacer goles desde los tiros de esquina, fuimos uno de los equipos que más centros tiramos y los que menos goles convertimos por esa vía”.
— “Me gusta el clásico en esa fecha. Cuando llegue vamos a trabajarlo y hay que llegar bien. Los dos equipos lo queremos jugar, que se juegue de entrada está bueno. Todavía no pienso en eso”.
— “Yo lo hablo a Franco y le digo que algún día se va a ir bien. No le voy a cortar nada, eso va de por vida y es una mochila que no te sacás bien. Se lo toma bien y está preparado, el grupo también lo está. Si me preguntan, pienso que no conviene que se vaya, no es el momento. Quizás si espera puede ir a un equipo más importante, no me gustaría que se vaya porque sí”.
San Martín “debuta” con Unión
San Martín de Tucumán —que postergó la primera fecha ante Independiente— está a días de jugar el partido que sus hinchas esperan desde que consiguió el ascenso. La espera se hizo larga. Pareció eterna. En el medio de tanta efervescencia, donde en La Ciudadela casi nadie puede dormir por las noches, hay una persona que está al borde del colapso. “Te juro que no lo puedo creer. Todavía no caigo”, le confiesa Maximiliano Martínez al diario La Gaceta, luego de la práctica vespertina que resultó positiva desde lo futbolístico.
Mientras espera por Unión, el equipo titular desplegó fútbol del bueno y eso levantó los ánimos en Bolívar y Pellegrini. “Estamos bien. Hicimos buenos amistosos. En el partido de Copa también mostramos cosas positivas. Venimos levantando”, explica el lateral que pide a gritos que llegue el bendito lunes para salir al campo de juego y disfrutar ese momento especial de debutar en la Superliga.
Criado en las inferiores de Newell’s, “Maxi” llegó a San Martín y tuvo que aguantar la parada en los peores años. Las pálidas del Federal “A” le comieron la cabeza, pero, tras su paso por All Boys retornó en el mejor momento: para ascender a la Superliga. Aún así, pese a que ya pasaron algo más de dos meses de aquella tarde mágica contra Sarmiento, de Junín, el defensor pide que lo pellizquen para darse cuenta de que faltan horas para debutar en la máxima categoría del fútbol argentino vistiendo la camiseta del club que ama.
“Estoy como loco, con ansiedad. No jugamos la primera fecha y eso quizás ayudó para que hoy esté así. Pero bueno, tengo que tranquilizarme porque en la Superliga no se pueden dar ventajas. Los equipos te matan al primer error”, baja los decibeles el defensor.
Si bien el inicio del torneo parece nublarle la vista, Martínez no come vidrio y sabe que para cumplir el otro sueño (que San Martín logre afianzarse en la máxima categoría) deben hacer bien las cosas desde el primer segundo en la categoría. “Tenemos que tratar de hacernos fuertes en nuestra casa. Y para eso es clave ganar el primer partido. Eso nos dará un lindo envión”, concluye “Maxi”, quizás el más entusiasado porque San Martín, “su” San Martín querido, vuelve al fútbol grande.