Poco para rescatar en el rendimiento individual y colectivo
Unión cosechó (el resultado), más de lo que sembró (el juego)
Vera entró bien, Luna Diale tuvo el mérito del gol, más el empuje de Portillo y el de Corvalán. Hubo partidos en los que Unión jugó mejor y se quedó con un punto o con nada. Esta vez, con menos, ganó.
Unión cosechó (el resultado), más de lo que sembró (el juego)
El hincha quiere ganar. Eso es más viejo que el fútbol mismo. Después, analiza si el equipo jugó bien, regular o mal. La realidad es que hubo muchos partidos en los que Unión jugó mejor que ante Arsenal pero se quedó con las manos vacías o rescatando un puntito. Esta vez, el juego fue inversamente proporcional y sin relación con el resultado. Arsenal consiguió el objetivo de “enmarañarlo” a Unión y el partido parecía “figurita repetida”: Unión con la pelota, el terreno y también llevando a cuesta su impotencia. Esta vez, el final fue feliz porque Luna Diale aprovechó una “corajeada” de Corvalán y en una jugada que se ensució adentro del área chica, apareció el jugador que perdió la titularidad en los últimos partidos para convertir y desatar la euforia en el 15 de Abril.
Mele (5) no tuvo casi trabajo, porque el rival no lo exigió y apenas debió intervenir en un par de oportunidades y sin que sean jugadas de riesgo. Gerometta (4) tuvo un primer tiempo para el olvido, con muchas imprecisiones en el manejo de la pelota, con lo cuál Munúa decidió que ingrese Vera (6), que terminó siendo uno de los mejores de Unión, prácticamente jugando más como wing derecho que como marcador de punta.
Por adentro, Calderón (5) y Polenta (5) tampoco tuvieron demasiado trabajo y respondieron sin mayores exigencias ni complicaciones. En el caso de Calderón, ganando luego de bastante tiempo un cabezazo en el área adversaria, que se fue muy cerca del palo derecho de Medina. Por último, Corvalán (6) fue otro de los jugadores para rescatar en Unión. Una proyección suya, con mucha confianza y llegando hasta el fondo, desembocó en un centro que luego de un par de rebotes le quedó a Luna Diale para convertirse en el gol de la victoria.
En el medio, Machuca (5) tuvo una buena ocasión en el primer tiempo pero su remate fue tapado por el arquero de Arsenal. Y en el complemento apareció más en acción, pero lateralizando o centralizando el juego, sin darle profundidad. Portillo (6) fue el iniciador del juego y se paró bien delante de la línea de cuatro, Roldán (5) tuvo buena recuperación y ganó y perdió en el manejo de la pelota, mientras que Zenón (5) intentó desbordar por afuera, apareciendo más en el primer tiempo que en el segundo hasta que Munúa decidió reemplazarlo.
Cañete (5) fue diluyéndose a medida que transcurrieron los minutos, inició un buen contragolpe en la parte inicial que no terminó bien e intentó juntarse con Luna Diale (6) cuando Munúa lo mandó a la cancha y se encargó de estar en el momento exacto y en el lugar indicado para convertir el gol de la ajustadísima victoria, mientras que Marabel (5) se mostró participativo, decidió no definir en la jugada más clara del primer tiempo, cuando, entrando por el medio, amagó pegarle de zurda y abrió para Machuca, que disparó y tapó Medina. En el complemento, el paraguayo obligó a otra intervención del arquero rival con otro mano a mano que Medina supo conjurar.
Además de Luna Diale y Vera, también entraron Castrillón (4), con poca incidencia en el juego y perdiendo en el mano a mano con Chimino. También tuvo la chance el Rayo González, que acertó muy poco en sus intervenciones y Leonel Bucca, que se paró al lado de Portillo para ayudarlo en la marca y aguantar el envión final de un Arsenal que, en los últimos minutos, arriesgó todo lo que no había arriesgado hasta ese momento.
Conclusión: Unión ganó sin jugar bien. A veces, el fútbol ofrece esta paradoja y equipos que no logran un buen funcionamiento, se suben al carro de la victoria. No discuto la legitimidad ni tampoco el merecimiento. El hecho de no haber jugado bien no implica que no haya ganado bien. Unión ganó bien, pero en el juego quedó en deuda.
Vaya una por tantas. Porque como característica clara de la irregularidad e inestabilidad del equipo, Unión ha sufrido en partidos que no merecía perder o en los que tenía pasajes de buen fútbol que no le alcanzaban para quedarse con los tres puntos. Esta vez, Unión se encontró con un rival muy molesto que lo llevó al terreno que le convenía. Y frente a esa complicación casi extrema, la respuesta de Unión no era lo suficientemente buena en lo futbolístico. Pero con tesón, entusiasmo y empuje, logró el gol que le diera la victoria que dejó contento al hincha… Al hincha, porque seguramente Munúa habrá visto varias cosas que no terminaron de convencerlo ni de conformarlo.