¿Los necesita a los tres puntos para soñar con la Copa Sudamericana? Ya no. ¿Los necesita para pensar en el promedio del año que viene?: Ya no, porque se va a eliminar esa forma de descender. ¿Los necesitaba a los tres puntos por algo especial?: la respuesta es sí. Necesitaba ganar para darle una alegría después de mucho tiempo y en parte agradecerle la fidelidad a su gente que siempre lo aguantó en las tribunas del 15 de Abril.
Como será de dañina la sequía que, esta vez, debió gritar un gol desde abajo del arco mismo de Medina y hasta con suspenso por la revisión del VAR para poder ganar. Pero fue justo ganador, lo buscó más en el complemento y fue el premio merecido para tantos partidos “aguantando” con el aliento desde las tribunas de López y Planes.
La previa, con la vuelta de Leonardo Carol Madelón pisando el 15 de Abril (una sola vez lo enfrentó como DT a Unión en Santa Fe y fue cuando dirigía a Olimpo de Bahía Blanca), pareció un cumple. Banderas, plaquetas, foto familiar de regalo (Leo abuelo) y la ovación esperada desde los cuatro costados, a lo que el último “10” romántico respondió abriendo los brazos y festejando. Estaba en su casa el dueño de la pelota.
Por el lado de Unión, el balance de cómo llegaba el Tate a este juego, con apenas 6 puntos juntados de los últimos 33 que puso en juego, indicaba que el equipo se fue despidiendo de a poco de cualquier tipo de sueño copero. Ni siquiera ese asterisco del pendiente con Talleres (tiene el Tate un partido menos en Córdoba), le sirvió como inflador anímico a Unión.
En la semana previa al juego con Arsenal, de la mano del ovacionado Leonardo Carol Madelón, justamente se cumplió un año de la llegada del uruguayo Gustavo Munúa a Unión.
Fueron, antes de recibir a los del Viaducto, un total de 57 partidos, con 20 victorias,13 empates y 24 derrotas. Un rendimiento de efectividad un poquito arriba del 40 por ciento de los puntos cosechados.
Siempre quedó la idea flotando que este laburante en el banco fue mucho mejor formador, docente y “acompañante” de los canteranos tatengues que un estratega táctico para hacer que el equipo explote.
Nadie puede negar, en la era Munúa, el crecimiento de jugadores como Gastón “Picotón” González (vendido a la MLS), Franco Calderón (lo siguen varios clubes) o Juan Ignacio Nardoni por nombrar los tres que más brillaron.
Es raro el análisis, porque varios de los jugadores se cotizaron, el mismo entrenador tiene ofertas de varios lados pero el sueño de la Copa se hizo pedazos. Y el equipo se quedó empantanado, lejos de esas lindas fotos parciales de protagonismo (llegó a quedar segundo el día que le ganó a Vélez con gol de Marabel en el debut).
El equipo dio todo, no tiene más. Fue digno, nadie se guardó nada. Con el entrenador pasó lo mismo, tocó techo en Unión. Aportó lo mejor que podía darle.
Lo cuestionable de Munúa, algo que seguramente corregirá con todo el camino que tiene por delante como DT, es su mensaje cuando dice “el equipo juega bien, pero el resultado es otra cosa”. Ese divorcio, en el mundo del actual fútbol profesional, no existe. Y un 40 por ciento de rendimiento no garantiza nada en ningún lado.
Vamos al partido, sin dudas el sábado ventoso en la ciudad de Garay les voló las pocas ideas que a esta altura de la temporada pueden tener Unión en caída libre y Arsenal rascando la olla. “Este equipo, con lo del descenso, vivió de urgencias todo el año”, dijo Madelón ni bien bajó del micro y recibió los primeros tempraneros aplausos.
Una sola jugada de gol en 45 minutos reflejó el aburrimiento de ese primer tiempo. Era inexplicable tanta gente para semejante “bodrio”. Mala salida de Arsenal, bochazo de Zenón a Marabel, buena pausa del paraguayo con los centrales de Sarandí esperando que llegue alguien. Y se alguien fue Machuca, que usó un tiempo de más, control demorado y el derechazo que le dio tiempo a Medina para reaccionar. Antes y después de eso no pasó nada en las áreas.
En el complemento, a los diez minutos, puso el despertador Munúa: Castrillón y Luna Diale a la cancha. Antes, había entrado Vera.
Con esos retoques, lo mandó al frente y lo mejoró. Se fue aproximando al gol hasta que lo consiguió, lo defendió con uñas y dientes hasta el pitazo final.
Lo festejó Unión y la gente esta vez se llevó su merecido premio. No sirve para la Sudamericana y no incidirá para un desaparecido promedio en 2023. Esta vez, los tres puntos sirvieron para que el equipo le regalara algo a su incondicional gente. Era hora de que este Unión, desde adentro, se acordara de los miles y miles que siempre lo aguantaron en las malas desde afuera.
Lo que viene para el Tate
Después de este partido con el Arsenal de Leonardo Carol Madelón, el equipo rojiblanco tiene programados los dos próximos juegos en lo que será el sprint final de la temporada en la Argentina, antes del Mundial FIFA 2022 de Qatar.
El viernes 14, por la fecha 25, deberá visitar al Halcón de Varela. Este partido del Tate en la cancha de Defensa y Justicia fue programado por la Liga para arrancar a la hora 19 (lo habían programado para las 21.30 pero luego lo adelantaron).
Luego, por la fecha 26 deberá otra vez jugar lejos de Santa Fe. En este caso, nada más y nada menos que en el Monumental José Fierro para visitar a un Atlético Tucumán que meterá una multitud en el estadio de calle 25 de mayo. Este cruce irá en el Jardín de la República el lunes 17 de octubre desde la hora 21.30.