El Unión del nuevo DT: volvieron la intensidad y los “goles errados”
El “desbloqueo anímico y mental” que propuso el Gallego Méndez, funcionó. Unión fue ese equipo que irradió ganas y entrega durante los buenos tiempos de Munúa. Y también fue el mismo que desperdició situaciones muy claras. Por eso no ganó.
El Unión del nuevo DT: volvieron la intensidad y los “goles errados”
Cambió el clima, cambió el humor de la gente, no cambiaron las urgencias ni tampoco las necesidades. Cambió el técnico y también hubo un cambio de actitud. Se lo vio a Unión con las mismas ganas de los mejores momentos con Munúa, cuando el equipo, por ejemplo, salía con mucha convicción a llevárselo por delante al rival en los primeros minutos, sobre todo cuando jugaba de local. Eso sí, lo que no cambió es la ineficacia, la manía de desperdiciar situaciones muy propicias, como los dos mano a mano (no fueron las únicas) que tuvo Luna Diale y que podrían haberle dado una victoria que mereció largamente.
¿Qué es esta “versión Gallego” de Unión?
1) Un equipo que recuperó la autoestima perdida, que levantó en lo anímico y con jugadores que se mostraron ante el nuevo entrenador. ¿En qué se vio?, en la intensidad con la que fueron a disputar cada pelota dividida, a pelear el partido cuando había que pelearlo y a llevárselo por delante al rival, planteando decididamente el partido en el terreno de Tigre durante todo el segundo tiempo.
2) En lo táctico, libertades para los dos marcadores de punta, dos volantes centrales, dos jugadores más arriba y por adentro (terminaron haciendo una especie de cuadrado Roldán-Aued, más retrasados, con Luna Diale-Juárez, más adelantados) y dos que fueron por afuera (Machuca por derecha en el primer tiempo y el Rayo González por izquierda).
3) Hubo decisiones que tomó Méndez en el segundo tiempo que potenciaron al equipo. Por ejemplo, pasarlo a Machuca a la izquierda y poner a Castrillón por derecha cuando, naturalmente, jugaban al revés. El segundo tiempo fue todo de Unión, pero sin la eficacia necesaria para llevar a la red esa superioridad. Y ocasiones no le faltaron.
4) Se notó un repunte en el orden defensivo, aunque manteniendo la falta de seguridad en el juego aéreo defensivo. Unión es un equipo al que le cabecean mucho y le han convertido varios goles de cabeza. Es el equipo con mayor cantidad de goles en contra y lo superará Arsenal si le convierten dos en el partido que jugará en Junín, este lunes ante Sarmiento. Haber mantenido la valla en cero es un dato favorable y posiblemente sea un elemento que cuente a favor de estos pocos días de trabajo del nuevo técnico.
El abanico de sistemas de Méndez es bastante amplio como para encasillarlo. El habló de un plantel con opciones. Quiere decir que tiene jugadores con características propias como para implementar cualquiera de los sistemas. El de este domingo ante Tigre fue un 4-4-2 que se convirtió en un 4-2-4 a la hora de atacar. Muy flexible y con jugadores de mitad de cancha hacia adelante que no se quedaron estáticos o esperando que la pelota les llegue.
Sin dudas que el inflador anímico funcionó y hubo un desbloqueo importante en ese aspecto. No tuvo un golpe del que debiera recuperarse, como por ejemplo le pasó ante Belgrano, cuando en un partido que era parejo, sufrió la expulsión de Gordillo y, enseguida, los dos golazos que lo llevaron a Belgrano al vestuario con una ventaja de 2 a 0 que luego supo justificar plenamente en el segundo tiempo. De todos modos, se vio a un equipo confiado, aguerrido y que recuperó esa intensidad que fue un verdadero ADN futbolero durante el tiempo que duró la conducción de Gustavo Munúa y que se había perdido en los últimos partidos.