Hay 150 mil personas por debajo de la línea de pobreza en la ciudad de Santa Fe
El intendente Emilio Jatón y referentes sociales reflexionaron sobre la realidad local en relación al índice de 42% de pobreza nacional difundido este miércoles por el INDEC.
Hay 150 mil personas por debajo de la línea de pobreza en la ciudad de Santa Fe
Viernes 2.4.2021
/
Última actualización 1:04
Según informó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el nivel de pobreza en la Argentina ascendió al 42% en el segundo semestre del 2020, con un incremento de casi siete puntos porcentuales respecto del mismo período del 2019; y la indigencia, en tanto, se ubicó en el 10,5%, frente al ocho por ciento del mismo período del año previo.
Consultado por El Litoral, el intendente de la ciudad de Santa Fe, Emilio Jatón, reconoció que “hay mucha gente que la está pasando muy mal” y estimó en unas 150 mil a las personas en situación de pobreza e indigencia, que se concentran sobre todo “en el cordón noreste y noroeste” de la ciudad de Santa Fe.
“Las cifras son alarmantes pero en la ciudad de Santa Fe tenemos que discutir de una vez por todas las desigualdades, porque esos números tienen que ver con la estadística, pero a la realidad la conocemos y estamos trabajando para eso; por eso estamos hablando del nuevo frente urbano, que la principal cantidad de obras va para ese sector”, aseguró Jatón.
La “guita” y los mecanismos de defensa y subsistencia
Por su parte, José Luis Ambrosino, representante del Movimiento Los Sin Techo, advirtió que en la ciudad de Santa Fe, “con ocho tomas en distintos barrio de la ciudad, la canasta básica alimenticia está en $ 24.300”. “Si vos sumás en una familia normal que tiene dos chicos dos asignaciones, $ 4.300, menos el 20%, le da más o menos ocho mil pesos, no llegan a 24 mil, eso lo tienen que cubrir con changas y lo que sea y después todavía tiene que ir el chico a la escuela”, dijo a El Litoral el referente social, al tiempo que argumentó que, “en la escasez, a la gente le carbura la mente, ya no piensa en mañana, piensa en dentro de un rato y apela a todos los medios, prostitución, usura, roba, mentiras...un mecanismo de susbsistencia y de defensa”. “En los casos más dramáticos son extremos pero en los casos menos dramáticos aquella persona que va al usurero y pide cinco mil pesos, tiene que devolver diez mil en dos meses y sabe que tampoco los va a devolver, pero faltan dos meses…”, opinó.
“En este momento, para el problema estructural de la pobreza, el gobierno nacional, provincial y municipal están metiendo muchos programas, pero el tema es comer...en el lunfardo metropolitano, las familias “necesitan guita”, consideró Ambrosino.
Para la Iglesia, la pobreza afecta al cien por ciento de los argentinos
Con una mirada más conciliadora y en ocasión de la Semana Santa, el Padre Matías Vecino, sacerdote de la parroquia San Cayetano de la ciudad de Santa Fe, relacionó el crecimiento de la pobreza con “la cruz de Jesús” y “las cruces de la Argentina, en general: la violencia, el resentimiento, la inseguridad, las adicciones, el desempleo y la falta de dignidad”, porque, según dijo, “detrás de un número que parece económico, en realidad hay un problema mucho más integral”.
“Preparando la homilía para el Viernes Santo podemos quedarnos en las causas de la cruz, le podemos echar la culpa a los dirigentes judíos, a Pilatos que se lavó las manos, a los discípulos que no estuvieron a la altura de las circunstancias e incluso a Dios le podemos echar la culpa...y nosotros, frente a nuestra cruz, también le podemos echar la culpa a todo el mundo, de hecho es lo que solemos hacer, echar la culpa a los de afuera -desde los dirigentes hasta quien fuere- y no asumirla uno; pero también podemos mirar la cruz de Jesús desde los efectos, y nos trajo reconciliación, salvación, nos ayuda a encontrar el sentido del dolor para que podamos aprender a madurar”, reflexionó el religioso.
“Por ahí tiene que pasar el hecho de ver este número; el tema de la pobreza también nos tiene que unir a todos porque no afecta solamente al 42% de los argentinos -y eso que es un montón-: afecta también a la otra mitad, a todos nos afecta y, por lo tanto, solucionando el problema de ese 42% solucionamos también nuestros problemas como sociedad”, concluyó.