Lunes 30.11.2020
/Última actualización 20:05
La experimentación con el Covid-19 no tiene límites al ser un virus que llegó para trastocar la vida de las personas. Es por eso que el estudio de su comportamiento en sociedad es fundamental para planificar y tomar las mejores decisiones para evitar contagios masivos.
En este sentido, dos científicos santafesinos, los ingenieros mecánicos Damián Ramajo y Santiago Corzo, pusieron manos a la obra y desarrollaron una herramienta para conocer más sobre la transmisión del virus en los colectivos de pasajeros.
"Empezamos a estudiar el transporte urbano con la mecánica-computacional, es decir simulaciones", comentó Corzo y explicó que en los estudios se considera a los pasajeros sin el uso de barbijos: "El uso del tapabocas generaría una distribución similar pero con menos velocidades y con distancias más cortas de propagación del virus", mencionó en diálogo con El Litoral.
Este estudio reciente, tiene como finalidad analizar el transporte de partículas producidas al hablar, toser o estornudar en un recinto cerrado (específicamente como lo es un colectivo), a fin de comprender la propagación del virus. Con esta preocupación muy importante para la salud pública, comenzaron a analizar distintos parámetros tales como la posición de los pasajeros y la influencia del aire acondicionado, entre otros aspectos.
Entre sus conclusiones, las más significativas (para considerar en el sistema de transporte urbano en vistas a la salud de usuarios y de la comunidad en general), refieren a:
-Que el estornudo genera grandes gotas que viajan hasta 2 metros y caen sobre las superficies en menos de dos segundos, generando grandes zonas de contaminación, aunque por el tamaño de las gotas, el aire acondicionado no afecta la distribución de las mismas.
-Que la tos genera gotas más pequeñas que sí son fácilmente transportadas por la circulación del aire acondicionado, aunque luego de los 20 segundos, la mayor parte de las gotas se evapora.
-Que el habla genera una gran cantidad de aire exhalado que rápidamente se propaga a lo largo del colectivo, por lo que el aire acondicionado favorece su propagación, aunque reduciendo notoriamente la concentración, cuestión muy relevante ya que aminora la concentración de virus.
Gentileza Conicet Con su trabajo, los científicos santafesinos lograron identificar el nivel de evaporación de la saliva dependiendo del tipo de exhalación, el grado de transporte aéreo y el nivel de contaminación provocado.Con su trabajo, los científicos santafesinos lograron identificar el nivel de evaporación de la saliva dependiendo del tipo de exhalación, el grado de transporte aéreo y el nivel de contaminación provocado.Foto: Gentileza Conicet
Aire acondicionado ¿sí o no?
El uso de aire acondicionado o no en espacios cerrados es uno de los puntos a discutir en la actualidad, sobre todo teniendo en cuenta la proximidad del verano y que las altas temperaturas llegaron para quedarse unos meses.
"Sin aire acondicionado lo que vemos es que se genera una ´pluma de concentración`, con alta concentración de aire exhalado y que afecta a varias personas que están alrededor de las personas. Lo que hace el aire acondicionado es distribuirlo por todo el colectivo bajando la concentración, a priori no sabemos si es mejor", analizó Corzo. Sobre esto agregó que "también vemos que el tipo de recirculación que genera en el colectivo urbano, afecta más a ciertos pasajeros que a otros".
Uno de los problemas que presentan los colectivos urbanos de pasajeros es que no recircula el aire: "Lo óptimo sería que ingrese el aire y salga por las ventanas. Nuestra premisa es hacer mínimas modificaciones para evitar zonas ´estancas` donde el aire no se recircule. Es la etapa siguiente del estudio", sostuvo el investigador.
Ambos investigadores del Conicet son docentes de la UNL y trabajan en uno de los importantes institutos de investigaciones que tienen el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas y la Universidad Nacional del Litoral. Se trata del CIMEC, Centro de Investigación de Métodos Computacionales, ubicado a orillas de la Laguna Setúbal, dentro del Centro Científico Tecnológico.
Con su trabajo, los científicos santafesinos lograron identificar el nivel de evaporación de la saliva dependiendo del tipo de exhalación, el grado de transporte aéreo y el nivel de contaminación provocado, utilizando para ello herramientas propias de la mecánica computacional fluido-dinámicas.
La complejidad del trabajo demandó recurrir a dos métodos científicos específicos. Para los casos de tos y estornudos, donde las partículas de saliva exhaladas son de tamaño considerables, se utilizó un método de la dinámica de gases y partículas, mientras que para analizar una persona hablando, se recurrió a un método de simulación empleado para el transporte de gases.