Llegan, empujan, enganchan, cortan, desprenden, acompañan, vuelven. Llegan, empujan, enganchan, cortan, desprenden, acompañan, vuelven. Llegan, empujan, enganchan, cortan, desprenden, acompañan, vuelven. Así una y otra vez hasta abrir paso a la laguna Setúbal. Son dos lanchones anfibios del escuadrón militar de Pontoneros del Ejercito Argentino. Tienen una misión y desde este miércoles la están ejecutando. Deben retirar el gran embalsado que se formó en la desembocadura de la laguna y bloquea el paso de las embarcaciones.
Este jueves a primera hora continuaban las tareas militares en la zona de los antiguos pilotes ferroviarios ubicados en la desembocadura de la Setúbal, a donde se formó el embalsado que ocupa todo el ancho del río, de orilla a orilla. El estruendo de los potentes motores de las embarcaciones se escuchaba desde la Costanera, hasta donde se acercó un puñado de curiosos para seguir las alternativas del operativo.
Acompañamiento. Las lanchas empujan la vegetación para evitar otros atascamientos en los puentes. Guillermo Di Salvatore.
La densa y compacta formación de vegetación acuática conformada por dos variedades de canutillos, catay y camalotes, es difícil de manipular para retirarla del lugar en el que se quedó bloqueando el paso y se transformó en un problema. Bajo el agua los canutillos llegan a medir hasta tres metros de profundidad y sobre la superficie alcanzan hasta más de dos metros de altura. En una verdadera maraña, los canutillos llegan a medir hasta 14 metros de largo, todos trenzados entre sí, de acuerdo a las explicaciones técnicas y científicas de los especialistas del Instituto Nacional del Agua, la Facultad de Ciencias Hídricas y el Conicet, que estudian el fenómeno.
Es por ello que tras un intento fallido de un puñado de nautas que intentó abrir paso a la laguna, se conformó una Mesa integrada por representantes de diferentes niveles del Estado, las universidades, los clubes náuticos, la Prefectura Naval, y los Guardavidas, quienes definieron un plan para retirar el embalsado.
Tras diferentes reuniones, con estudios sobre la mesa, se tomó la decisión de convocar al batallón de Anfibios del Ejercito, de Santo Tomé, para que con sus embarcaciones actúen sobre la vegetación y la retiren. Dichas tareas se iniciaron el martes y continuarán “al menos por unos 15 días”, anticipó Roberto Rioja, desde el área de Protección Civil de la provincia.
Curiosos. No pocos vecinos se acercan a la Costanera a seguir las alternativas del operativo. Guillermo Di Salvatore.
“Lo primero que se está haciendo es retirar la vegetación de la zona más ancha, para más tarde hacer lo mismo en la zona más angosta y poder así abrir paso a la laguna”, explicó este jueves Rioja. “Se tomó esta decisión para evitar que con el remanso y la corriente se vuelva a bloquear el paso”, dijo luego. “Porque de esta manera nos aseguramos que lo que vaya quedando para retirar sea más pequeño y manipulable”.
Los lanchones militares “recortan” por partes el gran embalsado y luego lo arrastran aguas abajo por debajo de los puentes Colgante y Oroño, hasta un poco más allá de la toma de agua potable de la ciudad. De esta forma se aseguran que en su viaje por el río no generen otros inconvenientes.
El gran viaje de los embalsados
Es que la laguna Setúbal desemboca en el río Santa Fe (frente al club Regatas), también denominado Canal de Derivación Norte y Sur del Puerto. El límite norte y sur de este canal está dispuesto por la presencia de los elevadores de granos, frente a Alto Verde. Aguas abajo del río Santa Fe se une con la desembocadura del río Salado -en jurisdicción de Santo Tomé-. En dicha confluencia de ambos ríos nace otro: el río Coronda. Este río viaja hacia el sur hasta Puerto Gaboto, a donde desemboca finalmente en el río Paraná. El gran río Paraná atraviesa distintas localidades santafesinas y de Buenos Aires, hasta desembocar en el río de la Plata. Finalmente, del río de la Plata va hacia el mar, que abre paso al océano Atlántico.
En consecuencia, este es el gran viaje que realiza aguas abajo gracias a la correntada cualquier objeto que navegue estos cursos de agua, como ocurre hoy con cada fracción del embalsado.
De dónde viene
Ahora bien. ¿De dónde viene la vegetación acuática que se depositó sobre los pilotes del ferrocarril? Se trata de vegetación que se desprendió de distintas zonas del Delta Superior de la Setúbal. Esto ocurrió con el repunte del río, luego de un gran período de bajante histórica. Este Delta Superior tiene lagunas, arroyos y es un gran humedal que se abastece al oeste por los ríos Saladillo Amargo y Dulce, y al este, por el arroyo Leyes y otros canales secundarios, como el Potrero. A su vez el Leyes se abastece del San Javier y del Paraná, que es donde nace, a la altura de la localidad entrerriana de El Cerro. Es decir que en toda esta zona nace y crece la vegetación acuática que ahora terminó sobre los pilotes ferroviarios.
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