Mercado Progreso: un siglo de historia, cultura y encuentro en Santa Fe
Con el paso de los años, este espacio pasó de ser un centro comercial para convertirse en un referente cultural, albergando actividades que celebran la diversidad y el patrimonio santafesino.
Desde su inauguración en 1925, ha sido un referente para los santafesinos. Crédito: Fernando Nicola.
La ciudad de Santa Fe celebra los 100 años del Mercado Progreso, un lugar emblemático que ha sido testigo de la evolución social, comercial y cultural de barrio Candioti. Desde su inauguración en 1925 hasta su recuperación como centro cultural, ha sido un punto de referencia para los santafesinos. En este contexto, historiadores y referentes culturales analizaron su historia, importancia y proyección a futuro.
El Mercado Progreso abrió sus puertas el 31 de enero de 1925, aunque de manera tardía, según el historiador santafesino Miguel Dalla Fontana.
Esto se debió a que el proyecto de Luis Coll, encargado de la obra, había intentado presentarlo ante el Concejo Municipal ya en 1910, sin éxito. Fue bajo la intendencia de Ignacio J. Costa cuando, finalmente, el 24 de junio de 1923, se colocó la piedra fundamental, y poco más de un año y medio después, el mercado fue inaugurado.
Tras su cierre, el Mercado Progreso se transformó en un centro cultural. Crédito: Fernando Nicola.
El establecimiento estaba conformado por 100 puestos, 52 de ellos destinados a la venta de carne, mientras que los 48 restantes se usaban para frutas, verduras y otros productos esenciales para la alimentación. "Contaba con cinco cámaras frigoríficas y dos antecámaras, ubicadas sobre la calle Ituzaingó, que no sólo mantenían el frío para todos los productos, sino que también servían a muchos comerciantes que traían mercadería", explicó Dalla Fontana.
Además, el lugar no solo cumplía una función comercial, sino que también tenía un rol social clave. "Era el punto de encuentro, donde se rompían barreras sociales. Aquí compartían no solo ricos y pobres; todo se entremezclaba en un conjunto de personas que venían de todos los lugares", agregó el historiador.
El cierre y la transformación
Con el paso del tiempo y los cambios en la dinámica comercial, el Mercado Progreso dejó de operar como tal en la década de 1960. "En aquel momento, los mercados eran dados en concesión por 30 años. En 1955 dejó de tener utilidad para quien lo construyó y pasó a manos de la Municipalidad. En 1963, se decidió cerrarlo debido a las malas condiciones higiénicas", aseguró Dalla Fontana.
Miguel Dalla Fontana. Crédito: Fernando Nicola.
Posteriormente, el edificio tuvo múltiples usos. El historiador detalló que, durante 20 años, fue depósito de automóviles y motocicletas. También tuvo un período en el que, en la planta alta, funcionaban dormitorios para los estudiantes del colegio La Salle. Asimismo, fue sede de las oficinas de Agua y Energía y de la vecinal Candioti Sur.
No fue sino hasta 2011 cuando el municipio tomó la decisión de intervenir el edificio y darle un nuevo propósito.
En este sentido, Lucas García, promotor cultural e integrante del Museo de la Ciudad sostuvo que “después de mucho tiempo de estar abandonado, se decidió recuperarlo para transformarlo en un espacio donde se desarrollen actividades culturales, sociales y educativas".
El mercado fue un espacio de unión entre diferentes clases sociales. Crédito: Fernando Nicola.
Un espacio cultural en constante evolución
Tras la recuperación edilicia del Mercado Progreso, la Secretaría de Cultura asumió su gestión en conjunto con organizaciones sociales, culturales y educativas. Según García, el lugar se constituyó como un espacio para albergar actividades vinculadas al diseño, la artesanía, la música, el cine y el teatro.
Lucas García. Crédito: Fernando Nicola.
Su ubicación estratégica, frente a la Plaza Pueyrredón, lo integra al paseo Bulevar Gálvez, favoreciendo su conexión con distintos públicos y propuestas culturales. "El barrio en sí constituye un paisaje urbano donde confluyen la tradición y la innovación, convirtiéndose en un lugar muy vigoroso para la diversidad de propuestas", agregó García.
De cara al futuro, se espera que el Mercado Progreso continúe consolidando su rol cultural y social. "El lugar ya ha sido apropiado por el barrio y por casi toda la ciudad como un hito donde confluyen las actividades culturales. La visión es que, en estos próximos 10 años, ese vínculo que ha logrado el espacio con el entorno y la población de toda la ciudad se siga fortaleciendo", concluyó el promotor cultural.
Así, el aniversario número 100 del Mercado Progreso es una celebración que no solo recuerda su pasado como centro comercial, sino que también destaca su presente y su proyección como un espacio vivo de cultura y encuentro para todos los santafesinos.
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