Uno de los pocos rubros que sigue sin poder trabajar en esta "nueva" normalidad, son los salones de eventos y fiestas. Si bien en los últimos días trascendió que la Cámara de Eventos y Afines de la Provincia de Santa Fe (Ceasf) consiguió un permiso del Gobierno Provincial para realizar una prueba piloto de una fiesta con"baile burbuja", el grupo de empresarios de salones y catering de la ciudad de Santa Fe no está de acuerdo con algunas medidas que se implementarían en este protocolo.
"El acuerdo se logró en Rosario, nosotros de Santa Fe no fuimos invitados. Estamos en contacto con la Cámara y con autoridades del gobierno, sobre todo con el Ministerio de la Producción", indicó Juan Carlos Chemes, uno de los referentes del sector de salones y fiestas de eventos en la ciudad, en diálogo con El Litoral.
Según se supo, la prueba piloto con "baile burbuja" se probará con un evento a desarrollarse esta semana en Rosario, que durará tres horas entre las 19 y 22. Para la ocasión se habilitará una capacidad máxima de 100 personas, las cuales deberán asistir con test rápido 72 horas antes. Lo que se propone es que cada invitado se pare en su lugar y baile, logrando la distancia de dos metros entre mesa y mesa. Una vez concluido el evento, se esperará una semana y todos los invitados deberán volver a testearse para ver si se contagiaron o no.
"Lo que se resolvió, de hacer una prueba piloto, es con un formato realmente ridículo y de esa forma no se va a poder hacer ningún tipo de evento. Lo único que se va a lograr es seguir con esta agonía y sin ningún tipo de solución", sostuvo Chemes. En tanto, Gabriela Bobbio, también empresaria del rubro eventos, fue contundente respecto a esta modalidad: "Nadie quiere el ´baile burbuja`, es imposible de cumplir".
Los organizadores de eventos en Santa Fe se refirieron al "modo bar" que fue autorizado hace ya un tiempo, pero que no dio resultados. En este sentido, el intendente Emilio Jatón y funcionarios del área de Control del municipio recibieron este lunes a un grupo de referentes de organizadores de eventos de la ciudad. "Buscamos que nos habiliten aunque sea un par de tandas de bailes con burbujas en pista y no al lado de la mesa como lo que se hará en la prueba piloto, algo que la gente no va a aceptar", señaló Chemes.
Entre otros pedidos, el empresario remarcó la posibilidad de contar al menos con un aforo del 60 o 70% en cada salón, y que en pista haya al menos 15 o 20 personas para que bailen en dos o tres tandas.
"Eso sería lo mínimo que nosotros necesitamos, al menos para arrancar con los cumpleaños de 15 que son eventos suspendidos que estamos debiendo. Tenemos la esperanza de que, como cada día la situación sanitaria va mejorando, pronto nos empiecen a habilitar de una forma razonable", mencionó y agregó el empresario que "el 80% de los eventos que teníamos programados son cumpleaños de 15, donde en el caso de que asistan 100 personas, 80 de los invitados serían menores y solo 20 personas mayores. Ahora hasta los adolescentes están vacunados y no hay motivos para que no se pueda organizar".
Actualmente, los salones están habilitados en "modo bar" y son pocas las personas que aceptan esas condiciones para realizar una fiesta de cumpleaños, casamiento o algún acontecimiento, que en condiciones normales, contaría con la posibilidad de bailar.
"No hay muchas consultas, nadie sabe que va a pasar y nosotros preferimos no vender en estas condiciones, ya que bastantes problemas tenemos con lo vendido para 2020", comentó Bobbio al ser consultada sobre la demanda en el último tiempo.
Hace 18 meses que los salones de fiesta no reciben un evento en condiciones normales. Esta situación incierta con lo que sucederá respecto a las habilitaciones y a los protocolos a cumplir, hace que las consultas se reduzcan muchísimo. "Hoy el 90% de los eventos se realizan con el pago de las tarjetas, es decir el que hace la fiesta vende la invitación a sus invitados. Lamentablemente uno no puede organizar una fiesta, porque qué le van a decir al invitado ´te cobro la tarjeta, pero no sé si voy a poder hacer la fiesta`. En estas condiciones la gente directamente no pide presupuesto", lamentó Chemes.
También resaltó que "los que organizan fiestas en ´modo bar` son contados con los dedos de la mano. Los que aceptan es porque no quieren perder el dinero o porque es un casamiento en el que no tienen otra fecha para reprogramar, son excepcionales los que aceptan organizar un evento así", y concluyó: "El baile es el epicentro de nuestra fiesta".
La condición que vuelve más crítica la situación del sector es que los grandes eventos como un casamiento o un cumpleaños de 15, se organizan al menos con un año de anticipación. Con este panorama incierto y sin saber qué pasará de acá a unos meses, Chemes expresó: "Ya perdimos el 2020, el 2021 y también vamos a perder el 2022, porque las fiestas que se suspendieron, en teoría las haríamos en el 2022 si es que alguno todavía quiere hacer la fiesta. Por eso para las fechas del 2022 tampoco podemos vender fiestas, es muy complicada la realidad".
Los trabajadores del sector pudieron "aguantar" con algunos subsidios que otorgó el Gobierno Provincial y también por los ATP de Nación. "Tuvimos que vender autos, gastar los ahorros para no cerrar definitivamente. Lamentablemente ya no hay más tiempo", cuestionó el empresario