Sergio Ferrer | [email protected]
La especialista Cecilia Marino, licenciada en Educación Emocional, ofreció dos charlas en las que trató distintos aspectos de esta problemática. Las capacitaciones fueron impulsadas por Hablemos de Bullying, primera ONG que aborda específicamente este tema en el interior del país.
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Invitada por la ONG Hablemos de Bullying, estuvo en Santa Fe la licenciada Cecilia Marino, quien ofreció una serie de charlas sobre la problemática del acoso físico o psicológico, la forma de prevenirlo y cómo hacer para distinguirlo de otras situaciones de conflicto. La primera de estas capacitaciones, de carácter interno, estuvo dirigida a los integrantes de la entidad organizadora, la primera de su tipo en abordar esta temática en la capital provincial. La segunda, expuesta bajo el título “Habilidades socioemocionales en la escuela; herramientas para su abordaje”, fue una charla abierta destinada fundamentalmente a docentes, psicólogos y personas interesadas en el tema.
Marino, especialista en Educación Emocional, aclaró a El Litoral que el punto esencial de su labor es brindar herramientas para la prevención del bullying, en función de un futuro trabajo en las escuelas, las clínicas y los consultorios, o pensando en el propio asesoramiento a padres de familia. En tal sentido, la licenciada señaló que la del bullying es una temática “muy preocupante” y que los miembros de Hablemos de Bullying son un grupo de profesionales interesados en acompañar a los núcleos familiares y a los educadores “con toda una formación como respaldo”, no solamente atendiendo el problema cuando surge y ya está instalado, sino prestando mucha atención en la prevención.
A ser consultada respecto a cuáles son las palabras correctas para definir a este problema, dijo que “el bullying tiene que ver con una agresión sostenida hacia alguien, con determinadas características, por ejemplo que haya diferencia de estatus”. Entre dos chicos de 5 años, si los dos tienen la misma edad no hay bullying, hay conflicto. Ahora bien, entre un chico más grande y uno más pequeño sí, porque tiene que haber una desigualdad, tanto a nivel psicológico como físico. Existe cierta relación de poder, dándose una situación en la que hay alguien que está sometido y no está en igualdad de condiciones que el otro.
Dominación y poder
Para Marino es muy importante que podamos diferenciar lo que es bullying de lo que es conflicto. Este último, dijo, es algo esperable entre las personas, ya sean niños o adolescentes. El bullying, en cambio, “tiene que ver con una situación donde hay una dominación, una diferencia de poder que se sostiene en el tiempo, sin provocación previa por parte de la víctima”. Ahí sí hablamos de bullying, dijo, “por lo que resulta imprescindible saber diferenciarlo de aquellas situaciones de conflicto, para poder tener un abordaje específico”.
La especialista recordó que el victimario elige al azar, dentro de una población de supuestos “pares” o compañeros de los cuales se apropia, sin que haya existido hacia él una agresión que justifique su conducta agresiva. “Muchas veces alguien dice que le están haciendo bullying pero puede ser que no sea así, que forme parte o sea consecuencia de un conflicto que venía ocurriendo entre los dos actores de la situación”, aclaró. En cambio, amplió Marino, “cuando no hay provocación de parte de la víctima, cuando hay diferencia de poder y la misma es sostenida en el tiempo, el conflicto en realidad es bullying”.
Entonces, las tres características que definen el bullying, distinguiéndolo del conflicto entre pares son: 1) Que no haya provocación previa de parte de la víctima; 2) Que exista diferencia de poder entre uno y otro; 3) Que dicha diferencia sea sostenida en el tiempo. “Al bullying es importante saber diferenciarlo del conflicto, para poder abordarlo correctamente”, continuó. Además, destacó que “no existe una franja etaria o sector de la sociedad donde se refleje más este problema”, porque el bullying “no diferencia edades”. De todas maneras, prosiguió, “hay que tener mucho cuidado cuando se pone la etiqueta de bullying, porque con los niños más pequeños, por ejemplo, muchas veces son situaciones de conflicto, no de bullying”. “Cuando los chicos son más grandes, ahí sí, podemos empezar a hablar de bullying”, concluyó.
De la agresión a la empatía
Ante la pregunta puntual, Pablo Mainer, referente de Hablemos de Bullying, le explicó a El Litoral que en el marco de esta problemática, “la agresión no tiene escalas o etapas”, es decir que no es que primero es psicológica y después física, en realidad puede darse en cualquiera de las dos formas, o de las dos formas. “Es multicausal y deriva después en las secuelas que se observan en los chicos que la sufren”, añadió. Luego, consultado respecto a si hace falta sufrir bullying para entender o interpretar de qué se trata, aseguró que “no, sólo es cuestión de tener un poco de empatía que es una de las cuestiones que queremos empezar a trabajar con los niños”.
“Por eso hemos invitado a Cecilia Marino, que es especialista en educación emocional, porque una de las emociones sociomorales es la empatía, que es lo que hay que empezar a desarrollar en los chicos para que se puedan poner en el lugar del otro y puedan sentir lo que el otro siente, en este caso al ser hostigado”, manifestó. Paralelamente, recordó que Hablemos de Bullying nació como un grupo de jóvenes profesionales que se conocía previamente y que estaba, debido a la profesión y el trabajo que desarrollaba, inmerso en la problemática del bullying, en el aula, en la gestión pública, en las escuelas, o en los clubes. Hablemos de Bullying es la primera ONG del interior del país que trabaja específicamente este problema. La expresión bullying proviene del verbo inglés to bully, que significa “intimidar”.
Contactos
La ONG Hablemos de Bullying se constituyó para canalizar la voluntad de personas interesadas en la construcción de ambientes de convivencia, tanto en ámbitos escolares como deportivos y laborales. Para contactarlos, comunicarse con Melisa Rugna (154-420345) o Pablo Mainer (155-402563).
Las tres características que definen el bullying, distinguiéndolo del conflicto entre pares son: 1) Que no haya provocación previa de parte de la víctima; 2) Que exista diferencia de poder entre uno y otro; 3) Que dicha diferencia sea sostenida en el tiempo.