A fines de 2012, el gobierno provincial anunció la creación de la Red Provincial de Casas de Amparo para mujeres víctimas de la violencia. La provincia destinó $ 227.084,88 -en una primera etapa- para reforzar los cimientos y colocar una nueva cubierta en un edificio propio, en desuso, que se convertiría en la primera casa de amparo pública en la ciudad. En una segunda etapa, se construyó un nuevo techo y el patio.
En enero de este año se licitó la última fase de refacciones del inmueble. La única firma oferente fue Norte Construcciones, que cotizó $ 1.406.505,66 y a la que hace un mes se adjudicaron los trabajos.
La intervención abarcará una superficie total de 460 metros cuadrados y, una vez inaugurado, el refugio tendrá capacidad para albergar a 20 mujeres con sus niños.
Más allá del resguardo físico de las mujeres y sus hijos, la psicóloga Laura Manzi del centro de Atención a la Víctima de la Defensoría del Pueblo destacó que el objetivo del refugio es que la víctima siga trabajando su problemática: “Un espacio donde esté acompañada con personas que sufran una situación semejante a la de ella: de maltrato de la persona que se supone la ama”.
“Esta situación de indefensión no es semejante a ninguna otra, de allí que es necesario diferenciarlo de otras problemáticas. Además de paredes y techos que la contengan, necesita un acompañamiento semejante al que brindamos nosotros en forma ambulatoria: contención, asesoramiento y búsqueda de recursos materiales”, agregó.