Lía Masjoan
El municipio de Rincón ya autorizó dos construcciones, con certificación de la UTN. En Santa Fe no hay legislación pero sí predisposición a permitirlas. Se formó una comisión en el Colegio de Arquitectos para debatir sobre técnicas no convencionales porque los profesionales tienen cada vez más demanda. ¿Qué pasa con los Procrear?
Lía Masjoan
lmasjoan@ellitoral.com
Parece mentira. Pero la ancestral técnica de construcción de viviendas con tierra cruda, la misma que se usó en las primeras edificaciones que tuvo la ciudad, no tiene una legislación que la avale. Tampoco una que la prohíba, con lo cual podría utilizarse sin problemas. Sin embargo, como en esta zona pasó de moda y durante años fue desplazada por el hormigón, el renovado interés que viene despertando entre profesionales y clientes entusiasmados con usarla, encuentra algunos obstáculos. Y los obliga a emprender un largo camino para reinstalarla, lograr que recobre vigencia y sea considerada tan viable como otras.
Así, cuando un expediente que propone hacer una casa con tierra, en cualquiera de sus modalidades, ingresa a una comuna o municipio, e incluso a la comisión evaluadora de un crédito hipotecario, se convierte en pocos minutos en una “papa caliente” que pocos quieren “agarrar”. De inmediato entran en juego prejuicios, temores y un desconocimiento de sus beneficios y durabilidad y se asocia a viviendas precarias al estilo de los ranchos.
“La muralla china y un montón de fortificaciones europeas fueron construidas antes de Cristo con tierra y todavía están en pie. En Santa Fe, tenemos el caso del Museo de San Francisco y la Casa de los Aldao”, refresca el ingeniero, docente e investigador, Ariel González, quien integra el Laboratorio de Suelo del Departamento de Ingeniería Civil de la Universidad Tecnológica Nacional. Es una técnica que se usó siempre pero en esta zona fue desplazada por otras: “En los últimos 100 años ha habido un cambio en los eslabones de producción. En los corralones de construcción, no se encuentran más materiales que fomenten la tierra; se ha perdido la artesanía y el oficio, con lo cual casi no hay albañiles que sepan usarla; y tampoco hay profesionales capacitados porque casi no hay currícula universitaria que la contemple”, explica González.
Debate
En Santa Fe y alrededores, el interés por aplicar la técnica y la necesidad de unificar un protocolo de construcción ha generado la reciente formación de una comisión de tecnologías no convencionales en el Colegio de Arquitectos. El objetivo es “abrir el debate sobre esta técnica antigua de la cual hay una revalorización y sobre otras modernas apuntando a una arquitectura más amigable con el ambiente, que reduzca el consumo de recursos no renovables y aporte a la preservación ambiental”, explicó Marcelo Molina, presidente de la entidad.
También hubo algunas reuniones informales en el Concejo Deliberante santafesino y la ciudad de Rincón sancionó dos resoluciones muy específicas (la 108 y la 117, de mayo de este año) permitiendo el empleo de tierra cruda para construir nuevas viviendas. Eso sí, con un aval de la UTN, donde desde hace años se estudia esta metodología y se capacita a profesionales, que respalde la calidad y resistencia de los materiales y de las tecnologías que se usen.
Parte de este mayor interés viene impulsado por las líneas de crédito nacional de Procrear, que además de exigir el proyecto y conducción de un profesional, pide la aprobación municipal. En la localidad cordobesa Villa Ciudad Parque, de Calamuchita, el Banco Hipotecario autorizó un proyecto con esta técnica. Más cerca, la comuna de Santa Rosa de Calchines lleva adelante planes de viviendas de tierra con fondos provinciales y otorga sin inconvenientes los permisos a particulares que fueron beneficiados con el Procrear. Y ya hay varios en marcha, contó la arquitecta Carolina Lazzarini, con fuerte trabajo en la zona costera. En la ciudad de Santa Fe, todavía no, pero sí hay pedidos que esperan respuestas.
Postura local
El municipio santafesino no ha recibido hasta el momento ningún pedido de autorización formal para construir con tierra. Sí, algunas consultas. El secretario de Planeamiento Urbano de la Municipalidad de Santa Fe, Eduardo Navarro, se mostró muy abierto a su empleo: “Es una tecnología milenaria, altamente utilizada y compatible con estándares de habitabilidad que requiere una casa moderna”.
El funcionario explicó que “nuestro reglamento ni lo prohíbe ni lo autoriza, con lo cual el criterio general es que estas construcciones atípicas cumplan con tres parámetros centrales que debe reunir todo tipo de vivienda: estabilidad, habitabilidad y salubridad. Si eso está salvaguardado, no habría inconvenientes”. Por esto, no considera necesario sancionar una nueva norma para permitirlas, sino que la autorización “se trataría por la vía de singularidad pero en la misma secretaría, salvo que lo exijan los concejales, ante lo cual estaríamos muy dispuestos a formar parte del debate porque sería muy enriquecedor”, afirmó Navarro.
El caso Rincón
En mayo de este año, la todavía comuna de San José del Rincón le puso cierre a un largo proceso. Impulsados por los pedidos de autorización que ingresó la Cooperativa Teko -que desde hace más de cinco años construye con tierra cruda- sancionó dos resoluciones para permitir viviendas basadas en esta técnica.
Los arquitectos Mariano Pautasso y Carolina De Greef los asesoraron e inspiraron la redacción de las resoluciones en la primera ordenanza que se sancionó en el país sobre el tema: la Nº 24 de 2010 del municipio de Luis Beltrán en Río Negro. Allí, establece una serie de requisitos y especificaciones técnicas para proteger los cimientos de la humedad y cómo deberán hacerse la cimentación, los muros, revoques y techos.
Además, tanto los profesionales como los propietarios, debieron firmar un acta compromiso en la que asumen las responsabilidades sobre la tecnología que emplean y deslindando a la Comuna de Rincón de toda responsabilidad por cualquier daño emergente.
Los profesionales de Teko firmaron sin problemas. Como todos los que la conocen, defienden la tierra como materia prima cercana y noble y saben que, bien utilizada, puede hacer maravillas constructivas. El camino para lograr el respaldo administrativo y legal es largo. Pero paso a paso, van logrando validar la técnica y que las casas de tierra resurjan en Santa Fe.
Las técnicas más usadas
¿Qué pasa en otros lugares? El Ing. de la UTN, Ariel González, y los arquitectos de la Cooperativa Teko, Mariano Pautasso y Carolina de Greef, contaron algunos antecedentes sobre el empleo de la técnica de construcción con tierra: Europa: a través de una norma que propuso España, la comunidad europea puede construir con una de las técnicas que es BTC (Bloque de Tierra Comprimido); en Alemania, sancionaron una norma para construcciones nuevas con BTC y tapia; los franceses tienen norma para todo tipo de construcción en tierra. América Latina: hay países que están muy avanzados, como México, Colombia y Perú. Chile, Argentina y Uruguay son los que menos construyen con tierra: Uruguay fue uno de los primeros en comenzar, hace 15 años financiación a través del Banco Hipotecario un plan de viviendas. Argentina: está pegando un gran salto, y hay antecedentes en todo el noroeste, donde incluso en Tilcara (Salta) y en Purmamarca (Jujuy) hay varias posadas construidas con tierra; una fuerte movida en El Bolsón y en las sierras cordobesas; en Río Negro, el municipio de Luis Beltrán sancionó en 2010 la primera ordenanza sobre el tema y el año pasado la Cámara de Diputados declaró de interés la técnica. En la provincia, este año Rincón otorgó el permiso para construir dos viviendas.
Locales. Al caminar por las callecitas de Colastiné y Rincón se encuentran varias construcciones con tierra inmersas en el paisaje costero. Son viviendas rústicas pero cómodas, funcionales y muy amigables con el ambiente. Foto: Mauricio Garín / José Vittori
A favor del medio ambiente Quienes conocen a fondo la técnica de construir con tierra cruda, cualquiera sea la metodología, destacan varios beneficios. Es un material inocuo y reciclable: terminado su ciclo de vida se reincorpora al suelo sin contaminarlo ni generar residuos. Es fácil de obtener localmente. Prácticamente, cualquier tipo de tierra es útil para construir, o bien se pueden hacer mezclas con otro material como cal, yeso y paja. Su obtención es respetuosa con el medio ambiente. No lleva asociados problemas como la desforestación o la minería extractiva que implican otros materiales constructivos. Su costo energético es mínimo pues su proceso productivo no involucra cocción. Al poder elaborar los elementos constructivos en el lugar donde serán utilizados, con materia prima extraída del mismo, reduce el costo de fletes, el gasto energético y la polución que genera el traslado de materiales. La edificación con tierra al utilizar muros gruesos tiene una gran capacidad de almacenar el calor y cederlo posteriormente (cualidad conocida como inercia térmica). Así, permite atenuar los cambios de temperatura externos, creando un ambiente interior agradable. Tiene propiedades de aislamiento acústico porque los muros de tierra transmiten mal las vibraciones sonoras, de modo que se convierten en una eficaz barrera contra los ruidos indeseados. Es un material por naturaleza transpirable. Los muros de tierra permiten la regulación natural de la humedad del interior de la casa, de modo que se evitan las condensaciones. Tiene sustentabilidad social, basada en la posibilidad de rescatar oficios y tradiciones ancestrales, y en algunos casos permite la autoconstrucción asistida, abaratando los costos de mano de obra y generando un mayor grado de apropiación de la misma. • Fuentes: http://www.construtierra.org http://www.cooperativateko.tk/ Resolución de la Cámara de Diputados de la Nación, declarando de interés nacional la construcción con tierra cruda (13/09/2012). Ordenanza del municipio de Luis Beltrán, Río Negro, primera en el país. Documento “Habitar la tierra” de Craterre.