-¿Cómo encontraron el Cementerio Municipal, con el cambio de gestión? -consultó El Litoral a su directora Ejecutiva, Luz Balbastro.
Aseguran que falta desmalezamiento, limpieza de techos y desagües, mantenimiento de maquinaria y un horno está roto. El sector sur oeste corre riesgo de derrumbe y está clausurado. Poletti ordenó que dependa de la Intendencia e incluyó un plan de mejoras en el Presupuesto 2024.
-¿Cómo encontraron el Cementerio Municipal, con el cambio de gestión? -consultó El Litoral a su directora Ejecutiva, Luz Balbastro.
-Lo encontramos en un estado de abandono y dejadez, rayando con la desidia. Porque por más que no haya recursos hay cuestiones de gestión que se pueden hacer.
Los cementerios son como una ciudad. En ese sentido, requieren de los mismos servicios: alumbrado, barrido y limpieza. “Lo primero que tuvimos que hacer fue desmalezarlo”, contó Balbastro. “De las cuatro moto guadañas sólo funcionaba una; el tractor para traslados no tenía la batería en condiciones y había que empujarlo; la factura del gas estaba vencida al mes de julio; de los cuatro hornos crematorios hay uno fuera de servicio, con lo cual se ralentizan los turnos; tuvimos que limpiar y desmalezar los techos, y limpiar los desagües; eso faltaba y es gestión pura”, se quejó la nueva encargada de la necrópolis.
-¿Cómo está el Cementerio en lo edilicio?
-Ahí juega un papel muy importante la conjunción entre lo público y lo privado. Los panteones son concesiones privadas, y es responsabilidad del privado su mantenimiento. Hay un retraso en el pago de la tasa de unos 10 mil panteones. En consecuencia, ello además impacta de manera directa en el mantenimiento del resto de los servicios.
En el presupuesto del año pasado el Cementerio municipal había proyectado una recaudación de $76 millones. Es la quinta recaudación en rango de ingresos. “Y el año pasado en bienes de capital no se invirtió nada -advirtió Balbastro-. El último concurso que se hizo para el Cementerio fue en 2020. Fue la reparación de los techos de la Sección 87, que no se terminó. Están comprados los reflectores que no se instalaron. O sea que el Estado municipal tiene responsabilidad. Pero a su vez cada propietario de los nichos es responsable”.
-En el año 2015 se derrumbó un sector de la Sección 126 del Cementerio. ¿Hoy corre riesgo algún edificio?
-Sí, hay una sección que tiene las mismas características que aquella que se derrumbó. Es la sección sur oeste. Hoy no está permitido el acceso al público. Los familiares que pretenden hacerlo ingresan acompañados del personal. Tenemos que avanzar en el desalojo de todas esas secciones, lo que lleva un trámite administrativo. La desocupación se hace con la presencia de los familiares. Luego se procederá a su derrumbe. A esto lo incluimos en el presupuesto de este año. Necesitamos que los Concejales nos acompañen con su aprobación.
Otro punto que preocupa a los santafesinos es el robo, vandalismo y profanación adentro del Cementerio. En los últimos años muchos panteones fueron intrusados y se llevaron placas de bronce, herrajes, placas de mármol y hasta parte de los féretros o restos humanos allí sepultados. No se salvó nada ni nadie.
El año pasado El Litoral publicó un artículo bajo el título: “¿Abandono o falta de recursos?”, en el que se dio cuenta del estado en el que se encontraba el Cementerio. “Hace más de 30 años que vengo pero nunca vi el desastre que es ahora, hará cuatro años más o menos empezaron los robos y el vandalismo", relató en aquella publicación un vecino. "No hay panteón al que le queden placas, hasta los desagotes y las canillas se llevaron", manifestó entonces.
-¿Está garantizada hoy la seguridad adentro del Cementerio? -consultó El Litoral a Balbastro.
-El Cementerio tiene 11 hectáreas, son 11 manzanas. Es más grande que el Fonavi San Jerónimo. Estamos trabajando con la Empresa Provincial de la Energía (EPE) para regularizar las conexiones y a partir de allí para dotarlo de un sistema de iluminación perimetral, porque falta iluminación para mejorar la seguridad.
-¿Qué van a hacer para revertir este “estado de abandono” del cementerio?
-Cuando (el intendente Juan Pablo) Poletti me convocó fue con la premisa de gestionar. Para revertir la realidad del Cementerio la Dirección va a depender de forma directa de la Intendencia, por fuera de un sistema burocrático de secretarios y subsecretarios. Así le ponemos el acento al espacio. Y luego vamos a gestionar un presupuesto que esperamos que el Concejo Municipal lo acompañe, para llevar a cabo un programa de mejoras.
El Cementerio Municipal tiene una riqueza patrimonial invaluable. Dos Ordenanzas así lo catalogan. Su protección es monumental, integral y cautelar. Hay tumbas que son monumentos nacionales y provinciales. Un ejemplo es la tumba de Juan Arzeno, quien fuera ministro de Educación y de Obras Públicas de la Nación; o la de del sargento Bustamante, quien fuera un tambor mayor del ejercito de Belgrano; o la tumba de empresarios que hicieron la Santa Fe pujante, como la de Ángel Cassanello; o el mausoleo de la familia Pinasco, “que es de marmol de Carrara y vino desarmado de Génova y se armó acá”, contó Balbastro. “Eso habla de un reservorio de memoria e identidad del que todos nos debemos apropiar. Una Ordenanza del año 2012 obliga al Municipio a transitar por el camino de la consolidación del Cementerio como un museo a cielo abierto. Vamos a revitalizar esa norma y transitar ese camino”.
Hay una lonja de media hectárea que es parte del Cementerio Británico. “Nadie lo había estudiado ni potenciado. Son 28 tumbas identificadas”, contó la directora de la necrópolis. Una Ordenanza del 2020 impone que se realice una regularización dominial de ese espacio y lo incorpore al circuito de museo a cielo abierto. “Hay una riqueza patrimonial fantástica con más de 300 obras catalogadas para recuperar, conservar y mantener -enfatiza la funcionaria-. Cuando recorremos el Cementerio de la Recoleta de Buenos Aires nos asombramos, pero no nos asombramos de la riqueza que tenemos en Santa Fe. El templete del oratorio que está en el ingreso al Cementerio fue construido a principios del siglo pasado en réplica del templete del pesebre que hicieron construir los reyes católicos en memoria a San Pedro”, ejemplifica.
Hoy en todo el mundo los Cementerios se están refuncionalizando. “Tenemos ese desafío. Para que todos los santafesinos nos apropiemos de este espacio. Porque es nuestra historia viva que replica nuestro modelo social santafesino”, dice Balbastro.
El traslado del Cementerio Municipal a su actual emplazamiento se terminó de concretar durante 1906. Cada cuadro de tierra tiene entre 500 y 700 tumbas que se van renovando cada 5 a 10 años, cuando los restos se retiran para su reducción y se inhuma otro cuerpo. Para dimensionar la cantidad de ocupación actual del cementerio, entre los tres principales panteones: Guadalupe, Lourdes y Asoem, hay unas 11 mil sepulturas.
“La voluntad del intendente Poletti es trabajar sobre el respeto de la dignidad de las personas que están en el cementerio, de sus familiares y de quienes concurren a diario al lugar”, afirmó Balbastro. “Ese fue su mandato, sobre el que estamos trabajando. Esperamos que a la hora de tratar el Presupuesto 2024, el Concejo tenga en cuenta este plan para el cementerio, porque es territorio de la memoria y la identidad de todos los santafesinos, y hay que recuperarlo”, finalizó.
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