Luciano Andreychuk
landreychuk@ellitoral.com
Twitter: @landreychuk
Tendrá 9 ediles, contra 8 frentistas. El período de sesiones arranca en marzo.
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Con su nueva conformación a fines del año pasado, el Concejo santafesino era un mix de bloques e interbloques: el PJ dividido en dos, uno unipersonal, un edil del PRO y el interbloque oficialista, que durante años tuvo mayoría. Como una una paleta de colores. Pero cuando arranque el próximo período de sesiones, el mes que viene, todo va a cambiar, ya que se formó un nuevo interbloque justicialista. Y es mayoritario.
Tener mayoría da ciertas ventajas políticas, como marcar agenda legislativa, imponer proyectos, forzar o no un debate. El frentismo lo sabe, porque lo hizo durante años.
El nuevo interbloque del PJ sumó nueve concejales, sobre ocho del FPCyS (contando el presidente del Cuerpo, Leonardo Simoniello). Se unieron cinco ediles del bloque PJ / Santa Fe es una Sola (Ignacio Martínez Kerz, Sebastián Pignata, Juan J. Saleme, Marianela Blangini y Lucas Maguid); tres del bloque PJ (Alejandra Obeid, Marcela Aeberhard y Juan Cesoni), y uno del bloque unipersonal (Santa Fe mi País), Fernando Fleitas.
Viejas asperezas
Esa oposición ahora mayoritaria estaba escindida por distintos motivos. Quizás uno data del año pasado, para la elección a intendente y cargos legislativos provinciales, cuando tres ediles del nuevo equipo político (Pignata, Martínez Kerz y Saleme) jugaron para el PRO. Silvina Frana (ahora legisladora nacional) fue aparte, por la lista del PJ tradicional.
Esas asperezas intestinas dentro del justicialismo local —tras la “fractura” post-elecciones para intendente— pudieron limarse. “Es el mensaje que damos a la sociedad. Somos compañeros de militancia de muchos años. Luego de esas ‘peleas’, hoy nos reconocemos juntos. Avanzamos en el consenso dentro de nuestras diversidades: seguimos siendo el team sub-40”, bromeó en diálogo con El Litoral Juan J. Saleme. Y ahí debe ir la renovación del peronismo, aseguró.
“Hubo sinsabores para el PJ tradicional luego de esa experiencia”, admitió también Marcela Aeberhard. “Más allá de viejas decisiones electoralistas, la coyuntura hoy nos interpela y nos llama a unirnos y poner realmente como prioridad a los vecinos. Cada uno de nosotros tiene sus individualidades, pero tenemos una unidad de pensamiento y acción”, aseguró.
Las diferencias dentro de los dos bloques del PJ se estiraron hasta diciembre pasado, cuando no hubo acuerdos para elegir las nuevas autoridades del Concejo. A la presidencia, la pudo haber tenido un concejal opositor, pero por unanimidad de votos la mantuvo el radical Simoniello. Fue la consecuencia de las diferencias, hoy por lo visto disueltas.
Recuperar facultades
Y ahora, ¿cómo quedará el nuevo mapa político dentro del Concejo? Saleme insistió en trabajar en los consensos y en el diálogo. Pero subrayó algo que será la gran meta del nuevo interbloque: recuperar facultades “cedidas” al Ejecutivo, como la determinación de la TGI, los aumentos en el boleto del colectivo y de las multas.
“Estas cuestiones deben ser discutidas en el recinto, y no impuestas por el intendente. En 6 años, aumentaron un 700 % las multas, y la TGI subió un 480 %”, puntualizó Saleme según datos propios. Ya se ingresaron proyectos para recuperar esas facultades “que le competen al Deliberativo local”, adelantó.
Aeberhard fue en la misma línea pero dijo algo más: “Ahora se buscará marcar agenda legislativa, sin que el intendente (José) Corral nos imponga su propia agenda. Hoy tenemos un intendente ausente, está más en Buenos Aires que aquí”, criticó la ex diputada provincial. “Basta de aprobar mensajes del Ejecutivo a libro cerrado, como ha ocurrido este último tiempo con la mayoría oficialista”, espetó.
Todo se verá cuando empiecen las próximas sesiones en marzo. Algo va a cambiar, eso seguro.