Gastón Neffen | [email protected]
En los próximas semanas se terminarán los estudios técnicos sobre los pilotes y el suelo de la laguna, y la recopilación de los proyectos que se elaboraron. Hay una página web del municipio en la que se puede aportar ideas y en noviembre se realizará un workshop con las tres universidades que participan (UNL, UTN y UCSF).
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El proyecto para recuperar los pilares del viejo puente ferroviario —los que sostuvieron la aerosilla en los 80’— tiene un objetivo concreto: llegar a fin de año con los lineamientos generales a partir de los cuáles se puede definir cómo aprovecharlos. En palabras de arquitectos, las “condiciones de posibilidad”, lo que se puede hacer, en función de la capacidad portante del suelo y el estado en el que están los pilotes.
En estos meses, los arquitectos e ingenieros de la Universidad Nacional del Litoral (UNL), la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) y la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF) van a cruzar estas condiciones de posibilidad con los proyectos que ya se elaboraron —en tesis y propuestas urbanísticas— y los estudios de transporte, movilidad y planificación urbana con el objetivo de entregarle al municipio un “corpus” técnico que pueda utilizar para diseñar un proyecto ejecutivo.
“Los pilares están en un lugar muy valioso para Santa Fe, por la laguna y la cercanía con el Puente Colgante. Queremos aprovechar este proyecto para pensar la ciudad del futuro. Esperamos poder pasar a la instancia del proyecto ejecutivo hacia fin de año”, adelantó el intendente José Corral, en la presentación que se realizó esta mañana en el Hotel UNL-ATE.
El rector de la UNL, Enrique Mammarella, contó que en esta etapa la idea es que los especialistas de las universidad trabajen en conjunto con los colegios profesionales, las instituciones de la ciudad y la gente que quiera participar a través de la página web que puso online el municipio.
“Nos pareció interesante que haya un espacio de participación ciudadana para reconstruir una referencia histórica y pensar qué podemos construir a futuro”, planteó Andrea Valsagna, secretaria de Desarrollo Estratégico y Resiliencia de la ciudad.
En diálogo con El Litoral, Sergio Cosentino, decano de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UNL, aseguró que ya se realizaron algunos estudios preliminares en la zona, que se profundizarán en las próximas semanas. “Tenemos previsto realizar un foro sobre desafíos y prospectivas para este lugar y un workshop conjunto con la UTN y la UCSF en noviembre, con la participación de estudiantes”, contó.
El decano de la UTN, Rudy Grether, le resumió a El Litoral cuatro puntos centrales que habrá que estudiar desde el punto de vista técnico: la auscultación (exploración) de las bases de los pilotes, tomar muestras de la calidad del hormigón —los pilares tienen más de 80 años—, analizar la capacidad portante del suelo y hacer batimetrías para saber cómo está el lecho de la laguna.
“La calidad constructiva de esa época era buena. De hecho el puente ferroviario sobre el Salado, que tiene más de 100 años, sigue ahí y los pilares también”, destacó Grether.
La historia
En la presentación, los arquitectos Luis Müller y Laura Bertuzzi recordaron cómo fue creciendo la red ferroviaria en el área metropolitana de la ciudad, a partir del Ferrocarril Santa Fe a las Colonias (Esperanza), para llevar al viejo puerto sobre el Colastiné las cosechas que levantaban los “gringos” a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
“La vida de este puente ferroviario fue muy breve, menos de diez años, ya que se desmanteló la vía que iba hacia el puerto sobre el río Colastiné por el crecimiento del Puerto de Santa Fe”, recordó Müller.
Bertuzzi explicó que en los 30 años que este nodo portuario estuvo activo, unas 1.900 personas vivieron en la zona de Colastiné Sur y también muchas familias en Colastiné Norte y Rincón. “El tren que iba de Santa Fe a Rincón llegó a tener tres frecuencias diarias”, concluyó la especialista.