El Litoral
Este 29 de abril se cumplen 15 años de la inundación más grave vivida en la ciudad. Por eso el intendente José Corral se reunió con estudiantes de cuatro escuelas para compartir experiencias a partir del relato de sus familias.
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MCSF
En una de las aulas de la escuela N° 651 Remedios Escalada de San Martín se llevó a cabo un encuentro ameno y distendido pero que estuvo cargado de emoción, recuerdos, anécdotas y experiencias. A 15 años de la inundación del río Salado en la Ciudad, el intendente José Corral dialogó con jóvenes que distintas instituciones que nacieron en 2003. Algunos ya tienen la misma edad que aquella catástrofe hídrica y otros están próximos a cumplirla; y si bien no recuerdan cómo fueron esos días cercanos al 29 de abril, relataron lo que sus padres les contaron.
Mantener viva la memoria y sobre todo esa parte de la historia es una de las metas de este encuentro que duró más de una hora y en la que una docena de jóvenes de 15 años relataron qué saben de aquel 2003, cómo lo vivieron y qué les pasa hoy al recordar un aniversario más. Participaron alumnos de las escuelas N° 684 Mariano Quiroga y N° 601 Leandro N. Alem, y del IPEI Leonardo da Vinci; además de la institución anfitriona. Cada grupo estuvo acompañado por docentes que en ese momento también tuvieron una participación activa en la inundación.
Mate de por medio y en una charla distendida, el intendente José Corral les relató cómo sucedió el ingreso del agua a la ciudad, qué se hizo después para poder sacarla y todo lo que se fue concretando en cuanto a obras y la preparación para hoy tener una ciudad con un plan de contingencia y sistemas de alerta para actuar ante cada crecida o precipitaciones intensas. Los adolescentes que provienen de distintos barrios relataron lo que trabajaron en el aula pero además el bagaje que traen desde la casa.
Recordar lo vivido
Tras la reunión y con emoción por el encuentro, el intendente José Corral contó por qué eligieron charlar con jóvenes de diferentes escuelas de la ciudad:
“Algunos son de familias que fueron directamente afectados por la inundación de 2003; y otros no, pero formaron parte de esa Santa Fe que pasó un momento tan difícil que tenemos que recordar para estar mejor preparados para el futuro. Estamos construyendo juntos una ciudad cada vez más y mejor preparada"
“Es importante que los jóvenes tengan conocimientos y aprendan de la historia y elegimos los que nacieron en 2003, algunos unos días antes y otros unos meses posteriores a la inundación, pero todos con sus vidas marcadas por aquel momento de la ciudad. Los santafesinos hemos entendido la necesidad de trabajar para prevenir y mitigar el riesgo hídrico".
En esta línea mencionó que se hicieron y se ejecutan obras por parte del Gobierno de la Ciudad, y cuáles son las acciones que se llevan a cabo para estar mejor preparados pero “lo más importante es el conocimiento de todos los santafesinos. Los jóvenes tienen que adquirir esos saberes para entender y vivir mejor”, afirmó.
Antes de finalizar, el mandatario local expresó: “Hay que conocer la geografía y las condiciones de la ciudad en la que vivimos pero ellos también tienen vivencias y la historia que sus familias les transmitieron justamente los días previos y posteriores al momento en que nacieron y la ciudad estaba pasando por ese momento tan difícil”.
En primera persona
Samira concurre al IPEI y el próximo 1 de mayo cumplirá sus 15 años. Nació dos días después de que el agua ingresara a la ciudad y en pleno emergencia.
Compartió su historia que conoció por el relato de su mamá: “Siempre me cuenta cómo fue que la llevaron de mi casa hasta el hospital, cómo fue salir y llegar hasta el Cullen donde esperó unas 12 horas para que la atendieran porque era un ir y venir de gente desorientada y perdida”.
“Mi abuela conocía a un bombero que la rescató y la llevó hasta el hospital que además estaba sin luz, con agua en la puerta y la gente desesperada. Ahí nací yo y después fue el volver a casa con una bebé recién nacida y con todo lo que había dejado el agua”, continúo con su relato.
Luego sumó la historia que le transmitió su papá: “Mi papá trabajaba -y aún lo hace- en Urbafe y me contaba cómo llegaba a casa, con la ropa toda sucia, constantemente le ponían vacunas y le daban profilaxis para las distintas pestes porque tenían que llevarse todo lo que el agua destrozó de las cosas y que no servían más”.
Sofía es de Fomento 9 de Julio y también concurre al IPEI y si bien ella no se inundó relató que sus papás le contaron cómo se organizaban entre los vecinos para juntar mercadería y llevar para que les cocinen a las personas evacuadas en la vecinal. “Había muchas familias que estaban hospedadas en ese lugar y no tenían nada, entonces ellos ayudaban con lo que podían conseguir o tenían en sus casas”, dijo la joven de 15 años.
Pilar es de Villa del Parque y tenía dos meses cuando Santa Fe vivió la contingencia hídrica. Hoy concurre a la escuela Remedios Escalada de San Martín. “Mi papá me contó que después de que el agua se fue, llegaban al barrio colectivos llenos de gente que volvían a sus casas, pero no tenían nada. Nosotros vivimos muchos meses en la casa de mi abuela porque no podíamos volver por cómo quedó la casa”, relató.
Contó además que el recuerdo de la inundación sigue vivo en las fotos de ese momento donde muestran como su papá se construyó una precaria vivienda sobre el techo de su casa y allí estuvo muchas semana cuidándola, pero también hay instantáneas donde lo ven en una canoa repartiendo comida a sus vecinos inundados.
Por último Dalma de Santa Rosa de Lima y de la escuela Alem relató cómo atravesó su barrio y su familia la inundación de 2003.
“Me contaron que nuestra casa quedó tapada de agua y cómo entre todos los vecinos se ayudaron, algo muy bueno en plena tragedia. Primero sacaban a las mamás con sus hijos y los llevaban a lugares secos para que no se separen. Tengo tres hermanos más grandes que yo, pero todo estuvimos juntos y mi papá ayudó mucho”.