"Covid está en el aire", es el leitmotiv de muchos científicos y científicas de varias regiones del mundo para advertir sobre la principal vía de transmisión del coronavirus, que es la aérea y, particularmente, por medio de los aerosoles: microgotículas microscópicas (que duran muchas horas flotando en el aire) en las que puede viajar el SARS-CoV-2 de un "huésped" a otro e infectarlo al respirar, hablar, toser. Los datos científicos son contundentes: a la OMS le llevó un año reconocerlo.
Ahora bien, aparece un nuevo actor, justo en la antesala de la segunda ola en la Argentina. Ocurre que al respirar, los seres humanos inhalan oxígeno y exhalan un gas que es el dióxido de carbono (CO2). El CO2 tiene estrecha relación con los aerosoles y se comportan de manera muy similar: es decir, se expulsan casi de forma paralela por boca y nariz.
Y si bien el coronavirus no se puede medir ni detectar en el aire, el CO2 sí. Poder medir ese gas, entonces, es una forma indirecta de medir cuán viciado (cuán respirado por varias personas) está el aire de un ambiente. Ejemplo: si en un interior con varias personas, una de ellas está infectada por coronavirus, esa persona elimina aerosoles con partículas virales al respirar y hablar (a través de éstos, hay un alto riesgo de que contagie a las demás). De forma paralela, también exhala CO2 en ese ambiente compartido.
En limpio: el gas CO2 se comporta de forma muy similar a los aerosoles: se expele y queda acumulado por horas en un ambiente, como el humo del cigarrillo, si no hay una correcta ventilación. A medida que aumenta el nivel de CO2, implica que ese ambiente está mal ventilado y por lo tanto es mayor el riesgo de contagio de Covid. Esta medida indirecta pone en evidencia la posibilidad de que en ese ambiente haya un mayor volumen de aerosoles suspendidos en el aire que contengan partículas con carga viral infectiva.
Pero, ¿para qué serviría medir el CO2 en un ambiente: sea una casa, una oficina, un comercio, el aula de una escuela? Para saber qué calidad tiene ese aire: "La medición de este gas nos lleva a detectar la calidad de ventilación, y cuán respirado ('sucio', viciado, estancado) está ese aire. Cuantas más personas haya en un mismo ambiente mal ventilado (esto se llama aforo), más probabilidad habrá de que si alguna de esas personas está infectada, infecte a las demás", le explica a El Litoral Ana Laura Cavatorta, viróloga e investigadora del Conicet (ver Perfil).
Verde, amarillo, rojo
Un nivel bajo, medio y alto respecto de la concentración de CO2 (y por ende, indirectamente de aerosoles) puede establecerse mediante un patrón de medición: las partículas (o partes) por millón: el ppm. Puede comprenderse mejor viendo la simulación del "semáforo del aire" que acompaña esta nota.
"Hay estudios científicos que demuestran que al aire libre (o en un ambiente muy bien ventilado), el promedio de CO2 es de unas 400 ppm. Eso implica que el 0% de ese aire fue respirado por otra persona: es decir ese aire no fue respirado por nadie más y por ende es un aire 'limpio, puro', libre de aerosoles con potencial carga viral de SARS-CoV-2", precisa Cavatorta.
A medida que aumenta la concentración de CO2, esto refleja que hay mayor cantidad de seres humanos que están exhalando aire en un ambiente, y respirando el mismo aire, con potencial presencia de aerosoles infectivos. Se considera que hasta 700 ppm se estaría frente a un riesgo bajo de exposición al virus por vía de aerosoles.
Desde los 700-800 ppm y hacia arriba, ya se está en la fase de riesgo medio-alto. "Niveles de CO2 de 800 ppm implican que el 1% de ese aire fue respirado por otras personas. Es un alerta y hay que ventilar de forma urgente. Siempre un ambiente tiene que estar ventilado de forma permanente y cruzada; si se pasa ese umbral de 800 ppm, el riesgo de exposición al virus es elevado", remarca.
Estos valores pueden detectarse de modo sencillo con un medidor de CO2. Pero sobreviene una aclaración: "Medir CO2 en los ambientes no implica que si los valores son óptimos, el riesgo de exposición al virus y de contagio es cero. Pero es una herramienta más, y muy importante. El riesgo 'cero' no existe…. Pero cuantas más medidas preventivas incorporemos colaboramos a que ese riesgo sea lo más bajo posible".
Los medidores
La metodología que se utiliza para medir el CO2 -la más efectiva- es el sensor infrarrojo no dispersivo (NDIR, pos sus siglas en inglés). Los equipos que están en el mercado tienen un costo que puede ir de los 50 a los 200 dólares. Pero además, hay desarrollos nacionales.
Los medidores de CO2 podrían instalarse en las escuelas y en cualquier otro espacio cerrado en donde haya siempre concurrencia de personas: oficinas, comercios, supermercados, restaurantes, bares y cafeterías, incluso en el transporte público. Sigue siendo clave, más allá de lo dicho, la cantidad de personas (el aforo) que está respirando un mismo aire, y el tiempo durante el cual lo respiran.
"Respecto de los equipos, hablamos de medidores portátiles: entran en un bolsillo. Tomemos el ejemplo de una escuela: se podría comprar uno por cada institución, y ese medidor se va trasladando. A la mañana se mide en un ambiente, como un aula, y luego en otra y en otra; son mediciones instantáneas, que registran (cada uno, dos, diez minutos, etcétera) y grafican cómo se comporta el nivel de CO2 en ese ambiente, y por lo tanto cómo es allí la calidad del aire", añade la viróloga.
Para la especialista, esta herramienta de medición de CO2 sería muy importante para las escuelas, en aras de poder garantizar la continuidad de la presencialidad y sostenerla el máximo tiempo posible. "Si se determina (por medición) que el aire de un aula está viciado y estancado, hay que ventilar como primera medida; luego, disminuir el aforo (la cantidad de personas que están en ese espacio) y el tiempo de permanencia de éstas en el aula. A los chicos habrá que abrigarlos más este año, pero la ventilación permanente deberá estar presente en las escuelas", recomienda.
Gentileza Modelo de medidor del CO2. Los equipos que están en el mercado tienen un costo que puede ir de los 50 a los 200 dólares. Hay desarrollos nacionales a costos accesibles. En la foto, la medición de CO2 en el aula de un colegio de España.
Modelo de medidor del CO2. Los equipos que están en el mercado tienen un costo que puede ir de los 50 a los 200 dólares. Hay desarrollos nacionales a costos accesibles. En la foto, la medición de CO2 en el aula de un colegio de España.Foto: Gentileza
Ventilación natural y mecánica
Como se dijo, si hay posibilidad de ventilación natural en un ambiente, preferentemente ésta debe ser permanente y cruzada (una ventana de salida, otra de entrada, puertas y ventanas siempre abiertas). Se trata de disipar los aerosoles para que no queden por horas suspendidos en el aire.
Pero si no es posible una ventilación permanente y cruzada, hay otras herramientas como mecanismos de extracción mecánica (extractores); incluso algunos aires acondicionados tienen la función de renovaciones de aire y aún más: "También se pueden colocar ventiladores como extractores, es decir, que el ventilador esté enfocando hacia una puerta abierta que dé al exterior. Hay estrategias simples que nos permiten mantener el ambiente no a riesgo de contagio cero, pero sí con una disminución de las posibilidades de infección", concluye la investigadora.
Barbijo siempre, por favor
En un local comercial, un empleado tiene el barbijo bajo y cuando llega un cliente, recién ahí se lo pone correctamente. "Esto es lo mismo que nada, porque si ese empleado está infectado (por ejemplo), los aerosoles con partículas virales que expelió al ambiente siguen estando suspendidos en el aire, el cual será respirado por el cliente. Entonces, el barbijo debe estar colocado de forma permanente y con buen ajuste, cubriendo boca, nariz y mentón. Porque el barbijo actúa como una barrera de filtración. Así también se reducen los riesgos", enfatizó Cavatorta.
Gentileza Cavatorta: Cuanto mayor nivel de CO2 hay en un ambiente, significa que más respirado está ese aire, y por lo tanto aumenta la probabilidad de presencia de aerosoles acumulados y -por ende- un mayor riesgo de exposición al virus .
Cavatorta: "Cuanto mayor nivel de CO2 hay en un ambiente, significa que más respirado está ese aire, y por lo tanto aumenta la probabilidad de presencia de aerosoles acumulados y -por ende- un mayor riesgo de exposición al virus".Foto: Gentileza
Perfil
Ana Laura Cavatorta es viróloga, investigadora del Conicet y docente del Área de Virología de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR. Además integra la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Virología, y dirige un proyecto sobre Covid-19 en el Hospital Provincial del Centenario de la ciudad de Rosario. Cavatorta participa del Grupo Ciencia Rosarina, que reúne a científicos y científicas abocados al trabajo de divulgación científica de medidas preventivas contra la Covid-19.
Las claves
A las medidas de prevención ya conocidas (barbijo, distanciamiento social, sanitización) para reducir las posibilidades de contagio de coronavirus, deben añadirse con insistencia la ventilación permanente de ambientes, el control del aforo -cantidad de personas en un mismo espacio y el tiempo de permanencia de éstas en ese ambiente-, y ahora las mediciones de CO2 como control de calidad del aire que respiramos.
Hay proyectos nacionales sobre los medidores de CO2. "Hay uno que es a nivel público (de la Universidad de Hurlingham), en Buenos Aires, que los dona u ofrece a precios muy accesibles: es un proyecto universitario". La viróloga dice que este proyecto ya fue presentado al rector de la UNR (Franco Bartolacci), "para que las facultades de ingeniería, que tienen todo el recurso humano y técnico para hacerlos, se involucren en un proyecto de este tipo, que conlleva costes mínimos".
Además, el gobierno nacional lanzó la Campaña "Ventilar", la cual busca "concientizar sobre la importancia de la ventilación de los ambientes para evitar la propagación del Covid-19 por aerosoles y difundir el potencial uso de medidores de dióxido de carbono como instrumento de apoyo", dice la web oficial de Nación. Para más información, puede consultarse en https://www.argentina.gob.ar/ciencia/unidad-coronavirus/ventilar.