De "gotas balísticas" a "aerosoles": cómo es la transmisión aérea del coronavirus
Al contacto con superficies contaminadas y las "macrogotas" de boca y nariz, ahora se suman los "aerosoles" (gotas microscópicas), que flotan y se acumulan en el aire. El barbijo, filtrante aliado y un imperativo: ventilar los ambientes de forma constante.
Corrían los primeros días del Aspo. La gente se amontonaba en las góndolas de los supermercados y desabastecía en pocos minutos el alcohol etílico y en gel, y las botellas de lavandina. Las puertas de las farmacias reproducían los carteles de "no hay barbijos, no insista". En medio de esa confusión generalizada, la obligatoriedad del uso del "tapabocas social" en la provincia llegó el 15 de abril de 2020: el barbijo se volvió algo así como una extensión del propio cuerpo.
Lo que se sabía en aquel entonces era que el SARS-CoV-2 -coronavirus- se transmitía por las gotas expelidas desde boca y nariz de una persona infectada a otra, y por el contacto con superficies contaminadas con esas gotas: por ejemplo, una persona infectada tosía sobre un cajero electrónico, otra tocaba el tablero y luego se lleva sus manos a ojos, nariz o boca. Allí se producía el contagio.
Debieron pasar muchos meses hasta conocer información científica contundente sobre una tercera vía de transmisión, también aérea, y mucho más potente en términos de transmisibilidad del virus: los aerosoles, microgotículas de un diámetro muy inferior a las macrogotas, que se expelen por nariz y boca y que, además, pueden quedar mucho tiempo suspendidas en el aire de un ambiente cerrado.
"Las tres formas de contagio son viables. Pero debe hablarse de probabilidad, es decir, de cuáles de esas tres vías es la que se da en mayor proporción. Y hoy, la evidencia que cobra más fuerza es la vía de transmisión por aerosoles en lugares cerrados, no ventilados", le dice a El Litoral Ana Laura Cavatorta, viróloga e investigadora del Conicet.
Infografía El Litoral
Foto: Infografía El Litoral
Diámetro y suspensión en aire
La diferencia entre los aerosoles y las gotas está en el diámetro. "La escala de lo que mide el virus es en nanómetros (una milmillonésima parte del metro), y luego hablamos de micrómetro (una millonésima parte del metro). El diámetro de las gotas es mayor a cinco micras, y el de los aerosoles es mucho menor a ese diámetro, por lo que resulta imposible percibirlos", explica la experta.
El Dr. José Luis Jiménez (de la Universidad de Colorado, eminencia en la materia) dice que las gotas son como "proyectiles balísticos" que debe tener toda una dirección para poder impactar en alguna de las vías de entrada directa (nariz, boca, ojos). Y estas gotas "proyectiles", como tienen un diámetro importante, tienen un peso suficiente que hace que caigan sobre una superficie (la cual estará contaminada mientras el virus permanezca activo). Y si una persona sana toca esa superficie y lleva luego sus manos a la nariz, ojos, boca, puede infectarse.
Pero los aerosoles que se eliminan al respirar, al hablar, al cantar, a diferencia de las 'gotas balísticas', tienen un menor tamaño y por ende mucho menos peso, por lo que quedan flotando en el aire, suspendidos y acumulándose en los ambientes cerrados por horas. "Se lo puede comparar con el comportamiento del humo del cigarrillo, por eso debe incluirse el otro concepto fundamental: la ventilación permanente como medida preventiva", afirma Cavatorta.
¿Por qué la ventilación permanente? Tómese como escena un ambiente cerrado con varias personas. El aire allí "estancado" es el que se respira todo el tiempo: "Si en los aerosoles hay partículas patógenas emanadas de una personas infectada, hay una altísima probabilidad de que se contagien por la vía aérea a las otras personas que estén en el lugar", aclara.
Gentileza Si en los aerosoles hay partículas patógenas emanadas de una personas infectada, hay una altísima probabilidad de que se contagien por la vía aérea a las otras personas que estén en el lugar , dice Cavatorta.
"Si en los aerosoles hay partículas patógenas emanadas de una personas infectada, hay una altísima probabilidad de que se contagien por la vía aérea a las otras personas que estén en el lugar", dice Cavatorta.Foto: Gentileza
Barbijo, filtración y ajuste
-¿Qué barbijos son los más recomendables? ¿Qué implica el ajuste del barbijo sobre la cara?, consultó El Litoral a Cavatorta.
-Lo que debe quedar bien en claro para la gente es que al usar el barbijo, no solamente la boca debe ser cubierta: debe cubrirse nariz, boca y mentón. El barbijo debe estar bien ajustado, pegado a la cara, para que no haya fugas de aire.
Por otro lado, los barbijos que se recomiendan para su uso son los homologados, los registrados por algún fabricante. Es decir, que cumplan las normativas vigentes, porque el barbijo es un producto médico y deben tener una certificación. Esto garantiza la eficacia filtrante.
Porque, ¿cuál es la idea del barbijo como protección? Que actúa como barrera y que pueda filtrar estos tamaños de partículas patógenas, tanto de "gotas balísticas" como de aerosoles. El barbijo debe garantizar una buena capacidad filtrante de partículas patógenas.
Y con respecto a los barbijos caseros, es importante que éstos tengan al menos tres capas de tela, con distintas texturas en cada una de ellas. Si hay varias capas de distintas consistencias y texturas en ese barbijo casero, esto actúa como barrera. La gente debe saber eso, pero sobre todo el cómo usarlo, tapando nariz, boca y mentón.
Y ahora, el ajuste. Un barbijo sin ajuste en la cara genera fugas (lugares por donde pueden producirse el ingreso y egreso de aerosoles que pueden contener virus infectivos). Y hablamos de que tanto el virus como los aerosoles tiene dimensiones microscópicas y, por lo tanto, no se pueden ver. Si el barbijo tiene fugas (no está bien pegado a la cara), pierde su capacidad filtrante como protección.
-Algunos especialistas recomiendan que para un mejor ajuste, los hombres se afeiten. Sin barba, es mejor el ajuste a la cara. ¿Esto es así?
-Sí, es recomendable afeitarse. Porque el ajuste del barbijo se hace en la piel. Además, el vello facial acumula partículas, es una fuente de transmisión, y además no permite que el barbijo se acople sobre la parte del mentón, porque queda suspendido en la barba: no hay bloqueo y hay fugas.
Todas estas son recomendaciones muy importantes. Ninguna intervención aislada es perfecta para prevenir la transmisión del SARS-CoV-2. Todas deben seguir teniéndose en cuenta y cumplirse para aumentar las probabilidades de éxito: ventilar de forma cruzada y permanente los ambientes cerrados es clave, el distanciamiento social de al menos 1,5 a 2 metros de distancia, el uso correcto del barbijo, fomentar actividades al aire libre y la higiene de manos y superficies.
Perfil
Ana Laura Cavatorta es viróloga, investigadora del Conicet y docente del Área de Virología de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR. Además integra la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Virología, y dirige un proyecto sobre Covid-19 en el Hospital Provincial del Centenario de la ciudad de Rosario.