De la Redacción de El Litoral
Lo advierte el Instituto Nacional del Agua (INA). Hay caudales altos en el Iguazú y una fuerte onda de crecida en el Paraguay.
De la Redacción de El Litoral
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La punta de lanza de la onda de crecida en la cuenca del Paraná ya llegó a la laguna Setúbal, que está llena de camalotes que avanzaron sobre la zona de playas en los espigones y en la Costanera Este. Esta mañana, la altura del río en el Puerto de Santa Fe fue de 4,50 metros, pero el Instituto Nacional del Agua (INA) proyecta que crecerá a 5,30 metros en la primera semana de enero, el nivel de alerta para la ciudad.
El último informe del Sistema de Información y Alerta Hidrológico de la Cuenca del Plata (SIyAH), que depende del INA, advierte que el caudal es superior al normal en el Iguazú, en la provincia de Misiones, y que hay una fuerte onda de crecida en el río Paraguay.
El Paraná también crece. “La tendencia ascendente predomina en todo el curso del río agua abajo de Corrientes-Barranqueras. Los niveles subirán sostenidamente en las próximas dos semanas. En la ciudad de Corrientes se está definiendo el pico de la onda de crecida”, precisa el informe del SIyAH. El viernes, en la costanera correntina el río llegó a 6,81 metros y esta mañana descendió a 6,68 metros, según los registros de Prefectura Naval. En la ciudad de Santa Fe, la proyección es que en Navidad estará cerca de los 4,90 metros y en la primera semana de enero treparía a 5,30 metros.
El impacto de la crecida
Se trata de un pronóstico, pero confirma la necesidad de que la ciudad esté preparada —de hecho hace unos días el municipio decretó la emergencia hídrica— ya que si la altura del río oscila en los 5,30 metros en enero puede ser necesario realizar evacuaciones en La Vuelta del Paraguayo y en algunas viviendas que están radicadas a la vera de la ruta nacional 168.
En Colastiné Sur, que tiene una defensa que alcanza hasta los 6 metros, también puede haber dificultades por filtraciones.
Los barrios de la ciudad que están dentro del anillo de defensas no deberían tener dificultades con esta altura del río, que está dentro de lo que los especialistas definen como una crecida ordinaria del Paraná. Pero en Colastiné Norte y la ciudad de Rincón, el repunte en la cuenca levanta el nivel del acuífero e incrementa la vulnerabilidad frente al escenario de lluvias intensas, en una zona rodeada de defensas y con poca infraestructura para conducir los excesos hídricos.
La semana pasada, cuando se decretó la emergencia hídrica, el municipio anunció que construirá módulos habitacionales ante la posibilidad de que haya que evacuar familias en La Vuelta del Paraguayo y Colastiné Sur.