Por Ignacio Andreychuk
iandreychuk@ellitoral.com
“Anoche estaba mirando televisión, me fui a acostar a última hora y antes abrí la canilla del baño, pero ya no salía nada de agua”. Mario Cámara es un vecino de la zona sur de la ciudad y su historia refleja la mañana que vivió toda la cuadra a partir del daño que se produjo en el acueducto que abastece a la planta de Aguas Santafesinas desde el riacho Santa Fe durante las primeras horas del día. Sin embargo, en la mayoría de los barrios el inconveniente principal fue la falta de presión en el suministro, el cual se limitó a un diminuto chorro de agua.
Cámara, de 80 años, relató los reiterados inconvenientes que tienen con este servicio. “Hace más de dos meses que en esta zona la presión de agua es bajísima. Sale apenas un chorrito de las canillas”, dijo. Y puntualizó: “Hoy estuvimos con un hilo de agua durante las primeras horas, pero prácticamente no alcanza para nada. No te podés bañar ni lavar”.
Paola es portera de un edificio en barrio La Florida. “Llegué a trabajar temprano, saqué la basura y realicé las tareas diarias. Luego conecté la manguera para regar las plantas y noté que salía muy poquita agua. Me pareció raro porque normalmente es buena la presión, pero hoy salió muy poca”, comentó la empleada, de 30 años.
Hasta el mediodía, la administración no había recibido quejas de los inquilinos por falta de agua. De todos modos, “algunos vecinos que viven cerca escucharon que el suministro era escaso y empezaron a juntar agua en ollas y baldes para tener una provisión para el resto del día”, agregó.
Idéntica situación
En Barranquitas, los vecinos que estaban en pleno “veredeo” le comentaron a El Litoral que el panorama es similar. En algunas casas, la presión de agua era menor que en otras y la gente empezaba a juntar el líquido en baldes y fuentones.
Por su parte, Luisa Rodrigo de Piedrabuena vive en barrio Roma. “Desde las 7 de la mañana no salió casi nada de agua. Hay momentos en los que abrís la canilla y prácticamente no hay agua, pero por ahí podés juntar algo porque sale un hilito. Ayer a la tarde empezó a fallar la presión”, precisó la vecina, de 78 años.
También lamentó la situación: “Hay que aguantar, no queda otra. En la pileta para lavar la ropa estuvimos juntando otro tanto, pero salía un chorrito nomás. Por allí se pudo juntar un poquito más, aunque la situación es muy complicada”.
Ruth Giménez tiene 73 años y su casa es lindante a la de Luisa. Allí el suministro de agua potable varió durante toda la mañana, pero siempre con baja presión. “Hace dos días que no me carga el tanque. Estoy juntando en baldes y algunas ollas. Me llevó más de media hora reunir un poco en un recipiente para tener en el baño, pero así no se puede vivir”, reclamó.
Luego dijo que ayer se quedó sin agua a las 5 de la tarde: “Fue de un momento para el otro, porque ni siquiera había lavado ropa. La semana pasada estuve tres días cargando en fuentones, pero sale un hilo de agua”.