El Litoral
area@ellitoral.com
Un cartel para la polémica, basura acumulada y un corralito donde crecen yuyales pero no hay solución al problema que generó el hundimiento.
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Muchos vecinos del sur de la ciudad —en este caso del barrio Santa Lucía— se comunicaron con este diario para comentar la sorpresa que les produjo un cartel, pintado a mano alzada, con una leyenda contundente: “Sr. vecino, no sea H de P, no tire basura”.
A priori, podría indicarse que seguramente, quien escribió el cartel en la pared de un tapial en la ochava sudoeste de la intersección de Corrientes y San Juan, a dos cuadras de avenida Freyre, habrá tenido sobradas razones y que entonces, cansado de tal situación de tantos años, se hartó y en “caliente” escribió una descarga emotiva que terminó superando sus intereses de convivencia.
Sin embargo, muchos vecinos que prefirieron mantener sus nombres en reserva para evitar ampliar el conflicto, apuntaron que el autor del cartel recién llegó al barrio en las últimas semanas y que él habría iniciado el problema acumulando desechos de una poda y la limpieza del inmueble que ahora ocupa. Además, otros recordaron que era un acuerdo tácito entre vecinos y el servicio de recolección de residuos de que aquellos no convencionales se acumulaban para que el retiro especial diurno (allí la recolección diaria es nocturna).
Un número importante de vecinos no aceptó ni comparte el texto del cartel. En la zona de conflicto convive gente de trabajo, profesionales, vecinos de muchos años en el lugar, que recuerdan que en esa vivienda donde hoy luce el cartel de la discordia vivió la familia de Edgardo “El negro” Luna, peronista de pura sangre, canillita de la zona de la Terminal de Ómnibus, diputado provincial y uno de los fundadores de FM Popular, la primera radio comunitaria de la ciudad.
Lo que se pudo observar a comienzo de esta semana es que algunos vecinos insisten en su práctica perniciosa para la convivencia, ya que los residuos que antes se depositaban en la ochava sudoeste fueron fotografiados en la ochava nordeste.
Como si los problemas fueran pocos, esa esquina con el cartel está enfrente de una vivienda donde los vecinos aseguran que funciona una especie de club privado los sábados y vísperas de feriado, donde la música y el bullicio se extienden hasta avanzada la mañana.
Un corralito de 14 meses
El otro problema que se advirtió en esa intersección es un corralito de Aguas Santafesinas que, según los residentes de la zona, hace más de un año que fue instalado, supuestamente para un arreglo que, al parecer, la empresa no se hizo cargo.
La fotografía que ilustra el comentario es elocuente: desde su interior los yuyales van creciendo y muchos sostienen que suelen observarse algunas alimañas. Eso, sí: el desperfecto que generó el hundimiento parece no haberse solucionado.
Como si los problemas fueran pocos, esa esquina con el cartel está enfrente de una vivienda donde los vecinos aseguran que funciona una especie de club privado los sábados y vísperas de feriado, donde la música y el bullicio se extienden hasta avanzada la mañana.