Florencia Arri
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En 60 días se detectaron 9 fiestas, principalmente en barrio Las Paltas y Villa California.
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Los municipios de Santa Fe y Rincón detectaron en los últimos dos meses 9 fiestas públicas en la zona de la Costa: 3 en jurisdicción de Rincón y 6 en Las Paltas. Los eventos fueron denunciados por los vecinos a las líneas telefónicas de ambas municipalidades y motivaron la clausura de 3 inmuebles de Villa California.
“Lo que estamos detectamos son fiestas tipo boliche, desde la medianoche o la madrugada y hasta el mediodía, fiestas electrónicas tipo after de la mañana de domingo”, contó Matías Chuard, secretario de Gobierno del municipio de Rincón. Una de las fiestas fue en un Camping sindical que se clausuró, multó e intimó a regularizar su habilitación; en los otros dos casos fueron inmuebles particulares en los que se clausuró el evento, con cese de música y desalojo de los asistentes.
En barrio Las Paltas, cerca del límite con Villa California, los vecinos denunciaron a la Subsecretaría de Control de Santa Fe fiestas en diferentes casaquintas ubicadas en calles Las Macluras, Los Urunday y Las Higueras.
El procedimiento de control de ambos municipios es similar. Los vecinos detectan el evento por la música a altos decibeles y la concentración de vehículos y los denuncian a las líneas telefónicas de atención. En respuesta, acuden al lugar inspectores con medidores para medir la intensidad de la música y evaluar si el evento cumple con las ordenanzas vigentes.
“Nos acercamos hasta el lugar y notificamos a quien alquila la quinta que hay ordenanzas, y que el predio debe estar habilitado para realizar fiestas y se dispone a la clausura. Le damos intervención al juzgado de faltas, que hace la disposición y se procede a la clausura”, explicó Chuard.
El funcionario rinconero explicó que, si la actividad no cesa proceden al secuestro de los elementos sonoros, sean equipos de gran porte o parlantes. “Hasta ahora no tuvimos que llegar a la segunda instancia”, destacó Chuard, quien detalló que los eventos clausurados eran convocatorias de entre 100 y 200 personas.
“Muchas casaquintas y casas de familia son rentadas por día o por horas, en condiciones totalmente irregulares, para realizar todo tipo de eventos. Son construcciones que carecen de las instalaciones básicas para estos fines comerciales: no cuentan con paneles acústicos que eviten la salida del sonido, tienen piletas familiares que no presentan las medidas básicas de seguridad y los baños no son los suficientes para la cantidad de personas que asisten, la venta de bebidas es totalmente irregular, entre otras cuestiones”.
Anabela Méndez, vecina de Colastiné
Convocatorias y clausuras
La cantidad de personas que asisten es un dato relevante para diferenciar una fiesta pública y una privada. Así explicó Mariela Uberti, subsecretaria de Control de la Municipalidad de Santa Fe: “El municipio controla fiestas públicas que hacen uso y goce de un espacio físico no habilitado con asistencia masiva de personas e indeterminación de quienes asisten, es decir que el organizador no conoce a los invitados”, detalló la funcionaria y la diferenció de un evento privado, “una reunión de amigos y conocidos en una casa, por más que al vecino le moleste el ruido”, explicó.
Uberti señaló que los espacios habilitados para realizar fiestas son las confiterías bailables, casas de fiesta y comedores con permiso de espectáculo bailable, y destacó que no existen casaquintas que cuenten con este tipo de permisos.
En todos los casos, ambos municipios labran un acta de constatación de infracción y, al detectar un alquiler, intiman al propietario a regularizar la actividad comercial. Si en el inmueble particular se detecta una actividad regular se clausura y se notifica al propietario dominial, co-responsable por la realización del evento.
“Los contratos de locación son para vivienda, si en la quinta alquilada se hacen fiestas hay al menos un incumplimiento contractual que hace responsable también a la inmobiliaria que interviene, si alquila un lugar para actividad comercial sin reunir los requisitos y habilitaciones pertinentes”, concluyó Uberti.
“Las fiestas en las quintas son una constante en diciembre, cerca de fiestas de fin año y los fines de semana de todo el verano, en todo momento: en algunos casos comienzan el jueves y siguen con música —con parlantes de gran porte— a toda hora y durante todo el fin de semana. Para quienes vivimos ahí, la temporada en que más disfrutamos de la casaquintas y el verde se vuelve un problema: de golpe y porrazo la calle se transforma en un gran estacionamiento, la música no te deja dormir y encima si te quejás sufrís botellazos como represalia porque toda queja tiene su precio”.
Alejandro Clapes, vecino de Rincón
Piden a los vecinos que denuncien
Funcionarios de Rincón y de Santa Fe piden a los vecinos que denuncien la realización de fiestas a las líneas telefónicas disponibles las 24 horas.
En el caso de Santa Fe, es la Línea de Atención ciudadana, 0800-777-5000 donde el caso se rotula con un número de reclamo que permite dar seguimiento al caso. “Pedimos que anoten y guarden este número para poder seguir qué pasó con la denuncia en futuros eventos”, destacó la subsecretaria de Control, Mariela Uberti.
En Rincón, las denuncias se reciben en el Centro de Monitoreo, al teléfono 4972398. “Pedimos a los vecinos que ante cualquier novedad de ruidos, autos o incidentes se comuniquen a ese teléfono que deriva la denuncia al funcionario correspondiente, sea la hora que sea”, destacó el secretario de gobierno, Mathias Chuard.