El 29 de abril de 2003 será recordado por todos los tiempos como el día en el que el río Salado ingresó con toda su furia a la ciudad de Santa Fe y arrasó con lo que se encontró en su camino. Casas, hospitales, escuela. La capital de la provincia quedó paralizada por el avance del agua. A continuación, un breve repaso fotográfico con archivo de El Litoral.