El lado "oscuro" de la Plaza España, histórico punto neurálgico de la capital provincial
Es uno de los sitios más antiguos de la ciudad y como tal cuenta con varios episodios trágicos, sobre todo en la primera parte del Siglo XX. Timadores y estafadores supieron hacer de este espacio su lugar de “trabajo”. El recuerdo de enfrentamientos de facciones políticas que terminaron con muertos y heridos. Y un tenebroso mito popular referido a la plaza.
Con orígenes en tiempos coloniales, lo que hoy se conoce como Plaza España tuvo distintas nomenclaturas en el transcurso del tiempo en la ciudad de Santa Fe. A mediados de siglo XIX, recibió el primer mote: “de la Carretas”, por su funcionamiento como una especie de “estacionamiento” para los vehículos de la época que allí aparcaban. Luego, el lugar fue bautizado como “El Progreso” en alusión al crecimiento de la urbe. Pasaron 10 años, y se hizo una reducción del espacio, quedando en una manzana delimitada por las calles San Luis, Gobernador Crespo, Rivadavia e Hipólito Yrigoyen.
Banco de imágenes Florian Paucke D.R
Primera Feria Rural Provincial en 1887. Foto: Banco de imágenes Florian Paucke
Hacia fines de aquel siglo le trocaron el nombre a “Cristóbal Colón” y en 1900 recibió el definitivo “Plaza España”. Pese a la importancia de este lugar en la capital provincial, que supo albergar por ejemplo la Primera Feria Rural Provincial en 1887 o ser un lugar para cazar patos en la tremenda inundación de 1905, la plaza tiene en su historia un lado “oscuro”, marcado por violencia y muerte.
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Inundación de 1905. Foto: Banco de imágenes Florian Paucke
Elementos indeseables
En los albores de la década de 1930, el diario El Orden comenzaba a contar los primeros esbozos de la cara tenebrosa del lugar. “Los vecinos de dicha plaza, en la que tienen un medio de paseo y esparcimiento, han dejado de concurrir a la misma, en presencia de esos elementos que estratégicamente ubicados en todas sus partes, están a la caza de una oportunidad para realizar con la tranquilidad y libertad de que gozan, un asalto, no otra cosa, a las posibilidades económicas de los paseantes y transeúntes de los pueblos vecinos que a ella llegan en el deseo de conocer la ciudad”, contaba el periódico en noviembre de 1931. El antiguo diario hacía referencia a la aparición de lúmpenes de la “baja política”.
“En la actualidad, la baja política, ha podido más que el mantenimiento de la moral, y de la previsión en el orden de las actividades delictuosas de esos desperdicios sociales, a quienes pareciera habérseles dado patente de gente honesta para pulular por la Plaza España, centro de sus atentados y depredaciones, para cuanto infeliz e incauto cae en sus garras”, reflexionaba El Orden.
Hemeroteca Digital de Santa Fe / Diario El Orden D.R
Foto: Hemeroteca Digital de Santa Fe / Diario El Orden
Desorden, pánico y muerte
En 1935, la plaza España fue escenario de uno de los hechos más violentos que se registraron por aquel entonces en la capital santafesina. El 4 de febrero de ese año, El Litoral contó entre sus páginas lo ocurrido el día anterior: el domingo por la noche en el marco de actos partidarios se desataron una serie de episodios violentos que terminaron con dos personas fallecidas y otras cuatro heridas.
La crónica indica que se llevaba adelante un encuentro político, con unas 150 personas en el lugar de cara a un escenario montado a pocos metros de las oficinas del F.C.S.F (hoy Registro Civil). De repente, mientras uno de los oradores tenía la palabra, una bomba lacrimógena fue lanzada en dirección a los presentes. “El proyectil y los gases sembraron la confusión consiguiente, la que fue aumentada por personas que huían por calle Crespo en dirección Belgrano y otras que emprendian la fuga por San Luis hacia el sur. Casi simultáneamente se oyeron algunas detonaciones, gritos, exclamaciones en las que se nombraba a la patria, unido a voces de dolor. Segundos después habían quedado tendidos en el lugar del hecho, tres hombres”, contó este diario.
Archivo El Litoral D.R
Foto: Archivo El Litoral
Con el correr de los minutos llegaron hasta la plaza efectivos policiales y ambulancias. Los uniformados constataron el deceso de dos hombres, que posteriormente serían identificados como militantes de partidos de izquierda y de derecha, respectivamente. Al mismo tiempo, los equipos de salud trasladaron a varias personas heridas a las guardias públicas.
Por su parte, el diario El Orden (que también le dio cobertura a lo sucedido) explicó que a raíz de los incidentes la policía detuvo a ocho personas, que posteriormente fueron trasladadas a la Seccional 3era. “Algunos son obreros que militan en el anarquismo”, destaca en su tapa el citado periódico.
Hemeroteca Digital de Santa Fe / Diario El Orden D.R
Foto: Hemeroteca Digital de Santa Fe / Diario El Orden
Un tenebroso mito popular
A principios de siglo XX un mito popular se transmitía de generación en generación referido a la Plaza España. Cabe señalar que, en aquellas épocas, la prensa no tenía los recaudos actuales para comunicar los temas sensibles que aquejaban a las sociedades.
Para las primeras décadas del pasado siglo, las llamadas “malas lenguas” apuntaban a la Plaza España como el lugar de los suicidas. La aparente privacidad que otorgaban los gomeros gigantes allí plantados, sumado a lo bajo de sus ramas, se convertía en escenario elegido para los infortunados.
Hemeroteca Digital de Santa Fe / Diario El Orden D.R
Foto: Hemeroteca Digital de Santa Fe / Diario El Orden
“La leyenda ha tejido su más curioso enredo en ella. Es la plaza de los suicidas, que buscando sentimentalismo en la muerte, se alejan de lo prosaico de la vida. Tiene un gigantesco árbol, a cuya sombra se ha ubicado un banco, en el cual ayer descansaban los que daban el adiós, después de haber escrito con sangre la última hora de su existencia”, publicó el citado diario el 12 de octubre de 1930.
En la foto que acompaña el artículo, el medio gráfico usó el siguiente epígrafe: “El árbol de los suicidas en la Plaza España Allí, bajo un techo rumoroso, se despidieron de la vida muchos fatigados, muchos románticos y algún comerciante fallido”.
“Es una de las mejores plazas de Santa Fe y la que más habla de su pasado, de su tradición. La leyenda está obscura y lejanos los sucesos que presenta como reales. Si entonces fue el sitio predilecto de los suicidas, hoy es el lugar en donde Cupido se ensaña”, cerró El Orden.
Archivo El Litoral D.R
Antigua imagen aérea de la plaza España y su entorno. Foto: Archivo El Litoral