Dr. Hugo D. Valderrama | Med. Neurólogo, Máster en Neurociencias (Mat. 5010)
Muchas veces se diagnostican alguna de estas enfermedades y no se tienen en claro sus significados.
Dr. Hugo D. Valderrama | Med. Neurólogo, Máster en Neurociencias (Mat. 5010)
Demencia senil, Alzheimer o arteriosclerosis: es probable que esté preocupado por estos términos, inclusive algún ser querido haya sido diagnosticado con algunos de ellos, pero siga sin tener bien en claro sus significados. A continuación los explicaré de manera concisa, pero tenga en cuenta que son varios términos, le recomiendo que lea de manera pausada para asimilarlos.
El primer término a dejar en claro es el de demencias. Las demencias son un grupo de enfermedades que dañan las neuronas del cerebro de manera progresiva (neurodegenerativas).
Como somos cerebro, todo puede afectarse. Pueden dañarse tanto las funciones mentales como la memoria y el razonamiento. La conducta, y sufrir síntomas como angustia, ansiedad o agresividad injustificada. El sistema motor, y tener dificultades para caminar o tragar. El sistema autonómico, y padecer incontinencia urinaria o fecal. Inclusive las defensas del sistema inmune, que son reguladas también por el cerebro, e iniciar con infecciones respiratorias o urinarias a repetición.
Síntomas
Dentro de este grupo de enfermedades llamadas demencias, la enfermedad de alzheimer es el tipo más frecuente, pero no la única. Se diferencian entre ellas por los sectores del cerebro que se dañan primero, por lo tanto los síntomas iniciales, como por el mecanismo por el que se destruyen las neuronas.
A la demencia tipo alzheimer, le sigue en frecuencia la demencia tipo “vascular”, que tiene como mecanismo principal la “arteriosclerosis”. La arterioesclerosis es la pérdida de elasticidad y el estrechamiento de las arterias, en el caso de la demencia vascular, de las que llevan oxígeno al cerebro. Es por ello que el término arteriosclerosis no debe usarse como similar a demencia, ya que es un mecanismo más que puede dañar arterias de cualquier parte del cuerpo, incluyendo el corazón, y producir infartos cardíacos.
Luego de la demencia vascular, le sigue en frecuencia la demencia “Fronto-temporal”, que a diferencia del Alzheimer, inicia afectando antes a la conducta que la memoria. Existen luego otros tipos de demencias, con otros síntomas iniciales, que sería muy extenso para explicar en esta columna, pero los tres tipos nombrados representan juntos el 85% de todas las demencias.
Senil
El agregado “senil” luego del término demencia se encuentra en desuso, es sesgado y genera confusión. Senil significa “relativo a la vejez”, pero no todas las personas que padecen demencias son adultos mayores. Hay personas adultas jóvenes menores a 50 años diagnosticadas, aunque de manera mucho menos frecuente.
Respecto al término médico real para “principio de Alzheimer”, es el de “deterioro cognitivo leve”. Cuando una función mental como la memoria a corto plazo se altera, pero no lo suficiente para que se afecte la realización de las actividades de la vida diaria y la persona sigue manteniendo su autonomía, es que se establece el diagnóstico patológico con este último término.
Es de vital importancia comprender que las demencias NO son “normales” en los adultos mayores. Afectan a un gran porcentaje, llegando a más del 40% arriba de los 80 años, pero no a todos. NO es normal que se pierdan las funciones mentales o se dañe la conducta de manera progresiva a ninguna edad. Lo resaltó con mayúsculas, ya que este error básico lleva a que se demore la consulta médica, por lo tanto el tratamiento y la asesoría a los seres queridos, de la personas que padecen demencia.
“Pueden dañarse tanto las funciones mentales como la memoria y el razonamiento”