El Litoral
La demora no obedece a una cuestión burocrática, sino a que resta definir si están dadas las condiciones seguras para operar.
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“El retraso en la habilitación no tiene que ver con una cuestión burocrática ni administrativa, y mucho menos con el nuevo decreto”, informaron a El Litoral desde el Ministerio de Transporte de Nación tras la polémica que se generó al conocerse que el aeropuerto de Sauce Viejo aún no podrá operar a pesar de que se terminaron las obras.
A primera hora de la mañana de este miércoles, el gobernador Miguel Lifschitz manifestó su malestar con la situación, responsabilizó a “la burocracia” de esa repartición y calificó la dilación como “una locura” y “una traba inexplicable”.
“La realidad es que se hicieron obras que, entre otras, incluyeron el corrimiento del Sistema de Aterrizaje por Instrumentos (ILS). La nueva ubicación de estos dispositivos implica una actualización necesaria de lo que se conoce como ‘cartas de aproximación‘ -una suerte de guía para poder aterrizar con seguridad en el aeropuerto-. Esto es un requisito normativo, no burocrático, que obedece a criterios de seguridad operacional”, explicaron desde Transporte.
Además aseguraron que la Empresa Argentina de Navegación Aérea (Eana) “recibió la nueva documentación recién la semana pasada”, por lo que por estos días “está analizándose para elevarse a la Anac que es la que terminará de definir si están dadas las condiciones seguras para operar”.
El decreto (27/2018) del Ejecutivo Nacional (del 10 de enero pasado), que establece que la terminal de vuelos de Sauce Viejo (junto a otras 8 aeroestaciones del país) deja de depender del Ministerio de Defensa y pasa a la órbita de la Empresa Argentina de Navegación Aérea (Eana), no tiene incidencia en esta nueva demora, explicaron.
Así las cosas, el Ministerio de Transporte desconoce aún cuándo estará en condiciones de rehabilitar Sauce Viejo-que ya lleva siete meses cerrado-, con lo cual los pasajeros deberán continuar utilizando el de Paraná.