Si hay algo que "sobra" en Colastiné Sur es agua, un barrio rodeado de río, castigado históricamente por las inundaciones. Y ello es una paradoja. Porque además es el barrio más antiguo de la ciudad y pese a ello no tiene servicio de red de agua potable.
Colastiné Sur tiene 358 años, apenas 13 años más que el traslado de Santa Fe la Vieja a la actual, iniciado en 1649. Se llega a través de la ruta nacional 168 en un acceso ubicado a la altura del cruce del río Colastiné de camino hacia Paraná. El barrio que era conocido como Puerto Obligado -así se llama una de sus calles- está rodeado de agua que llega desde el río Paraná por el río Colastiné. Sin embargo sus cerca de 4 mil habitantes no tienen agua potable de red. Y tienen que abastecerse a través de un camión cisterna que vuelca el líquido vital a través de mangueras en cada tanque domiciliario. Un ritual que se repite varias veces por semana. Y cuando el camión no llega, es un problema.
Un dato más. A pocos metros de Colastiné Sur hay una toma de agua del río que abastece la planta potabilizadora de Aguas Santafesinas para suministrar el servicio a casi toda la ciudad. Y otro poco más allá -también aguas arriba del río Colastiné- hay otra toma más de agua que abastece a la planta que suministra el servicio a la ciudad de Rincón.
Para solucionar este problema histórico, el intendente Emilio Jatón anunció a principio de este año la realización de una obra para dotar de agua potable de red al barrio. La idea es la captación, almacenamiento y distribución de agua potable a través de unas 350 conexiones (ver La obra en detalle).
La obra fue incluida en el Presupuesto anual presentado en el Concejo Municipal y contemplaba una inversión estimada en $ 26.138.440. Esto "abrirá una nueva etapa en la vida de más de 4 mil personas que allí residen", dijo entonces el mandatario local.
Se hicieron los estudios de suelo, se elaboró el proyecto y en marzo pasado la obra fue licitada. La única oferta la hizo Winkelmann SA, que cotizó por $ 42.763.116,03.
Licitación caída
¿Qué pasó luego? Al ser la oferta tan elevada se "cayó" la licitación y la obra no pudo ser adjudicada. ¿Qué harán ahora? "Se cambiaron las condiciones financieras respecto del pliego licitatorio anterior para asegurar que la obra pueda ser adjudicada", dijo el secretario General de la Municipalidad, Mariano Granato. Y además, se ajustó el presupuesto a unos $ 44 millones. "En las próximas semanas se dará a conocer la nueva fecha de licitación, con los nuevos pliegos", anticipó el funcionario.
Por último, cabe señalar que luego del nuevo proceso, una vez adjudicada la obra demandará unos 6 meses de ejecución. Mientras tanto los vecinos siguen abastecidos a diario por el camión que les trae el agua potable para la subsistencia, al igual que hace ya 358 años.
La obra que se licitó en marzo es un sistema conformado por los pozos de captación de agua subterránea, la impulsión por medio de bombas y cañerías hacia una reserva elevada (tanque) que estará ubicada en la escuela del barrio, la cloración, y la red de distribución y conexiones domiciliarias. Los estudios previos y el proyecto fueron realizados por la Secretaría de Asuntos Hídricos y Gestión de Riesgo, y evaluada su factibilidad por Aguas Santafesinas SA (ASSA).
Silvina Serra, secretaria de Asuntos Hídricos y Gestión de Riesgo municipal, explicó que "los antecedentes previos para dotar de agua a esta zona tenían que ver con hacer una captación desde el río, obra que resultaba muy costosa para la cantidad de población existente. Entonces hicimos consultas con especialistas en Ingeniería Sanitaria de la Universidad Nacional de Rosario, y nos recomendaron que empecemos a buscar pozos y a hacer muestreos del agua domiciliaria".
"Empezamos a recorrer las casas, a tomar muestras y localizamos un lugar donde el agua era de buena calidad y apta para consumo humano -explicó Serra-, con el requerimiento de un tratamiento estándar, a unos 300 metros al norte del Club de Caza y Pesca". Se realizó el estudio hidrogeológico y con las determinaciones obtenidas en el perfilaje, la extracción de muestras de los estratos, los ensayos de bombeo y análisis de calidad, se diseñó la obra de captación a ejecutar.
Una vez que se extraiga el agua de la perforación, la misma será impulsada hacia la reserva elevada a través de una cañería de 1.930 metros con las correspondientes cámaras de aire y desagüe, cámara de bombeo, tablero y plataforma de operación y control.
La reserva elevada estará ubicada en un predio que se encuentra a la entrada del barrio, cercano a la escuela, y con una cota segura respecto de las crecidas del río Paraná. Esta parte de la obra contempla la instalación de un tanque elevado -que actualmente se encuentra en desuso en la intersección de calles La Pampa y Estrada- y que será trasladado a este emplazamiento. Se trata de una torre reticulada de acero de 14 m de altura, con una capacidad de 80.000 litros, construido en PRFV. Se realizó estudio de suelo en el sector para determinar los parámetros de diseño de la fundación y base del tanque.
Para el sistema de tratamiento del agua, se prevé una casilla de cloración. Serra destacó que "el agua subterránea que encontramos es tan buena como la de río, por lo que no se necesita una planta de tratamiento de sales, sino sólo una desinfección por cloración. En la zona más antigua del barrio el agua tiene mucho contenido de hierro y manganeso, que no son malos para la salud, pero le dan condiciones físicas al agua desagradables. Pero en el sector de la extracción es de muy buena calidad y no tiene esos componentes".
En el mismo predio de la reserva elevada se construirá además una oficina-laboratorio para monitoreo de la calidad del abastecimiento, baño y sala de tablero. Además se prevé el diseño de un espacio público (plaza) y también el automatismo.
La red de distribución proyectada cuenta con una longitud de aproximadamente 5.600 metros de cañería de PVC. Se ejecutarán alrededor de 350 conexiones. Asimismo, se instalarán válvulas esclusas -que permitan el cierre de cada tramo en forma independiente para su mantenimiento-, y 10 hidrantes a resorte destinadas a la purga de la red y eventualmente a ser usados para incendio. También se prevé la colocación de juntas de goma, ramales y accesorios correspondientes.
Serra destacó que "toda esta obra lleva un plazo de ejecución de 4 meses, aunque luego hay que considerar también los tiempos para la purga de las cañerías y llenado del tanque". Finalmente, la funcionaria apeló a que los pobladores hagan un "uso racional del agua, una vez que el servicio esté operativo".
"Confiamos que la obra se va a hacer"
"Estamos al tanto de todo lo que está haciendo la Municipalidad para solucionar el problema", dijo Marcela Fernández, desde la Vecinal Colastiné Sur. "Si bien la demora nos afecta, confiamos en que la obra se va a hacer".
"Nos dijeron que están cerrando todos los detalles para los pliegos nuevos, para que la licitación no se vuelva a caer", dijo más adelante la vecinalista en diálogo con El Litoral. "Y la semana pasada acompañamos a los funcionarios que vinieron a ver las perforaciones que se están haciendo en el barrio para tomar muestras de agua y evaluar su calidad, y recorrimos juntos la zona donde se va a construir un tanque en altura", detalló Fernández.
"Mientras esperamos la obra, seguimos abasteciéndonos con el camión que nos trae el agua, y controlamos que no falte, para asegurarnos el servicio", finalizó la vecinalista.