Domingo 14.3.2021
/Última actualización 13:42
La Plaza España, uno de los espacios públicos con más historia en la ciudad, presenta un estado de abandono, con yuyos altos y con los senderos de piedras sin mantenimiento. Pero también lo que preocupa es la situación del arbolado, sobre todo de un gomero (Ficus retusa) que se ubica cerca de la intersección de Rivadavia y Gob. Crespo.
"Fue plantado entre 1885 y 1895 junto a otro ejemplar. Había cuatro Ficus retusa más, que había plantado Don Paulino Llambi Campbell en su quinta, que era en su momento la Municipalidad de Santa Fe", recordó el arquitecto y especialista en botánica Ezio Mazzarantani, en diálogo con El Litoral, y agregó que la procedencia de esta especie es de Malasia y la India. "La elección del árbol en un lugar tiene connotaciones en el tiempo y la historia", destacó.
"Por lo que se observa es un árbol que ha tenido un estrés muy grande con podas 'asesinas'. Para manejar un árbol tenés que podarlo cuando las ramas son chicas, y este ejemplar tiene ramas de diámetros enormes. Esa poda afecta a cualquier árbol, porque le entran bacterias y lo empieza a matar", indicó Pablo Aceñolaza, Doctor en Ciencias Biológicas con Orientación Botánica, ante la consulta de este diario.
Respecto de lo que estaría afectando la subsistencia del gomero, Aceñolaza sostuvo: "Los hongos que se observan son seres vivos que usualmente degradan materia orgánica; cuando una planta o rama está muerta, este tipo de hongo (sapróficos) va consumiendo la materia muerta", y agregó que "esto no implica que todo el árbol muera, sino que a veces un árbol afectado muere por partes y revive por otras que hacen sostenerlo. Lo que sí ocurre es que la forma de árbol juvenil o maduro con hojas lindas y una buena copa bien distribuida se va perdiendo, y empieza a aparecer esta forma de árboles seniles".
También la posibilidad que deslizó el investigador del Conicet es que "las puntas secas puede ser un efecto ocasionado por falta de agua, suponiendo que el año pasado fue muy seco, o puede ser por exceso de agua, tal vez por alguna napa que esté cada vez más alta". Por la cantidad de huecos que presenta el árbol ingresa el agua que queda dentro del tronco. "Dentro del tronco se reproducen mosquitos y demás insectos lo que generan una degradación de la madera circundante".
Al acercarse al árbol se pueden observar los hongos y una vasta cantidad de excremento de aves, sobre todo de palomas y golondrinas que en esta época habitan la plaza. Mazzarantani precisó que "cuando en un árbol aparecen hongos de distintas dimensiones, el árbol se seca y comienza a morirse, eso no indica que no puedan mantenerse, pero cumplen su vida útil".
El ingeniero se refirió a sobre cuánto más puede resistir un árbol de estas características y con cerca de 130 años de vida: "En un árbol urbano que está sometido a estrés y a polución, en un ambiente que no es el adecuado por los nutrientes del suelo, y eso lo hace retroceder en su vida, en comparación a si estuviese en su ambiente natural. El número que puede vivir es relativo".
Manuel Fabatia Los especialistas en botánica y paisajismo coincidieron en que las podas de sus grandes ramas no eran necesarias.Los especialistas en botánica y paisajismo coincidieron en que las podas de sus grandes ramas no eran necesarias. Foto: Manuel Fabatia
Manuel Fabatia Cuando en un árbol aparecen hongos de distintas dimensiones, el árbol se seca y comienza a morirse, eso no indica que no puedan mantenerse, pero cumplen su vida útil , explicó Mazzarantani."Cuando en un árbol aparecen hongos de distintas dimensiones, el árbol se seca y comienza a morirse, eso no indica que no puedan mantenerse, pero cumplen su vida útil", explicó Mazzarantani. Foto: Manuel Fabatia
Para no dejar morir a este ejemplar centenario, Mazzarantani consideró que se debe hacer un trabajo ordenado con conocimiento fitosanitario y taxonómico del árbol. "A los árboles urbanos hay que tratarlos uno por uno, y a este Ficus retusa que ha estado enfermo se lo trató de curar, probablemente, pero no con los métodos adecuados. Si hubiese existido una investigación profunda, a lo mejor el árbol necesitaba nutrientes", resaltó el especialista.
"Son árboles que se pueden recuperar. Lo que se podría hacer, si es que le ingresó agua al tronco, sería drenar y tapar los ingresos de agua. También hay que cortar las ramas que están muertas, el resto lo hace la naturaleza", aportó Aceñolaza.
También hay otros árboles en la plaza que presentan un mal estado y su recuperación es fundamental para que este pequeño "pulmón verde", situado en pleno macrocentro santafesino, siga manteniendo la diversidad y un ambiente saludable para quienes transitan por esta plaza a diario. En particular este gomero, además de contribuir a un ambiente sustentable, está erguido hace más de 120 años. Dejarlo morir sería un grave error.