Quinteros aseguran que la tormenta dejó graves pérdidas en el cordón hortícola
La zona más afectada es Ángel Gallardo, donde además de agua y viento, cayó granizo. Hay 10 ó 12 artículos de verduras y hortalizas dañadas. "Tengo una amargura", dijo el presidente de la Sociedad de Quinteros de Santa Fe.
Quinteros aseguran que la tormenta dejó graves pérdidas en el cordón hortícola
"Veníamos contentos con las lluvias de días pasados. Eran una bendición. Pero realmente esta última, con granizo y viento, barrió una zona completa de quintas en Ángel Gallardo y Chaco Chico, que pertenecen a Monte Vera. No dejó nada. Tengo una amargura". Así evaluó Guillermo Beckman, presidente de la Sociedad de Quinteros de Santa Fe, el impacto de la tormenta de este miércoles por la madrugada.
"Esos productores quedaron sin nada. La tormenta hizo desastres. Y la otra zona de quintas, donde solo tuvieron viento y agua (Recreo, Arroyo Aguiar y la otra punta de Monte Vera), también se afectó pero de forma más leve. Hoy el quintero pudo cosechar algo porque está recién golpeada la producción pero los días que vienen con humedad y sol, se van a desmejorar", dijo Beckman en diálogo con Cable&Diario. Por la tarde, aseguró a El Litoral que "a medida que pasan las horas, vemos que la situación empeora por la información que nos va llegando".
Hubo muchos sembradíos dañados. El sábado evaluarán las pérdidas.
En una primera ronda de consulta, calculó que "en la zona de Ángel Gallardo la pérdida es un 100%", y en el otro sector que sólo recibió agua y viento, estimamos un 50%. El sábado nos vamos a reunir con los quinteros a evaluar los daños". Y aseguró que tenía prevista una reunión en el Ministerio de la Producción de la provincia "para ver qué respuestas nos pueden dar, en un contexto difícil por el cambio de autoridades".
El cordón hortícola de Santa Fe está compuesto por aproximadamente 300 pequeños productores de Santa Fe capital, Monte Vera, Arroyo Aguiar y Recreo. Entre los sembradíos perjudicados, hay lechuga, achicoria, cebolla de verdeo, espinacas, acelga, zapallitos verdes, remolachas, puerros, brócoli, rúcula, tomate perita. "Hay entre 10 ó 12 artículos afectados", calculó.
El desagüe de Aristóbulo del Valle al norte estaban repletos de basura que arrastró la lluvia de este miércoles. Crédito: Fernando Nicola
Debido a estos perjuicios, Beckman estima que va a faltar mercadería en los meses de enero, febrero y marzo, lo cual es preocupante también para el consumidor de la región. "El problema no es sólo la lluvia sino también la pérdida de rentabilidad que venimos teniendo los productores, porque los insumos son en dólares: se rompieron las medias sombras, no hay semillas ni plantines. Hasta ahora veníamos más o menos bien porque se vendía toda la producción, y en lugar de sembrar una hectárea, se producía tres cuartas, y se podía mantener la demanda a bajo precio", indicó.
"Pero con esto, si no recomponemos nuestro sector, los precios aumentarán dos o tres veces porque la verdura la van a tener que traer de otro lado. El otro gran perjudicado es el productor que le va a llevar dos meses para recomponerse, mínimo", explicó Beckman.
Desagües y bombas
Sobre el estado de los desagües, el quintero señaló que venían reclamando hace un tiempo la limpieza del canal a cielo abierto de Aristóbulo del Valle, así como la salida hacia la laguna del reservorio que está sobre el General Paz, bajando por Regimiento 12 de Infantería, a un kilómetro hacia el norte. "Por suerte, la semana pasada limpiaron esas salidas y hoy estaban funcionando bien las exclusas. En cambio, Aristóbulo del Valle está tapado con botellas y demás, por las grandes barriadas a ambos lados que se extendieron hacia el norte de Santa Fe. Ahí no veo que haya la limpieza que nosotros deseamos", informó, y aseguró que el canal de las Mandarinas "también funcionó medianamente".
Zona de quintas, al norte de la ciudad. Crédito: Fernando Nicola
A su entender, además, falta poner en funcionamiento las bombas que están en Callejón Roca y General Paz. "Son motores Scanias que hace 5 años aproximadamente están parados. Y no sabemos el estado de los tableros; hay hechos vandálicos también. No veo un mantenimiento y las lluvias llegaron. Fue una sorpresa, nadie esperaba esta cantidad de agua; y por lo general, cuando empieza a llover así, sigue".
"No es mucho lo que hay que invertir sino poner manos a la obra", cerró.