Sobre bulevar Gálvez y esquina Sarmiento de la ciudad de Santa Fe se instaló una moderna cancha en miniatura para jugar golf. La sorprendente iniciativa ocurrió en 1931, en una capital provincial pujante.
Sobre bulevar Gálvez y esquina Sarmiento de la ciudad de Santa Fe se instaló una moderna cancha en miniatura para jugar golf. La sorprendente iniciativa ocurrió en 1931, en una capital provincial pujante.
El novedoso espacio fue construido sobre uno de los paseos más elegantes de la ciudad (hoy plaza Pueyrredón) fue un punto de encuentro y reunión para la élite santafesina.
Titulaba El Litoral en 1931: “El Golfito, deporte de moda”. El golf requiere para su práctica extensos campos de juego y largas caminatas para sus jugadores. La crónica periodística decía: “La afición entre los santafesinos era escasa. Los ingleses eran los que se mostraban más consecuentes con el golf (…) si a alguien no se le ocurría la extraordinaria idea de reducir sus dimensiones, seguro este deporte seguiría siendo como lo es hasta hoy”.
Esta instalación en miniatura que recrea un campo de golf, era una opción muy exitosa entre los veraneantes de la costa atlántica, cuando la ciudad de Mar del Plata, a comienzos del siglo XX, era reservada solo para el turismo de élite, un lugar para el ocio distinguido.
Replicando ese suceso veraniego marplatense, pero en nuestra ciudad, el “golfito” fue un furor el verano de 1931. Cuando cae la tarde en la ciudad y sus canchas se ven repletas de concurrencia, con el palo de golf en la mano y la pequeña pelota a sus pies, los adultos se sienten niños. Deben hacer diez hoyos para ganar el match de parejas. La sociabilidad estrecha sus lazos entre expresiones de júbilo por quienes resultaron vencedores y olvidan, por un momento, los absorbentes compromisos sociales.
Podemos considerar que el siglo XX ha sido, entre otras cosas, el siglo del deporte. Para 1914 muchos de los deportes introducidos por los británicos se habían desarrollado en buena parte del territorio nacional. Estas prácticas deportivas son contemporáneas a la internacionalización creciente de los intercambios económicos, sociales y culturales que experimentó nuestro país en el siglo XIX y XX. De esta manera, la expansión del deporte en la Argentina se puede asociar al desarrollo de la sociedad civil ya que los clubes deportivos generan espacios de autonomía y participación.
Las diferentes disciplinas deportivas que se fueron arraigando en Santa Fe eran practicadas por diferentes sectores sociales. Así, por un lado, el fútbol, boxeo, ciclismo y automovilismo se construyeron como deportes populares y de masas, en donde el público que asistía a sus eventos era partícipe del espectáculo deportivo que rodeaba a los ídolos y la identificación con ellos era un lazo social muy fuerte que continúa hoy en día. Por otro lado, ciertas disciplinas deportivas como el cricket, tenis, polo y golf formaron parte de un espacio social de élite transitado por aquellas personas que “ocupaban parte de su tiempo” en practicar deporte a manera de sportman.
En diciembre de 1899, un grupo de británicos que veraneaban en Mar del Plata, se reunieron para formar una comisión, con el fin de construir y fundar una cancha de golf. En 1905 nació el Golf Club Argentino y tres años después, comenzaron a disputarse los torneos interclubes en el país.