Por Mónica Ritacca
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El pronóstico del tiempo se cumplió al pie de la letra este fin de semana. En la madrugada del sábado se desencadenó una fuerte tormenta que complicó sobre todo a vecinos de barrio Barranquitas, donde fueron 82 viviendas las seriamente afectadas, y hoy, cerca de las 3 de la mañana, otra vez se largó a llover. Si bien los reclamos recepcionados por la Municipalidad este domingo no fueron muchos, las condiciones climáticas agravaron la situación de las familias que el sábado debieron irse de sus hogares como consecuencia del temporal.
Para alojar a los damnificados, la Municipalidad, provisoriamente, los había reunido en el salón de la parroquia San Francisco Solano, pero luego abrió un refugio en el gimnasio de la vecinal Schneider, sita en calle Santiago Derqui 4095. Allí, esta mañana había 8 familias, unas 35 personas según informó la Municipalidad.
En diálogo con El Litoral, los afectados contaron que estaban siendo asistidos con alimentos, colchones, frazadas y abrigos. Cabe señalar que en el lugar sólo había mujeres y niños. Ello, manifestó Horacio Giménez, de la Dirección de Acción Social, “porque los hombres se quedaron en el barrio para cuidar las cosas”.
“En Barranquitas, hubo gente que no sufrió problemas, por lo quienes sí tuvieron alguna consecuencia del temporal, como la voladura de un techo por ejemplo, optaron por no irse para evitar que les roben sus pertenencias”, informó.
Ingreso por la fuerza
Al mismo tiempo que en el refugio habilitado por la Municipalidad las mujeres demostraban preocupación y los chicos jugaban al básquet, en Perón e Iturraspe se estaba realizando un piquete.
En el lugar, El Litoral identificó a Roberto Acosta, más conocido como “Cachorro” y uno de los líderes del Movimiento de Instituciones y Agrupaciones -MIA-. En diálogo con El Litoral, aclaró que no estaba allí en representación del grupo sino “como un vecino de la ciudad que se acercó a darle una mano a la gente que perdió todo”. Seguidamente, contó que anoche violentaron el ingreso al local partidario que tiene el diputado nacional Oscar Martínez en la esquina de Perón e Iturraspe y se metieron.
“Anoche, fuimos con este señor -por “Cachorro” Acosta- al refugio de la vecinal Schneider. La puerta estaba cerrada con llave y cuando abrieron nos dijeron que no nos iban a recibir. Por eso, nos metimos acá”, dijo María Cristina Espinosa. El hombre mencionado, acotó por su parte: “Esta gente, que son unas 60 personas de Barranquitas, está desamparada, sin asistencia. La Municipalidad los abandonó y no tiene dónde ir”.
Al respecto, Horacio Giménez, de la Dirección de Acción Social de la Municipalidad, explicó que “anoche, cerca de las 23.30, vino un grupo de personas manifestando una actitud patotera y violenta. Había chicos durmiendo, por lo que se les dijo que si no modificaban esa actitud no iban a poder entrar. La puerta estaba cerrada con llave por una cuestión de seguridad”. Y agregó: “Tenemos entendido que a esa gente se la va a reunir en el salón de la parroquia San Francisco Solano para darles algo caliente y se les va a ofrecer venir acá, pero de una manera pacífica”.