Los argentinos dejan de sentirse jóvenes a los 41 años y se perciben "viejos" a los 54
Un sondeo de opinión puso de manifiesto cómo es la percepción social de la juventud y la vejez en esta época.
Una mujer de unos 40 años parece reflexionar sobre el paso del tiempo. La tendencia es que la percepción de juventud se desvanece más rápido en el país. Crédito: Archivo El Litoral
“Juventud, divino tesoro, te fuiste para no volver”, escribió alguna vez el poeta nicaragüense Rubén Darío. Acaso ese verso resume el núcleo de un exhaustivo relevamiento a nivel nacional y global en el que se indagó sobre cómo los argentinos perciben la juventud y la vejez, y quizás también el tiempo biológico de la propia vida. Los resultados son cuanto menos llamativos.
Los argentinos dejan de sentirse jóvenes a los 41 años y empiezan a sentirse viejos a los 54. Además, en los últimos 5 años, en el país hubo un adelanto en la edad en que las personas dejan de sentirse jóvenes (en 2018, esa percepción ocurría a los 46 años) y ya empiezan a sentirse viejos.
Por otro lado, cuando se observan los resultados por segmentos sociodemográficos, no hay grandes diferencias de opinión entre hombres y mujeres, aunque sí se presentan variaciones entre los distintos grupos etarios, al igual que sucede a nivel global.
El limpio: la percepción de juventud se está “desvaneciendo” más rápido en la Argentina, pues la tendencia indica que las personas están dejando de sentirse jóvenes a una edad más temprana que hace cinco años.
A más edad...
A medida que aumenta la edad, los argentinos tienden a sentirse jóvenes por más tiempo. Los jóvenes de 18 a 24 años consideran que se deja de ser joven a los 33 años; las personas de 25 a 34 años creen que la juventud se pierde a los 37 años; aquellos de 35 a 49 años opinan que esto sucede a los 41 años; las personas de 50 a 64 años sitúan el fin de la juventud en los 49 años; y los mayores de 65 años piensan que se deja de ser joven a los 52 años.
También, se registran diferencias en la percepción de la juventud según el nivel socioeconómico de los argentinos encuestados: los de nivel alto consideran que la juventud se pierde a los 46 años (versus 41 en el total); los de nivel medio a los 42, y los de nivel socioeconómico bajo sitúan el fin de la juventud a los 41.
Un grupo de amigos charlan. Según el sondeo, las personas de 25 a 34 años creen que la juventud se pierde a los 37 años; y los de 35 a 49 años dicen que eso sucede a los 41. Crédito: Manuel Fabatía
“Estas diferencias pueden reflejar las diversas experiencias y oportunidades que influyen en la percepción de la juventud”, sostiene el sondeo de opinión pública, que fue realizado por la consultora argentina Voices!, en conjunto con WIN International (Worldwide Independent Network of Market Research) en 39 países, con una muestra total de 33.866 personas encuestadas.
En el resto del mundo
El estudio hace una comparación con los datos recogidos en otros países. Con respecto a la percepción de la juventud, a nivel global el cumpleaños número 42 marca la edad promedio donde la gente deja de sentirse joven (versus 44 años en 2018). Sin embargo, los más jóvenes creen que dejarán de ser jóvenes a una edad mucho más temprana.
Existen grandes diferencias de opinión alrededor del mundo. Algunos países como Corea del Sur (52) e Italia (50) presentan medias de edad más elevadas, mientras que otro grupo de países como Filipinas (30) y Suecia (34) muestran medias de edad mucho más bajas en este indicador (percepción de la juventud).
Y con relación a la percepción de la vejez, siempre a nivel mundial, en promedio el cumpleaños número 54 es la edad promedio para que la mayoría de la gente alrededor del mundo se empiece a sentir mayor (versus 55 años en 2018).
La edad promedio en la que las personas comienzan a sentirse viejas aumenta entre los encuestados de mayor edad, al igual que sucede en la Argentina. Como contrapartida, los más jóvenes sitúan el inicio de la vejez a una edad incluso más temprana que el promedio total, aproximadamente entre los 45 y 50 años.
“Se observa cierta consistencia en algunas regiones del mundo acerca de la edad en la que la gente comienza a sentirse vieja. Este sentimiento aparece a los 53 años entre los habitantes del continente americano, a los 52 en la región de Oriente Medio y Norte de África, a los 51 en el continente africano y a los 50 en Asia Pacífico. Europa, en cambio, es la región que se destaca por situar el inicio de la vejez a una edad más tardía: a los 59 años en promedio”, indica el informe.
A nivel país, las personas de 50 a 64 años sitúan el fin de la juventud en los 49 años; y los mayores de 65 años piensan que se deja de ser joven a los 52 años. Crédito: Flavio Raina
Países como Laos (45), Grecia (46), Malasia e Irán (47 en cada caso) presentan los promedios de edad más bajos, mientras que Finlandia (72) y España (65) tienen la media más alta. Con todo, la Argentina se encuentra en línea con la media global. Los argentinos comienzan a sentirse viejos a los 54 años en promedio, versus 58 años en 2018. Se ha adelantado en el tiempo el sentimiento de vejez.
El por qué de los cambios
Constanza Cilley, Directora Ejecutiva de Voices!, dio algunas consideraciones respecto de estas tendencias: percepción de la juventud y la vejez.
“Los cambios podrían estar influenciados por transformaciones culturales, económicas, de salud y tecnológicas. Reflejan una evolución en las percepciones sociales, la calidad de vida y otros factores culturales que moldean cómo las personas experimentan la juventud y el envejecimiento”.
“En definitiva, comprender estos cambios nos permite vislumbrar no sólo las condiciones actuales, sino también anticipar cómo evolucionará nuestra visión de la vida a través del tiempo”, agregó.
En un mundo tan dinámico y en constante evolución, “resulta interesante explorar cómo la gente percibe la edad y la juventud. Aunque es un fenómeno complejo, la reducción de cinco años desde 2018 en el período durante el cual los argentinos se consideran jóvenes y el adelanto en la percepción del envejecimiento, pueden tener múltiples implicaciones y causas posibles”, cerró Cilley.
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