“Pinto lo que mis ojos no ven”, dijo alguna vez la artista visual santafesina María Fernanda Delfor, quien falleció este lunes 24 de junio de 2024, a los 57 años, en su ciudad natal, tras atravesar un cáncer.
Estudió en la escuela de artes visuales Mantovani y se formó con el maestro Gatti. Un premio, un manojo de pomos de colores y un giro en su obra. El legado de esta artista que falleció el lunes, a los 57 años.
“Pinto lo que mis ojos no ven”, dijo alguna vez la artista visual santafesina María Fernanda Delfor, quien falleció este lunes 24 de junio de 2024, a los 57 años, en su ciudad natal, tras atravesar un cáncer.
Nacida el 22 de octubre de 1966 en la ciudad de Santa Fe, Delfor estudió formalmente en la Escuela de Artes Visuales “Prof. Juan Mantovani”. En el año 2012 continuó su formación con el maestro Alvaro Gatti, “quien no solo me ha enseñado otro camino de ver el arte sino que me ayudó a romper con las enseñanzas académicas e inventar mi propio oficio”, expresó la artista un tiempo antes de su partida.
Residió siempre en barrio Candioti Sur, tenía dos hijos y sus últimos años concurrió al taller de arte Gatti-Recalde. “Sumergida en este viaje sin saber bien donde termina pero sabiendo que la comunicación y el decir a través de la imagen es un medio de revolución, cambio y rebeldía, encuentro la acuarela de una manera inesperada”, dijo la artista.
Un premio por un cuadro al óleo denominado “A”, en el año 2013, otorgado por Taverna Irigoyen, puso en sus manos como regalo varios pomos de colores. “Decidí tomar el material y lanzarme al descubrimiento de lo que ofrece el pigmento”. Inagotables caminos de agua, línea, color, forma y texturas. Trabajar con el agua, dejarse llevar, dejar huella. “El agua es un caos sensible. Toma forma, color, lo controlás, te controla, te peleás, te amigás, te sorprende. Es un sinfín de aprendizaje; como la vida misma”.
“Me muevo principalmente en el informalismo”, se definía Delfor, que admiraba la obra de Antoni Tapies, Hilma af Klimt, Paul Klee, Felipe Noe y Espino. “Me gusta que la obra provoque sensaciones y preguntas, tanto en lo referido al procedimiento técnico como a los sentimientos”, decía.
En el informalismo es a donde se encuentra esa fuerte presencia de la personalidad de la artista a través de las técnicas o materiales empleados, una exaltación del azar y la improvisación, un rechazo de la construcción premeditada y una base ideológica fuertemente vinculada con el existencialismo.
“Creo que el que tiene una obra mía es en cierta manera porque la obra lo busco a él”, aseguraba Delfor. “El título tiene mucha importancia para mí, es la palabra o frase con que se da a conocer el asunto de una obra -explicaba-. Generalmente parte de una idea y al finalizar la obra nace dándole a la misma un cierre”.
Para Delfor, el arte era como el agua “necesaria”, decía. “Es un medio de expresar lo más íntimo, llegar a la profundidad del ser y manifestarlo; un buceo de lo inconsciente; un inconsciente que a veces es colectivo”.
En el mes de julio está prevista la realización de una muestra de la obra de la artista visual Fernanda Delfor en Santa Fe, con la curaduría de la artista Gabriela “Pisca” Garrote. Pronto se conocerán más detalles al respecto.
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