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A través de la Resolución 103/2017, el Ministerio de Agroindustria aprobó la comercialización de una variedad que actúa como “biofáfrica”, generando una enzima animal para la industria quesera. Es el primer caso del mundo.
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Esta semana la resolución 103 de la Secretaría de Agregado de Valor de la Nación le puso el broche a un largo camino de investigación biotecnológica: aprobó la comercialización de tres variedades de cártamo transgénico capaces de producir quimosina, una enzima animal que se utiliza en la elaboración de quesos.
Es la puntada final para el trabajo desarrollado en el Instituto de Agrobiotecnología Rosario (INDEAR) a partir de la técnica denominada “molecular farming”, que transformó esta antigua oleaginosa en un “biorreactor” para que las plantas produzcan lo que hasta hoy sólo puede conseguirse a partir de bacterias en laboratorios o de los estómagos de los rumiantes.
Esta liberación comercial de los eventos IND- 10003-4, IND- 10015-7 e IND- 10003-4 x IND- 10015-7 (y de sus productos y subproductos derivados) permitirá comenzar a elaborar quimosina bovina a escala industrial a partir de una fuente vegetal en el marco de contratos de producción con empresarios agrícolas. El proceso industrial lo llevará adelante la sociedad entre la firma Bioceres y Porta Hnos., quienes el año pasado inauguraron en Córdoba una planta para sintetizar la enzima a partir de cártamo.
Según refirió Gabriel Tinghitella, investigador de FAUBA y AACREA, cada tonelada de semilla de cártamo produciría 1.5 kilos de quimosina, mientras que para la elaboración de 100 kilos de queso apenas bastan 1.5 gramos. El mercado potencial para este desarrollo único en el mundo es de 500.000 toneladas de queso que se producen en Argentina y de unas 25 millones de toneladas a nivel global para 2020. Para la totalidad de la capacidad instalada en el país para elaborar quesos, actualmente se requerirían unas 2000 hectáreas de cártamo modificado, según publicó el portal valorsoja.com.
Pioneros
Luego de aprobarse los eventos biotecnológicos, desde el gobierno celebraron el hecho con un comunicado del Ministerio de Agroindustria, donde se resalta que “se trata de la primera aprobación a nivel mundial de un cártamo mejorado por biotecnología moderna y la primera incorporación de un cultivo que genera una enzima de uso agroalimentario”.
El evento -agrega el parte- “representará un enorme agregado de valor sobre el producto cosechado, oportunidades para la generación de nuevas industrias de base tecnológica, sustitución de importaciones y reducción de costos en la producción de alimentos”.
Entre los antecedentes de esta decisión, se cuenta la evaluación de la Comisión Nacional Asesora en Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), Centro de referencia para la bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (OGMs) de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO). Asimismo, la inocuidad y aptitud alimentaria del producto fue evaluada por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), en tanto que el Instituto Nacional de Semillas (INASE) estuvo a cargo de los controles regulatorios durante las etapas de liberación a campo experimental y producción piloto.
“Esta nueva incorporación reafirma el liderazgo de nuestro país en el desarrollo, regulación y utilización segura e inteligente de la biotecnología aplicada la producción agroindustrial”, celebraron las autoridades. Quienes agregaron que “es muestra del empeño de las autoridades del Ministerio por responder a los interés manifestado por el sector productivo respecto de agilizar los trámites de incorporación de nuevas tecnologías, para incrementar la competitividad de diferentes cadenas agroindustriales”.
Cifras: 2.000 hectáreas de cártamo transgénico serían necesarias para abastecer la totalidad de las fábricas de quesos del país con quimosina.
¿Qué es Molecular Farming?
Se llama de este modo a la disciplina que usa a las plantas como bio-reactores para producir proteínas recombinantes y otras moléculas biológicas de interés comercial. Usar a las plantas como fabricas productoras de proteínas recombinantes tiene varias ventajas en comparación con la fermentación clásica de bacterias, hongos, levaduras, células animales y de insecto. Por ejemplo:
*Bajo costo de producción
*Producción a gran escala
*Uso eficiente de la energía
*Sistema de producción amigable con el ambiente
*Menor riesgo de exposición a patógenos humanos/animales
Además, la expresión de la proteína de interés en semillas agrega la ventaja adicional de un almacenamiento estable y económico a temperatura ambiente. Esto permite ajustar los volúmenes de producción para asociarlos a las fluctuaciones del mercado.