Alerta en Hughes por el presente incierto del frigorífico
Desde la suspensión por un mes y medio de los permisos de exportación, el Black Bamboo nunca volvió a faenar a pleno. No hay despidos ni suspensiones, pero la producción decayó y la mayoría de los trabajadores está en garantía horaria. Además, hay atrasos en los compromisos con la obra social y la ART.
Alerta en Hughes por el presente incierto del frigorífico
Ubicado en Hughes, una localidad de 6 mil habitantes, en el sur-sur de la provincia de Santa Fe, el frigorífico Black Bamboo Enterprises, que emplea a 550 personas en forma directa, atraviesa una delicada situación productiva, que mantiene en estado de incertidumbre a toda una población cuya economía depende en gran medida de la actividad de la compañía de capitales chinos, y que además es una fuente laboral clave para numerosos trabajadores de localidades vecinas.
En principio, se supo que el personal, en su mayoría, está cobrando el 70% del sueldo por haber entrado en garantía horaria debido a la baja actividad productiva de la planta, situación que, como quedó dicho, impacta duramente sobre la actividad económica de Hughes -pueblo natal del gobernador Maximiliano Pullaro- y los pueblos cercanos.
Además, trascendió que la empresa, en los dos últimos meses, no cumplió con los aportes a la obra social correspondiente y, en consecuencia, los empleados con problemas de salud están obligados a concurrir a clínicas privadas y pagar las consultas (con sueldos recortados por la garantía horaria). La misma fuente consignó que el frigorífico no abona la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) desde hace tres meses, agravando aún más la inquietud de los empleados.
Este escenario de riesgo en el sector cárnico no es del todo novedoso porque la realidad de los frigoríficos se había complicado, en general, sobre fines del año pasado. Y en el caso del Black Bamboo, la situación incluía aristas más complejas, desde que en septiembre último le quitaron los permisos de exportación por un mes y medio a causa de irregularidades detectadas por la Aduana (presunta triangulación a través de una empresa fantasma con asiento en Estados Unidos para subfacturar los envíos de carne a China e Israel).
Luego de esos 45 días hábiles sin producción, que pusieron a todo el personal en garantía horaria, la empresa nunca volvió a faenar al máximo de su capacidad, influyendo también algunas particularidades del contexto económico nacional, como la suba del precio del kilo vivo de los animales, derivando en muchos días sin faena. Asimismo, como consecuencia de ese problema se perdió la zafra Kosher y ahora se aguarda que los rabinos regresen a la región después de las festividades religiosas del mes entrante.
Desde el gremio de la carne del departamento General López, el secretario general Cristian Crudelli confirmó los atrasos en el pago de la obra social y, respecto de la situación productiva, sostuvo que “desde el final de la suspensión, a la empresa le costó mucho normalizar la actividad y en la actualidad sólo trabaja para usuarios de exportación, con una faena de 400 animales, pero con intermitencias, porque hay semanas que se trabaja uno o dos días menos. Todo esto hace que el trabajador quede en garantía horaria o sea vea afectado en sus ingresos al no poder completar la carga horaria”.
“Confiamos en un repunte de la producción a partir de mayo”, se ilusionó el dirigente y detalló que “por el momento no hay despidos ni suspensiones, pero sí se atraviesa una situación de fuerte incertidumbre que, claramente, se disparó a partir de la suspensión de los permisos de exportación”.